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Departamento 14, ese era el número de aquel lugar al que me mude en aquel junio, un simple uno y cuatro, fue en el junio de hace ya dos años y en que comenzó mi vida de adulto.
Llegué al lugar un poco asustado ya que nunca en mi vida había estado sólo y ahora me tocaba formar una "vida nueva", lo primero que percibí al entrar a aquel lugar que se me hacia inmenso, era un olor a polvo y desolación, parece que el lugar estuvo deshabitado por un largo tiempo, no se veía deteriorado o descuidado sólo se sentia, lo sentí el lugar me parecía a una persona que ha pasado gran parte de su tiempo sola.
Solté mi maleta con las pocas cosas que llevaba en ella, y me dirigí a explorar mi nuevo hogar, lo primero que me atreví a ver fue el balcón que dejaba ver una parte de la ciudad me postre tomado del barandal del balcón y contemple la ciudad que se movía sin hacer pausa alguna, parecía buen lugar para pensar, el sol iluminaba perfectamente aquel pedacito de suelo, me senté sobre el suelo de pequeño sobresaliente del edificio y mi vista se perdió entre la gente que pasaba, algunas se veían ajetreadas por sus empleos, unos se mostraban alegres y muchos con caras de serios así seguí mirando y observando a los peatones y sin darme cuenta el sol ya no iluminaba mi cara, estaba mucho más arriba de mi cabeza.
Me dispuse a levantarme y seguir inspeccionando el departamento, cuando veo que del balcón del lado izquierdo mío sale una persona, "ah hola, parece que eres el nuevo ocupante del 14", oh si soy yo respondo, no me he presentado mi nombres es Jan y seré su nuevo vecino, mucho gusto Jan, yo soy Roberto y seré tu vecino del 12 mucho gusto, parece que acabas de llegar o me equivoco, me dice mientras sostiene una taza de café, si eso es correcto hoy es mi primer día y parece que me he quedado perplejo con el lugar y no he visto nada de lo que hay dentro sólo camine aqui y me quedé sentado.
Ya veo entonces bienvenido al edificio, nuevamente mucho guato en conocerte Jan por aquí nos veremos, claro le respondo ahora debo ir a arreglar una cosas adentro así que te dejó, que disfrutes tú café, gracias hasta luego y no es café es soda, me regala una sonrisa mientras yo le trato de sonreir entró adentro y me preguntó... ¿soda en una taza?, vaya chico.
Me dirigió a la habitación del departamento para revisar que todo este en orden, giro la manija de la puerta y veo una cama con una blanca sábana, parece que está más limpió de lo que imaginaba, pienso. Lo malo es que no tengo más sábanas y no se me ocurrió empacar eso creó que tendre que dormir así que remedio queda, o tal vez podría ir con el vecino a pedirle algunos cobertores, no, no aún no lo conozco lo suficiente cómo para pedirle un favor, entonces que debería hacer me preguntó. Me aproximó hacía el closet de la habitación para ver que hay dentro de él, lo abro y sorpresa está vacío, ni una araña hay dentro de el, tomó mi maleta y la arrojó dentro del cubículo y lo cierro de un empujón. Me tiro en la cama viendo hacía el techo, y me preguntó si fue buena idea haber abandonado la casa de éste modo y acomodarme en un departemento yo sólo.
Igual si me arrepintiera ya no hay vuelta atrás. ¿Y ahora que diablos hago, me preguntó mientras me tocó la frente, bueno empezaré por.... vaya ni siquiera se por dónde empezar, sin saber que hacer el tiempo siguió caminando a paso fuerte y sentado en una silla de la sala el cielo azul se tiñó obscuro y un circulo blanco salió en el, de nueva cuenta salí al pedacito sobresaliente del departamento, está vez llevaba una silla, la coloqué en aquel lugar y me senté a contemplar la hermosa luna que se veía aquella noche, mi primera noche de independencia, también veía las luces de los demás edificios y de las casas y negocios a los alrededores, no hacía mucho frío incluso se sentía un poco cálido el ambiente, no quería entrar al departamento y toparme con miles de pensamiento en mi cabeza, por lo que me quede en aquel pedazo de suelo sin pensar en nada solamente observando aquel satélite y luz artificial a mi alrededor.
Parece un poco perdido Jan, ¿todo bien?, escuchó una voz de mi lado izquierdo es Roberto el vecino de al lado... parece que te preocupa algo, ¿te puedo hablar de tú cierto?, si esta bien le susurró, pues sólo estoy un poco pensador está noche, quería ver la luna por un tiempo suelo disfrutar de éstas pequeñas cosas que nos da el mundo galáctico le digo en broma, pero que cosas dices Jan eres un tipo bastante raro y eso que no te conozco, que si te conociera me imaginó lo misterioso que serías, me dice mientras mira fijamente la luna, pues verás Roberto me quedé un poco sorprendido al saber que alguien bebe soda en una taza de café eso si que es misterioso y un poco raro, jajaja Jan que cosas dices, no creó que esas tazas hayan sido creadas exclusivamente para beber café o té, básicamente utilizó algo hondo para beber agua o hasta vino, no me gusta que la forma del recipiente me diga para que debo usarlo, yo soy quién decido para que usarlo..... me quedó mirando su cara y cómo sale cada palabra de su boca, parece que Roberto es un tipo agradable me digo en pensamiento.
Pues me parece un poco sorprendente tú forma de pensar Roberto y me deja pensando sobre ello, le digo de broma, vaya que me estás ignorando verdad me dice mientras me mira a los ojos...... pues no vecino 12, no te estoy ignorando sólo estoy un poco fuera de este mundo. Lo entiendo vecino 14, lo entiendo perfectamente, llevamos hablando poco y se me ha olvidó preguntarte tu edad, pues mi edad es de 19 años vecino 12, ¿cuál es su edad vecino 14?, mi edad es de 24 años Jan, parece ser que soy un poco mayor que tú-dice, pues parece que si Roberto.
¿Estudias o trabajas?, pregunta un poco relajado el vecino 12, pues verás estoy trabajando para ahorrar para entrar a la universidad, me parece estupendo, no me haz preguntado pero yo trabajo al igual que tú Jan, soy profesor en una escuela, es un poco cansado pero me gusta lo que hago, wow quién hubiera imaginado eso, bueno yo no digo en tono sorpendido. Y que te quedarás todo el día aquí afuera sin cubrirte con algo, te enfermaras en tu primera noche aquí, así que anda adentro que en un momento te llevó algunas sábanas para que pases la noche, ¿que?, ¿cómo supiste lo de las sábanas?. Le preguntó.....
No eres el primer vecino descuidado que me toca, anda adentro que llegaré tocando a tu puerta como loco, me sonríe mientras vuelve a mirar la luna, en ese momento le echó un ojo también y me dirijo adentro y en la puerta me quedó observando a aquel chico-profesor mientras se da vuelta y entra a su casa.
Escuchó que alguien toca a mi puerta y me dirijo caminando, tomó la perilla la giró y abro, lo primero que veo son sábanas, aquí estan las cosas, me dice una voz detrás de aquella montaña de tela, no te hubieras tomado la molestia Roberto, aparte ve la hora ya es más de media noche, tomó aquellas cosas y las colocó en una silla, si gustas puedes pasar le digo mientras le doy la espalda acomodando las cosas. Está bien pasaré sólo espera un segundo, está bien le digo mientras me giro para verlo, veo que se ha esfumado de la nada, me preguntó que habrá pasado, bueno ahora que rayos hago, lo espero o cierro la puerta, que cosas me pasan, escuchó que la puerta de al lado se abre y veo salir a Roberto de ahí con una botella y dos vasos con dibujos infantiles en ellos, bueno, bueno Jan tomemos una copilla para darte la bienvenida al edificio, me dice mientras se sienta en la alfombra de la sala cómo un niño y empieza a servir en los vasos aquel líquido embriagador, toma ambos vasos me ofrece uno, se lo recibo, mientras el levanta si vaso en alto y dice "por el nuevo vecino, el vecino 14", choca mi vaso con el mio y después de un trago se bebe todo lo que había en el vaso.
Bueno Jan ya es tarde y tal vez querrás descansar porqué tendrás trabajo mañana al igual que yo así que te dejó y que pases buena noche, espero que te sirvan esas cosas y nuevamente bienvenido, me estrecha la mano mientras me mira a los ojos y me brinda una sonrisa que hace que yo mismo sonría, gracias por las cosas nos vemos después vecino, le digo, mientras se dirige a la salida me dice otro buenas noches y cierra la puerta.
Me quedó viendo la puerta por unos segundos, tomó las cosas y me dirijo a la habitación, me quitó los zapatos los arrojó por ahí, me quitó el sueter que llevó puesto y me aviento a la cama con algo que me cubra del frío, siento algo bajar por mis mejillas ¿que es?, estoy llorando.
Que diablos hago en este lugar, que voy a hacer ahora yo sólo me preguntó, ni siquiera se si pueda dormir hoy, saco mi celular del bolsillo de mi pantalón entró a galería y por estupidez mía busco la fotografía que hace que mi corazón comienze a doler y sin darme cuenta comienzo a llorar encogido cómo un niño de cinco años, mientras ese líquido salado baja por mi cara y sin darme cuenta de nada ya entró en un sueño profundo.

JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora