Cap. 1: ¿Bestia u Hombre?

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Ya era tarde, el sol desaparecía lentamente en el horizonte la oscuridad colmaba profundamente al pueblo no era algo que me preocupara después de todo, los guardias siempre estaban atentos y nunca pasaba nada emocionante. Pero aun así quería llegar cuanto antes a casa, con mis padres de viaje concurrentemente debía mantener todo en orden. Divisando algo lejanamente pude notar un pequeño bulto en lo que parecía ser la entrada de mi hogar, me exalte un poco quizás era algún animal que por mala suerte cayo ahí, pero al acercarme a mi lugar de residencia observe algo que colmo de curiosidad todo mi pensamiento. Un hombre yace echado en el suelo por su condición, no creo que pudiera valerse por si mismo, aun así no era un pordiosero tenia vestiduras oscuras pero aun así llamativas singularmente, estas se hallaban rasgadas en distintos lugares, como si le hubiesen dado una paliza o en otro caso el hubiese estado dando una, en su cintura poseía algo que era inusual de ver en un civil o al menos en un ciudadano, por sus dos singulares espadas pude reconocer inmediatamente que era alguna clase de samurái o quizás un ninja. Sentí un ligero gusto después de todo desde hace mucho tiempo había admirado a los guardias de la aldea pero definitivamente un samurái era claramente superior, siempre había soñado en convertirme en uno pero por la creencia de mi madre de que solo lograría dañarme a mí mismo y que no estaba hecho para eso deje a un lado los sueños de mi niñez. Mis abstractos pensamientos se vieron súbitamente detenidos por algo que se filtraba ligeramente entre mis dedos con un gran temor baje mi mirada esta caía pesadamente, una parte de mi me gritaba que viera que sucedía y otra me decía que huyera de ese lugar, sin embargo la curiosidad pudo más que el temor, decidido, dirigí toda mi atención solo para descubrir que este extraño perdía su vida, la cual frágilmente se apartaba de este mundo; ese líquido, ese extraño calor bajo mis pies era su sangre que había alcanzado mis tímidos dedos que ahora trataban de esconderse, en mis sandalias las que siempre había sentido grandes pero ahora resultaban encogerse haciéndome sentir que era inevitable que me mancharan de la sangre que al parecer eran de un inocente, solo ahí en ese punto con algo de valentía o lo que cualquiera tomaría como estupidez logre voltear hacia la senda atrás de mi, solo para darme cuenta que un ligero trazo de sangre y tierra se había marcado hasta el lugar donde reposaba este extraño visitante era el mismo camino que yo una vez seguí hace pocos minutos, ¿Acaso este hombre planeaba venir por mi? ¿Era un ladrón, un maleante? ¿Porque a mi? Después de lo que parecían un montón de pensamientos inútiles sentí como una mano atrapaba mi tobillo fuertemente como si no me fueran a dejar escapar de ese lugar, temí que este se convirtiera en mi tumba y con la fobia que colmo mi mente simplemente cerré los ojos esperando que me soltaran y escapar, pero sin lograr impedirlo mi curiosidad parecía condenarme esta se volvía mas grande que mi miedo con algo de valor abrí uno de mis ojos, quería ver su rostro, quería saber quien era este extraño visitante al menos quería tener esa imagen de lo que me causo tanto terror en esa noche, tener un contacto visual siempre había creído que a través de los ojos se lograban reconocer los sentimientos pero sentí aun mas temor cuando lo observe directamente, su mirada era nefastamente extraña no podía reconocer emoción alguna en ellos parecía que hace mucho, que en su cuerpo o en su mente no había nada que motivara el brillo de sus ojos, el que para mi hace bastantes años murió. De sus labios salieron dos palabras casi inentendibles. Aún no logro comprender si fueron "ayúdame por favor" o quizás algo que simplemente no tenia significado, después de ese débil esfuerzo por hablar el hasta ahora desconocido visitante bajo su mirada y desfalleció, no sabia si había muerto no sabia si viviría pero lo único de que me pude dar cuenta es que perdía tiempo al razonar tanto, torpemente logre levantarlo como pude con todas mis fuerzas que eran pocas pero, aun así logre elevarlo del suelo e ingresarlo a la morada de mis padres, sabia que me metería en un gran lio si se enteraban que deje entrar a un vagabundo a su parecer, pero yo sabia que había algo diferente en sus ojos con ese minúsculo contacto visual que tuvimos, solo un instante me basto para comprender que él era diferente a todo lo que había conocido hasta ahora, al menos no debería preocuparme por eso después de todo estoy solo al menos hasta que ellos vuelvan. Una vez adentro logre colocarlo en el suelo para tratar de arreglar sus heridas, por insistencia de mi madre había aprendido algunos conocimientos básicos de medicina no sabia si estos serian los suficientemente amplios como para atenderlo pero aun así no parecía importar, era intentarlo sin miedo a lo que sucediera su vida se desvanecía lentamente así que con velocidad atravesé parte de mi casa corriendo a buscar las medicinas que ella solía mantener en la habitación principal y volví corriendo torpemente, después de todo traía en mis manos un múltiples cosas que me dificultaban moverme a donde estaba el causante de todo este alboroto en mi hogar, con emociones encontradas como la fascinación y el miedo tome sus espadas después de todo no quería que provocaran interrupciones las coloque como pude sobre la vestimenta que quite de su parte superior, esta estaba manchada de sangre y muy dañadas, mas de lo que parecía la primera vez que las observe tenían múltiples rasgaduras que quitaban parte de su atractivo pero sobre todo así se podía lograr ver que era de una tela muy cara ya que era muy refinada y transmitía una increíble suavidad al tacto casi parecía un refugio paradisíaco para mis dedos, una ves que termine de organizar todo logre notar que este hombre había recibido una gran cicatriz en el pecho no era profunda pero definitivamente seria producto de un dolor intenso, incluyendo a esta había una gran puñalada en su hombro que me permitía ver dificultosamente su hueso. Con gran torpeza cubrí la herida no quería que siguiera desangrándose, trate como pude sus heridas mientras mis mano se cubrían de sangre, lograba olvidar lo poco que me habían enseñado hasta ahora pero de manera rustica fui capaz de curar ese gran corte de su pecho, por ahora no significaría una gran preocupación mientras tanto debía mantener en total reposo al extraño y en cuanto el gran daño que recibió en su hombro no lograba comprender como fue capaz de siquiera lastimarse de esa forma, como pude desinfecte su herida de la manera tradicional, vertiendo un liquido capaz de causar un increíble dolor pero a la vez eliminaba cualquier rastro de tierra o mugre, con gran duda hice los demás procesos necesarios para cerrar su herida, quizás si sabia mas de lo que pensé y esas aburridas clases de medicina de mi madre habían sido útiles, asimismo de esas grandes heridas solo poseía ligeros raspones y cosas de menor interés medico me tomo alrededor de unas horas terminar de tratarlo. Una vez finalizado mi trabajo en su heridas limpie el desorden que había causado y con una manta cubrí al extraño este quizás me lo agradecería cuando despertara, después de eso simplemente trate de dirigirme a mi habitación a la cual llegue con torpes pasos el cansancio no era un buen acompañante para la coordinación, al entrar a mi recamara retire mis prendas que se encontraban manchadas de sangre para después sentarme dejar mis sandalias en su lugar, al estar acostado no pude conciliar el sueño que tenia que no podía simplemente cerrar mis ojos y dormirme. Quizás muchas preguntas venían a mi mente ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué no pidió ayuda a alguien? ¿Por qué hasta a mi puerta? El destino extrañamente jugaba conmigo quizás había un motivo para todo esto tal vez simplemente algo me esperaba en un futuro, pero por ahora solo debo dormir quizás mañana pueda obtener alguna respuesta para calmar esta gran duda que consumía mi pensamiento.

Abrí mis ojos, ¿que sucedía? ¿Por cuánto se supone que dormí? Si fue una hora aun sentía que dormí unos pocos minutos. Pero algo aun mas importante ¿Que logro despertarme? Mi madre siempre me decía que era una roca para dormir y que nada lograba moverme de mi cama por las noches e incluso por las mañanas. ¿Qué pasaba? Un ruido proveniente del lugar de reposo de el visitante, eso fue lo que ocurría, podría ser que sus compañeros vinieron a buscarlo, lo mas rápido que pude me levante me vestí con una prenda diferente a aquellas llenas de sangre y suciedad, apenas y terminaba de cerrar la parte superior de mi traje cuando al entrar al siguiente cuarto me encontré con aquel extraño de pie y mirándome fijamente.

Por alguna razón mi piel se erizo, sentía un escalofrió gélido que pasaba a lo largo de toda mi espalda llegando a mi cuello una vez ahí me di cuenta de cómo era realmente su mirada, vacía, oscura, triste y al parecer no poseía algún sentimiento de alegría. Acaso este era un hombre o un monstruo ¿Quien era capaz de perder toda su humanidad? Solían decirme que el razonamiento era los que nos separaba de las bestias pero además de eso los sentimientos, esa capacidad de entender, comprender y admirar todo lo que nos rodeaba era los que nos terminaban de hacer claramente superiores.

Antes de que terminara con estas ideas en mi mente el extraño comenzó a caminar lentamente hacia mí, ninguna persona normal seria capaz de caminar con tanta naturalidad después de semejantes heridas y mas en un estado de recuperación, que demonios pasaba aquí había algo mal este tipo en realidad era humano, no hay nadie capaz de soportar algo así, ¿Debería correr? ¿Acaso huir era mi única opción? Con su voz algo tenebrosa y tétrica, pero de cierta forma refinada pregunto – ¿Cual es tu nombre muchacho?– mientras pronunciaba estas palabras el extraño se inclino un poco hacia a mi, su altura en comparación a la mía era bastante notable además de eso poseía un extraño cabello oscuro pero aun así brillante, sus ojos eran grises falto de emociones como había podido notar desde que hizo acto de presencia en mi puerta. Parecía entrenar bastante ya que su musculatura lo hacia notar. – ¿Acaso eres mudo? – Replico de nuevo el hombre, esta vez con un tono de voz mas serio e intimidante de cierto modo, con algo de valor o quizás por mera cortesía conteste con un tono de voz quizás bajo –Soy... Soy Kakuru– al escuchar la respuesta el extraño simplemente dio media vuelta, tomo sus espadas además de eso el singular kimono que portaba este aun estaba ensangrentado y hecho pedazos pero no pareció importarle.

Después de arreglar la parte superior de su atuendo, el hombre se preparo para partir del lugar pensé en preguntarle al menos su nombre cuando me prepare para abrir mi boca y decir lo que seguramente iban a ser torpes palabras, el extraño levanto la mano en símbolo de despedida y comenzó a marchar a través del largo pasillo, entre tanto menciono algunas palabras –Gracias por todo Kakuru... debo marcharme solo por ahora, te veré mas pronto de lo que puedas imaginar–. Esas ultimas palabras causaron conmoción en mi, como podía estar tan seguro, que le daba esa confianza había algo extraño en torno a todo lo que se refería a el, aun algo tambaleante se escapa a través del umbral de luz que comenzaba con el nuevo amanecer.

Que sucedía, que era lo que me pasaba sentía una extraña sensación como si quisiera comprender que le había sucedido a ese hombre definitivamente no iba a cambiarlo, pero quizás el podría mostrarme una respuesta que por tanto tiempo había atormentado mi mente. No podía seguirlo imprudentemente primero debía prepararme quizás, en futuro próximo salga en su búsqueda así quizás encuentre lo que con tantas ansias he buscado.

Hace ya unas horas que se marcho el extraño, aun rondan en mi mente esas palabras "Te veré mas pronto de lo que puedas imaginar..." Quizás el destino había preparado todo esta escena que logre presenciar para indicarme algo, pero no logro interpretarlo mas por reflejo decidí alistar todo lo que necesitaría para un viaje largo. Así que con algo de apuro me dirigí a mi habitación en ella suelo guardar todas mis pertenencias entre ellas mi ropa, mis sandalias de madera y otras cosas que cualquier joven de mi edad podría llegar a tener no era alguien "genial" o "resaltante", eso fue lo que me impresiono mas ¿Qué podría interesarle de mi? Nunca en lo que llevaba viviendo había tocado algún arma a excepción de cuchillos de cocina, o cosas de ese tipo sin darme cuenta ya había guardado todo en un bolso antes de partir decidí hacer dos cosas.

El Nacimiento de un VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora