Marvel | One Shots

40. Pietro Maximoff.

Título: "Palomitas y madrugada".

Personaje: Pietro Maximoff/Quicksilver.

Partes: 1/1.

Lenguaje: Joven/Adulto.

Dedicación: LauraGarduza y ElDiabloEnTangas que esperaban este OS 😂

*

¡Hambreeeee! ¡Hambreeeeee!

Me muero. Agonizo. Moriré aquí. Hablo en serio. Me iré al infierno al que pertenezco desde que nací.

Okey. Tal vez no es taaaaan grave.
Pero si no como juro que alguien pagará por eso...
Y probablemente sea Stark que me comprará una hamburguesa o algo.

Bufo cansada y aquí, damas y caballeros... es cuando el hambre le gana a la pereza.

Me levanto del sofá y arrastro mis pies hasta llegar a la cocina. A ver... comida, comida... no voy a cocinar. Apenas y pude llegar hasta aquí.

Ñeh, palomitas. Fáciles de preparar. Fáciles de comer.

Coloco el paquete en el microondas y espero tranquila para servirme, aún con pereza, un poco de refresco. Cuando una ventisca me despeina horriblemente para que mi hermoso cabello combine perfectamente con mi estado... de pereza.

- Hola, ____ - dice con su hiperactividad normal. Hago una mueca dramática. ¿Cómo es que estoy tan perezosa y el tan hiperactivo? Al ver mi expresión algo incómodo -. Hum... ¿porque la cara? ¿te molesta que te salude? - pregunta confuso mirándome y parpadeo desorientada.

- ¿Qué? No claro que no - comento negando y suspiro para beber un poco de refresco -. Solo que... ya me había arreglado el cabello esta mañana - comento algo divertida señalando mi cabello.

- Oh, lo siento - comenta sonriendo apenas y se encoge de hombros para acercarse a intentar arreglar mi cabello. Una misión imposible, a decir verdad.

Voy a aclarar un par de cosas:

1. Para arreglar mi cabello tiene que estar malditamente cerca de mi.

2. Esta con su traje, el cual marca endemoniadamente bien sus músculos.

3. Es un sokoviano condenadamente atractivo de metro ochenta y cabello blanco, por el cual hace semanas, mi estómago forma... ¿demonios de tasmania? Que crean tornados dentro volviéndose locos.

Respiro lo mas regular que puedo mirándolo atento mientras él no parece notar que estoy a punto de hiperventilar. Miro cada pequeño detalle de su rostro para pensar en algo que no sea él a solo centímetros de mi rostro.

Todo esto, hasta que soy literalmente salvada por la campana. El sonido del microondas con mis palomitas ya listas es mi salvación.

- Olvídalo, es misión imposible, speedy - comento negando para rápidamente alejarme y correr por mis palomitas. Saco el paquete del microondas, abro el refrigerador para tomar una lata de refresco y correr fuera de la cocina como si mi vida dependiera de ello.

Entro en mi habitación y cierro la puerta con traba para lanzarme a mi cama a comer. Prácticamente me atraganto con las palomitas distrayendome.

O al menos así era hasta que Pietro toca la puerta.

- ¿____? ¿Qué fue eso? - pregunta confuso del otro lado. Miro mi paquete de palomitas, suspiro para levantarme y camino a la puerta. En cuanto la abro veo a Pietro con los brazos puestos como jarras - ¿Me vas a decir que fue eso? - pregunta mirándome fijamente y yo miro las palomitas para mirarlo a él. Así varias veces bajo su fija mirada. Termino lanzandole el contenido del paquete a la cara sonriendo divertida y volver a cerrar la puerta trabandola.