Dear Drake

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Hay cierto punto en tu vida, en el cual, llegas a un límite... y cuando eso pasa, simplemente ya nada importa, todo lo ves igual, y dudas que algo pueda sacarte de ese estado, o alguien.

Así fue como yo estaba, aquella noche, todo era siempre la misma oscura historia, por lo menos hasta que lo conocí, pero dudo que entiendan eso si no explico primero un poco de mi vida, y de esa noche.

Mi nombre es Carry Wilde

Soy hija de una madre soltera, no se nada de mi padre, me gusta imaginar que es una buena persona que murió ayudando a su familia, ya que mi madre nunca me habla de el, siempre se molesta cuando toco el tema, y a veces en ocasiones, se ve hasta asustada. Es por eso que he decidió dejar de intentarlo, e imaginar aventuras que podría haber tenido si el no hubiera muerto, o dejándonos.

No es como que solo me este quejando de mi vida como una niña, el tema de mi padre no es el peor problema mi vida, solo es uno de los que me empujaron a esto.

¿Saben? Una vez tuve una hermanita menor, era muy parecida a mi. Pero mi madre decidió darla en adopción, decía que era por falta de dinero, que no podía mantenerla, y que en realidad nunca había querido tenerla, y que veía en sus ojos que algo no estaba bien en ella.

De verdad me dolía, cuando eso paso, yo era mucho mas pequeña, pero no puedo olvidarla ¿Cómo se que ella está bien? ¿Qué tal si en esa nueva familia solo la golpean? ¿Qué tal si ya esta muerta? Aquí no tendría la mejor vida, pero estaría conmigo.

Mamá dice que la familia a la que se la entrego tiene mucho mas dinero, que le darán todo lo que nosotras no podemos. Me gusta creer en eso, me gusta imaginar a mi pequeña hermanita, yendo a la escuela, con buenas notas, y con muchos amiguitos de su edad, pero algo dentro de mi dice que solo es un sueño.

Tengo que estudiar y trabajar, debido a que mi madre esta enferma, así que mis horas de sueño son muy cortas, el lado bueno es que el café es mi mejor amigo así que me ayuda a pasar las largas noches y tardes.

Mi madre no ha estado sola en todo este tiempo, ha encontrado el amor en alguien mas, su nombre en Nathan James, mi "Padrastro" es la persona que llena la vida de mi madre de alegría, amor, el que la ver de forma hermosa, que nunca la juzga, que le hace pensar que algo tan maravilloso como el amor existe. Pero claro, la salud de mi madre, no es algo que su amor pueda pagar, si algunas de sus joyas.

Bien, aquí va todo, Nathan, el gran príncipe azul, el gran caballero a la que todos aman. Ha hecho mi vida tan horrible y miserable que me han empujado a lo peor de este mundo. Aquella persona a la que tanto odio escuchar nombrar, a corrompido mi cuerpo, abusado de mi, hacerme miserable, todo bajo la mascara del buen padre que solo quiere cuidar a una niña que no es suya. Me ha enseñado en estos 10 años la basura que yo soy, lo único que puedo llegar a merecer y lo horrible, horrible que es el amor.

Aquella noche, todo había acabado para mi las cortadas en mi brazos ya no funcionaban, mi madre me había tratado de loca, antes de querer escucharme, solo quito todo lo cortante de la casa, no si antes insultarme por no querer salir a cenar con "Nathan", Claro que aun tenia algo, una antigua navaja en una caja roja, un buen regalo de mi única amiga, Joceline. Pero esa noche no quería solo dolor para escapar de mis problemas, quería escapar de todo, para siempre.

Fue por eso que tome esa decisión, me coloque una sudadera cubrí mi cabeza, salí de mi casa y camine a un puente.

Estaba lista, ya había aceptado todo, nadie me extrañaría y yo estaría mejor, me subí al borde y mire al piso, lo único que deseaba era que la caída me mate rápidamente, no quería una segunda oportunidad, no quería mas dolor.

-Es una caída muy larga desde aquí, puedes romperte muchos huesos, el choque con el agua será como ser aplastada por un muro de cemento, y claro, si no mueres por eso, las mareas y los animales que allí viven se encargaran de acabar su trabajo.

Escuchar esa voz me saco de mi mundo de una forma bruzca ¿Para que negarlo? Me asusto. Nadie mas estaba allí, personas me habían visto pero nada importaba como para frenar, pero si a aquella persona.

-He tomado mi decisión, no me obligaras a no saltar.

-Oh, créeme que lo se. No estoy aquí para eso, solo estoy de paso. Y quería advertirte de a lo que te enfrentas.

-Ya lo se

-Sabes, una vez me caí en me cai en ese lago, era mas en borde, esta congelado además, el aire se escapa de tus pulmones, aunque no quieras, es un efecto biológico, si quieres acabar de una forma menos dolorosa, te recomiendo un frasco de pastillas, una buena botella de alcohol y tu música favorita. Dejaras este mundo sin dolor, y con lo que mas te gusta.

-Solo quiero que todo acabe

-Pues, si, acabara, pero ¿A que precio? Nadie va a recordarte, nadie llorara por ti, na-

-¿Y eso cambiaría mañana?

-Seguramente, el futuro es un misterio. Y los super héroes siempre pasan por momentos asi, aquí es cuando el pterodáctilo de dos cabezas a aparece y debes rescatar a la dama en apuros- Ese comentario me hizo reír, el soltó un leve suspiro y apoyo sus brazos en el borde el puente, pude ver que llevaba mangas blancas, de una camisa para ser mas exactas.

-Creía que los súper héroes eran hombres fuertes y atractivos

-¿Y que pasa con la mujer maravilla? Ella es fuerte y asombrosa, y la mejor parte, es única en su tipo, como cualquier mujer

-Creo que tienes las expectativas un poco confundidas...

-¿Tu crees? Mi madre suele decir que cualquier mujer es simplemente asombrosa, tienes esos poderes especiales para hacerte subir de peso sin siquiera cocinar, es como que te inyectan su grasa mientras duermes- Mas carcajadas- Eso mas lo de los superpoderes, aun sigo esperando a aquella ave.

Me tape la cara, el dialogo era tan idiota, pero era un dialogo para mi.

-Por favor, mañana puedes vivir una gran aventura y puede que te la pierdas por solo rendirte ahora... Por favor, baja- Decidí obedecer, no era porque tenia razón, solo me hacia sentir muy mal saltar enfrente de ese alguien , luego de gastar su tiempo en mi, le dolería, y yo era muchas cosas, pero no una mala persona.

Me baje de aquel lugar y me aleje del borde, luego me quite la capucha.

Aquella persona, me miro confundido un momento, luego abrió los ojos como si algo hubiera hecho "Click", Eso duro solo un segundo, luego todo su rostro se paso a una sonrisa calmada, llena de secretos, pero tan relajante al mismo tiempo.

Se notaba a leguas por su físico y su voz que era mayor que yo, se le podía llamar un adulto, llevaba pantalones levemente ajustados de un color oscuro, una camisa blanca y un chaleco color negro, era una ropa extraña para usar a estas horas, pero al mismo tiempo muy elegante.

Su cabello era de un castaño oscuro, casi llegando al negro, algunas puntas cubrían parte de su ceja derecha y tocaban su ojo, los cuales eran café y poseían una mirada calmada, vacía de cualquier deseo de juzgar, estos estaban rodeados de unas notables ojeras, además de una barba de tres días, eran detalles tan comunes, pero que en el me llamaban tanto la atención.

-¿Quién eres?- Era la única pregunta que rodeaba en mi cabeza, quien era ese caminante al azar que podía tener la buena intención de cruzarse en mi camino. El solo sonrió alzando un hombro con alegría.

-Soy Drake