Capitulo 11

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Ha llegado la hora. Llevo desde las 7 de la tarde paseándome de camerino por camerino llamando y avisando a cada persona para que salgan a hacer su prueba de sonido. No veo a Alex desde que me dejó en casa a las nueve y no me imagino como tiene que estar por los nervios.

Lucía está conmigo junto con las demás chicas al lado del escenario, miro a mi alrededor una y otra vez por si aparecen, tienen que estar al llegar para hacer su prueba de sonido. Las chicas y mi amiga me dejan sola porque deciden ir a comprar algo para no deshidratarse en el show.

—Bu —me asusta Alex por detrás mio.

—Joder, tu no podías saludar normal ¿no? —río dándole un pequeño puñetazo.

—¡Eh! Encima que te llevo a ver el amanecer... —se hace el interesado.

—¡Que chantajista! ¿nervioso?

—Mucho...

—Huuuuuuuula Paula —aparece Jorge por mi lado para abrazarme.

¿Que les pasa a todos hoy? Tantos nervios acaloran mi apariencia aquí.

—¡Chicos! —alzo la mano y les llamo a todos—, vamos a hacer la última prueba de sonido y música, primero Alex y Jorge, acto seguido Leo, Mixta... —levanto la vista para asegurarme de que me están escuchando todos.

Todos asienten y hacen caso a mis ordenes. Tardan menos de dos minutos en probar y se aseguran que todo vaya tal como lo han planeado. Les mando a sus camerinos a que ensayen y empiecen a arreglarse para su show. Tengo mil ganas de que todo empiece.

Lucía llega con demasiada munición para todo el show y yo decido escabullirme antes de comerme todas las chucherías. Nada mejor que ir a ver como van mis chicos. 

—¿Se puede? —pregunto al abrir la puerta de los camerinos de mis chicos.

—¡Pasa peque, estoy solo! —escucho el eco de la voz de Alex.

Mi estomago siente una punzada al escucharle dirigirse hacia mi de esa forma tan peculiar que le ha dado por llamarme ahora.

—¿Y los demás? —pregunto curiosa.

—A comprar  no sé qué para comer —ríe—, ¿Querías algo?

Su puta sonrisa. Alguien puede decirle que deje de ser así, por favor.

—Avisaros de que ya se han abierto las puertas y que en veinte minutos tenéis el meet and greet.

—Tengo un montón de ganas de ver a esas personitas... —da unas palmaditas en el sillón donde esta sentado para que me siente yo.

—Ya te queda poco... —sonrío.

Nos miramos y se nota a leguas que hay una atracción infinita. Solo quiero dejar de hacerme ilusiones pero es incapaz teniéndole tan cerca de mi.

—¿Me ayudas a ensayar? —pregunta levantándose de mi lado y poniéndose delante del espejo.

—A ver, cuéntame —me pongo a su lado.

Verle con esas mayas me da un vuelco el corazón, es un suplicio.

—Tengo que bailar "Single Ladies" y no me sale el último paso con las manos hacia delante —hace un puchero.

—A ver, hazlo.

Lo hace y me muero de la risa pero me la aguanto.

—¿Te estas riendo? —pregunta mirándome de reojo con cara de intento de enfado.

Me siento de nuevo en el sofá porque las risas van a ser geniales.

—No no, ¿puedes repetirlo que no lo he visto bien? —intento sonar convincente.

Miradas que hablan solas (Stoneismynamee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora