Dear Drake

9

"Puedes escuchar mi llamado?... soy tu"

Escuche un ruido y me eche a correr, seguí corriendo incluso cuando mis piernas ardían. Estaba enferma y nadie podría curarlo, primero un puente, luego una carretera. Algo mas fuerte dentro de mi elegía los movimientos y yo solo obedecía.

La misma cosa dentro de mi mente que solo disparaba imágenes, una detrás de otra, a la misma velocidad que mis piernas se movían.

La voz venenosa de cada persona que había conocido, cada maldito mensaje que alguna vez me había llegado, el desprecio de mi madre, la horrible cara de Nathan, su manos, su respiración, su lengua...

Recordé cada día que me había sentido invisible para todos, la horrible figura reflejada en el espejo de mi baño, las marcas en mis brazos.

Seguí recordando, el día que tuve que abandonar a mi hermana, aun podía escuchar su llantos y cada uno de sus pequeños gritos se clavaban como dagas, en mi pecho y causaban una horrible bola en mi garganta.

Escuche el ruido de un auto y me eche en el suelo. Recordé como el mundo me odiaba.

Sentí que mi boca se llenaba de tierra y no dejaba el aire entrar o salir, y simplemente cerré mis ojos.

Luego, recordé algo mas.

Estaba corriendo por el parque, mis zapatos blancos estaban mojados por culpa del pasto del verano, una silueta se alejaba de mi y yo corría tras ella, pero sabia que no estaba asustada, por la misma razón que sabia que cuando mas la necesitara, ella giraría y me llevaría entre sus brazos de nuevo a casa... Nunca había tenido esta clase de recuerdo, casi podía sentir que podía tocar... a aquel hombre que perseguía.

Me puse de pie y volví a correr, no me importo a que distancia se podía encontrar aquel auto de mi, perseguí esa silueta, ese recuerdo, Me meti en el bosque, aun buscándola. Y por un segundo, volví a aquel parque.

Sentí un fuerte dolor de cabeza y una sensación de mareo, toque con la palma de mi mano lo que parecía ser un tronco talado de un árbol, mi frente comenzaba a sangrar.

El cielo sobre mi gruño, pero ninguna gota callo.

Confundía, me puse de pie y eche a caminar por aquel bosque, en busca de aquel recuerdo, aquella sensación.

La misma sensación que sentía al ver esos ojos verdes, llenos de mentiras, llenos de rencor...

Logre salir del bosque y camine por la ciudad, las personas me miraban, pero mi mente estaba en blanco. Y mis oídos aturdidos.

Sentía algo húmedo gotear por mi frente, pero mi mente se había desconectado entre recuerdos, Sentí olor a vino, por un momento, y solo por un momento pude ver una sala.

Un grupo de señores caminaron a mi par, me dijeron que conocían un buen lugar, Me senté en un carro y mi mente se nublo.

Volví a despertar en una cama ajena, aun no era de día ¿Cuánto tiempo había pasado?

-Voy a comenzar a cóbrate por venir aquí- Madeline entro a su cuarto.

-¿No te alcanza para mas comida?- Ella se quedo en silencio, acomodo su cabello y salió del cuarto- No tengo tiempo para esto.

Note que mis sabanas estaban manchadas de sangre, lleve mis manos a mi frente y encontré mas sangre. Drake entro al cuarto, Se había lavado el cabello desde la ultima vez.

-¿No crees que pasas mucho tiempo con Madeline?- El se acerco a la cama con una caja en la mano.

-No crees has subido a muchos autos de desconocidos inconsciente.

-Pues todos los caminos llevan a roma – Me cruce de brazos- ¿Me están siguiendo?

-Para nada, por mas de que eres muy confiada, el hombre a cuyo auto subiste si quiso ayudarte, era el padre de Madeline- Saco de la caja una pequeña gaza y desinfectante.

-Hubiera preferido que me secuestrara- El no mostro expresión alguna, solo aplico el desinfectante en mi frente, fue doloroso.

-No tienes que se amable conmigo solo porque eres un maldito sirviente, por mi te puedes ir al infierno.

-Cierra la boca, intento limpiar esto ¿Qué mierda hacias en el bosque a estas horas?

-Lo mismo que un criminal supongo.

-Carry, tu no..

-¿Sabes? Me di cuenta que en estas semanas que te he conocido no me he enterado una mierda sobre tu vida. Si tu y la otra forman parte de una secta y van a matarme, adelante- Le quite la gasa de la mano y se la arroje a la cara- El solo suspiro y puso un dedo en mi frente molesto.

-No estas concentrada, y vez las cosas de forma herrada.

-No me toques

-No es lo que pensabas hace un par de semanas cuando me esperabas en la cafetería- Sonrió divertido, apreté los dientes con odio- ¿Por qué me odias tanto?

-¿Y te lo preguntas? Me mentiste Drake, me hiciste creer que... pensar... quería... No te importa!

-Yo no te menti, soy un sirviente, pero eso no cambia nada, eras tu la que aparecia en la cafetería.

-Claro que me mentiste, no quiero estar cerca de un criminal como tu ¿Qué has hecho? Robar, matar, o eres un jodido violador ¿Eh?

-Nada de eso.

-Entonces?

-No tuve elección

-Claro que la tuviste, nadie mas que tu se mancho las manos de sangre.

-Entiende de una maldita vez que nunca estuve en la cárcel!

-¿Qué? – El levando dos de sus dedos.

-Eres un sirviente, como un prisionero, o por trabajo, pero todo el mundo se olvida de lo segundo.

-¿Esperas a que me trague eso?

-Puedes creer lo que se te venga en cara cariño, pero yo solo trabajo de esto. Puedes fijarte en mi expediente.

-¿y porque mierda dejas que la gente te pase por encima?

-Yo debería hacerte la misma pregunta ¿Verdad? –Le di un golpe molesta, el no se inmuto.

-Tu no sabes nada, solo te gusta jugar conmigo, eres un maldito Drake. ¡Te odio! ¡Todos me ven la cara! Todos juegan conmigo y me restan valor... todos –Comencé a llorar sin razón alguna, solo deje que el nudo en mi garganta fluyera arrastrando lagrimas con el.

-Carry –Limpio mi cara con sus pulgares- Se que has pasado por cosas duras, cada parte de ti lo pide a gritos, pero estas viendo las cosas en la perspectiva incorrecta. Insultas a Madeline, cuando ella solo quiere ayudarte, te insultas a ti misma, cuando eres lo mas preciado que tu tienes.

-Solo dime algo que pueda hacer.

-No puedo solucionar tu vida, pero puedo mostrarte las cosas en una perspectiva diferente, si me dejas ayudar.

-Luego de como te trato ¿Por qué querrías ayudarme?

-El trabajo de los sirvientes es servir aunque nos vean como un trapo para jugo- Eso me causo una pequeña carcajada. Volvió a tomar los materiales para curar y termino de cerrar la herida- Tu si puedes elegir, yo elegí ayudarte en aquel puente, y no me gusta echarme hacia atrás...- Guardo las cosas y se retiro del cuarto- Descansa.

Las sabanas se volvieron mas pesadas, entregándome a los seductores brazos de Morfeo. Mis sueños eran oscuros y pesados.

"Puedes sentirme? Soy lo que mas anhelas?... "