Disonancias emocionales brotan en invierno.
De repente, un vacío intermitente se siente
en la mente de este ser incandescente
apagado temporalmente; ignífugo infierno.
Más no sé si soy persona o soy ácaro.
Y siento que mi cabeza absurda
se distorsiona con preguntas.
Cuando mueren ¿Dónde van los pájaros?
Cuatro paredes decoradas con ambigüedad
rompen la tranquilidad que sentía.
La soledad solidifica mi energía
hasta que no brillan ni ascuas en la oscuridad.
Aún miro por la ventana en un día eterno
pensando en la realidad que me asesina.
¿Cómo lo que un día son golondrinas
hoy pueden ser solamente cuervos?