Yo

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Ahora hablaré de mi.
Así que escuchame bien
porque no se que saldrá de todo esto.

Me he perdido, a mi,
tan cerca estaba
y me he perdido.

Me despierto siendo yo.
Salgo a la calle siendo yo.
Camino siendo yo.
Pero a la hora de cruzar palabras...
¿Quién soy?
¿Quién soy?
Preguntales a las personas con las que hablo.
Ellas te describirán a alguién.
A mi.
Yo mismo lo digo.
A mi.
Pero ese yo ya no es el que se despertó.
Ese yo no suena en la soledad de mi cabeza.
¿Quién es ese yo?
¿Cuándo apareció?

Siempre quise ser el que se levanta
mas nunca pude.

Y esta persona que hoy escribe,
es la que se levanta.

"Cambia" dirás, "conviertete en esa persona que se levanta, en esa persona que escribió esto".
No puedo.
No puedo cambiar.
No es la misma persona.
No puedo matarme.
"Roles" me gusta llamarlo.
¿Cómo mato a un personaje que interpreto sin matar a todos los demás?
¿Cómo me verán los demás actores?

Además,
ningún yo es más real que otro.
Sigo siendo yo.
Pero cuándo otros hablan de mi,
de cualquiera de mis roles,
siento que mienten,
que ese no soy yo.

Y lo peor o lo mejor es lo que hacen estos roles.
Muchos sentimientos piso con cada uno de ellos, sentimientos distintos.
Cuando un rol llora, sufre, sangra...
basta con cambiar y todo solucionado.
El caso es que cambiar a veces rompe algo,
pero no existe otro modo de estar bien.

Y hay veces que la persona que sufre 
ríe
se enfurece
tiene miedo
siente indiferencia.

Puedo manipularme.

Pero es que no dejo de pensar
que por tanto manipularme,
soy una persona artificial.

Perdí parte de mi naturaleza.

Ya no puedo amar como antes.

A veces miro a una persona y digo:
"Ojalá enamorarme de ella y así hacer que todo sea perfecto."
Pero es que con este corazón tan cerrado
ya no siento
con la pasión
de antes.

Llegados a este punto, entre varias pausas ya me he tranquilizado.

Ahora tú
lector.
Te invito a describirme.
Adelante.
Te invito a equivocarte.
Sin miedo.
Incluso yo me equivocaría
porque no hay respuesta.
No hay yo.
No existe nada.
Ninguno de los roles se puede
considerar el real.

Solamente,
verás a alguíen
que usa la misma piel que los otros,
para existir durante un momento.

Búscame
que ni yo mismo me encuentro.

DistorisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora