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La siguiente semana fue algo repetitiva, a la salida de la escuela iba a la cafeteria y tomaba un cafe. A veces, la unica comida que comía en el día pero valía la pena.
Era normal que Drake fuera allí en sus descansos, podía llegar tarde pero siempre llegaba. Siempre hablábamos.
Lo se, soy una idiota por dejar que mi dia se concentre en un desconocido que conoci en un puente... Pero el es tan extraño, tan unico y diferente. Tiene una mirada cansada por lo que nunca he sentido esa sensacion de que alguien te esta juzgando en lugar de escucharte.
Ese pequeño contacto con algo de humanidad era todo lo que necesitaba para mantenerme con vida.
-La profesora de Arte y de matemáticas comenzaron a pelear en el receso la semana pasada, y esta semana nos hicieron votar por que materia es mejor, hubo comida y horas libres, fue interesante- Espere una carcajada de el, pero no hubo respuesta, levante la vista pero siquiera me estaba mirando. Su atencion estaba fija en una televisión cercana a nosotros. Habia una noticia acerca de una nueva masacre de sirvientes, parece que esta vez hubo un niño de por medio.
Era extraño, parecia que cada vez había mas odio hacia ellos, aunque no me sorprendía, ellos eligieron ese camino, como todo lo que pasa en nuestras vidas.

Volvi a fijar mi atención en Drake, su taza estaba temblando, algunas gotas se demarraban a causa de esto, seguía mirando la noticia.

-Hey- Logre captar su atención- Tranquilo.
-Lo lamento... estabas hablando de tus profesores -Volvio a mirar la pantalla- Son unos monstruos.
-¿Que?
-Era un niño
-Eran criminales- Sus pupilas se dilataron en ese momento y luego levantó las cejas asombrado.
-¿Un niño?
-Si era un sirviente... debe ser por algo ¿No? Asi son las reglas- La taza de cafe se solto de su mano y callo sobre la mesa rompiéndose.
-Mierda- Se puso de pie rápidamente y comenzo a intentar limpiar con unas servilletas cercanas a nosotros, yo hice igual. - Tu aun no vas a botar.
-¿Que?
-Que para la ley, no eres lo suficientemente lista como para elegir el futuro del país. Para ellos esa ley no aplica en ti. Pero si la ley de trabajar y- Corte la charla en ese momento.
-¿Por que te preocupas tanto por un estúpido sirviente?- La gente del lugar se quedó en silecio y clavaron su mirada en nosotros. Drake siguió limpiando hasta que llegaron los meseros. Yo solo me quede alli, odiaba tener a tantas personas susurrando por mis acciones.
Luego de que los meseros limpiaron todo se retiraron y nos dejaron la mesa vacia salvo por una porción de pastel a medio comer y mi taza casi terminada de cafe. Drake solto un suspiro y volvio a sentarse.
-Lamento lo que dije.
-No, eres libre de juzgar a las personas como quieras.
-No es que los juzgue Drake, es la verdad que todos sabemos... ademas, esta mal visto que uno se rebaje a su nivel. - Asi como nunca te metes en el camino de un suicida, no te puedes meter en la vida de un exclavo. El miro su reloj y tomo un bolso cercano a el, luego saco algo de dinero de su bolsillo y lo dejo sobre la mesa.
-Debo volver al trabajo- Camino a la salida. - Se me está haciendo tarde.
Yo solo me que alli en silencio.

Cuando llegue a casa me recoste en mi cama y comence a investigar, habian tantos trabajos que necesitaban traje. Luego comence a compararlos con loa trabajos que podias obtener en esta ciudad y sus requisitos. El que mas se parecia a algo que Drake podia hacer era el trabajo en una oficina cerca del centro. Drake es inteligente no sorprenderia que trabaje alli, además la ropa era parecida a la de los trabajadores alli.

Lo unico que no me cerraba era porque se sentiría avergonzado de decir que trabajaba alli.
Lentamente tipe su nombre en el buscador, entre varias propagandas habían varios enlaces a diferentes cuentas de Facebook, sin su apellido me tomaría un buen tiempo encontrarlo.

Escuche la puerta de mi cuarto abrirse, pude escuchar a Nathan entrar y baje la tapa de la laptop, se acerco lentamente y mi mente se bloqueo.

Estaba sentada en la cafeteria, había pasado toda la mañana alli, no tenia ganas de ir a la escuela. Todo mi cuerpo dolia.
Jugaba con las servilletas desde hace rato, algunos meseros me miraban, no me importaba.
Seguí esperando, e imaginando, prefería imaginar lo perfecta que podia ser la vida de alguien mas, viviendo solo, con un trabajo, un estudio..  una familia.
Mi mente volvió a Drake ¿Como era su vida? ¿Tenia mas familia? ¿Que tal si estaba casado? ¿Sera agradable trabajar de lo que el?

Llego casi corriendo a la cafetería, miro por la ventana y pego un salto cuando noto que lo estaba mirando, parecía loco. Se quedo un momento de pie y luego entro, ahora parecia mucho mas calmado. 

-Hey- Dijo- Lamento la demora- Es algo loco, nunca arreglamos encontrarnos aqui, es solo algo que paso. 

-No te procupes, ni llevo tanto tiempo 

-Pues para no llevar tanto tiempo, ya tienes una taza de cafe 

-Ohh, pues

-¿Esta todo en orden? 

-Si- Luego de mi respuesta, el dejo un bolso al lado y se sentó, su labio inferior tembló un momento. Me recordaba a Marcus, Una vez se habían drogado en la escuela, estaban muy acelerados y su cuerpo se movía de forma involuntaria. Eso me asusto. 

-Te he traído algo- Saco de su bolso una pequeña caja- Es algo que encontré por allí, no es la gran cosa, pero... -Lo abrí con cuidado, era un pequeño collar con una Amarilis de plata. 

-Me encanta, pero no tendrías que haberte molestado 

-Es que es algo importante que quiero que recuerdes- Se quedo en silencio y me miro levemente preocupado- ¿Esto es extraño? Digo ¿Te estoy incomodando?

-...

-No soy un mal tipo, solo lo vi, pensé en ti y quise traerlo -Se llevo una mano a la nuca- No se porque lo he hecho, pero no quiero que creas que yo -Miro nervioso a los camareros. 

-Esta bien, confió en ti -Me puse el collar, nunca lo había visto preocupado. Y si, me estaba metiendo en algo peligroso... Pero no tengo nada que perder. -¿Que tal si pedimos un cafe? 

Dear DrakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora