-Sabes algo, aún podemos tomar fotos-
-Te parece, si tomamos alguna?- Pregunté.
-Claro!!-
Lo abracé muy fuerte, y sus cachetes eran más hermosos que nunca, le di un gran beso y sin duda alguna, le pareció realmente vergonzoso, pero aún así tomó esa foto. Los dos nos veíamos super chistosos. Observé el reloj, era la 1:40 de la mañana. Ambos nos espantamos, ahora entiendo porque me marcaban. Guardamos todo, y hacía un poco de frío mientras, caminábamos con sueño y pereza.
-Y bien, aún sigo pensando que el violín, es tuyo!-
-Enserio?, Gracias, lo cuidaré muy bien, te lo aseguró-
-Solo, prometeme que nunca dejarás de tocar-
-Prometido- Levanté la mano como señal de promesa.
Nos observamos mutuamente, ambos teníamos lodo, en toda la ropa, y fue tan gracioso que comenzamos a reírnos. Nos despedimos frente a mi casa, yo con el gran cofre y el con la cámara fotográfica, el libro... Entré a mi casa un poco temerosa, pero mi madre al observar que me había divertido tanto, y que mi cara era más que felicidad, solo me abrazó.
-Cómo te fue?- Preguntó con bastante entusiasmo.
-Muy bien, me regaló un violín hermoso!!, pero ahora me iré a dormir, seguramente mañana vendrá a buscarme-Respondí alegre.
Subí hacia mi cuarto, y coloqué el gran cofre encima de la mesa, lo abrí. Comencé a tocar, y sin duda alguna, Alan, me observaba con mucha alegria y emoción del otro lado.
-HERMOSA!!! HOLA!!!-gritó-
-CHACHETES HERMOSOS- respondí.
Sara salió de bañarse, y me miró con una sonrisa en el rostro.
-Vaya que ahora ese chico, de enfrete te trae loca- Pronunció.
-Afirmativo, sargento!! Me regalo un violín, su primer violín!!!!!!-
-Es un buen chico?,No quiero dejar a mi hermana en manos de vago jajaja-
-Apaga la luz, que tengo demasiado sueño.- Pronuncié.
-Sueña con Alan, jajaja- Se burló Sara.
Al día siguiente, me levanté como de costumbre para ir a la escuela, pero por primera vez en la historia tenía una muy buena razón. "Alan", coloqué un pantalón de mezclilla, sudadera y tenis color vino. Bajé rapidamente las escaleras, y por mi cara se notaban las ojeras a medio morir, de la desvelada de la noche anterior.
-Me voy a la escuela, mamá saldré con Alan, te veo a las 4:00 pm- Pronuncié mientras cerraba a puerta.
-ESTA BIEN, WENDY!!!- gritó mi madre desde la cocina.
