Capítulo 23

976 61 49
                                    

—Mi niña —me tiro encima de la camilla donde la veo enchufada a todos los cables posibles. 

No responde. Está bastante sedada por la grave operación que ha tenido. Me siento en un sillón a su lado, agarro unas de sus manos, la tiene fría. ¿Por qué tiene que pasarme todo a mí? En cambio, a Leo no le ha pasado nada en comparación con mi amiga. Tiene bastantes magulladuras y varias costillas rotas que se les pasará manteniendo reposo y un corsel.

—Paula —se echa a llorar en mi hombro Leo en cuanto me ve-, ¿Dónde está mi niña?

Suspiro repasando con la mirada los cortes y moratones en la parte baja de la cara. 

—Acaba de salir de una operación y está en observación bastante sedada...

—Joder —llora desconsoladamente sentado en las sillas de la sala de espera-, todo por mi culpa, por dejar que conduzca, sus cabezonerías... —se levanta como puede y empieza a dar vueltas por todo el pasillo.

-¿¿Quieres estarte quieto que tienes las costillas fracturadas?? -alzo la voz y vuelve a sentarse.

Me siento a su lado y le acaricio la espalda. Me entristece pensar por lo que están pasando ahora mismo, todo iba genial. Alex ha sido de lo más acertado conmigo, sus abrazos me han llenan. Me escuecen los ojos de tanto llorar pero es inevitable, solo de pensar en poder perderla, se me parte el alma...

—Se va a poner bien, es fuerte y peleona —se gira y pone una mano en mi pierna.

—Hermano —vienen hacia nosotros Alex y Jorge.

Agacho mi cabeza intentando limpiarme las lágrimas para no hacerle ver lo mal que estoy. No quiero hacer que se preocupe y que se vea en la obligación de cuidar de mi sin necesidad. 

—Toma peque —se posiciona a mi lado y me tiende una bolsa—, tienes que comer algo , por favor. ¡Eh! —me agarra la barbilla y se agacha para ponerse a mi altura-, se va a poner bien ¿vale?

Asiento.

—Ve a saludar a Leo, yo voy a ir a verla de nuevo...

—Espérame ¿vale? quiero ir contigo, no quiero dejarte más tiempo sola —besa fugazmente mi mejilla.

Me deja atontada, no sé si porque no he comido nada y no tengo fuerzas o porque necesito más.

Pasan cinco, seis, diez minutos desde que se han ido fuera porque Leo estaba fumando. No puedo aguantarme aquí sentada sin hacer nada y subo para ver a mi amiga. No puede recibir visitas hasta un par de horas, solo puedo verla a través del cristal pero con eso me conformo. Ella siempre tan sonriente, dejándose llevar, tranquila, bailando, cabezota, y ahora la veo así, tan rodeada de cables. 

Un médico pasa por mi lado y abre la puerta de su habitación. 

—¿Es usted familiar?

—Si, amiga. ¿Cómo está? 

—Soy Álvaro —me tiende la mano.

—Paula —se la estrecho cómodamente.

—¿Despertará?

—Claro que si Paula, en cuanto ahora mismo entre y le baje la sedación...en un par de días dejará de estar tan llena de cables —sonríe—, tienes que comer lo sabes ¿no?

—¿Perdón?

Me sonríe ampliamente, tendrá unos treinta años, pelo moreno como los ojos tan marrones que me veo reflejadas en ellos, barba de pocos días.

—Debes comer señorita, se va a poner bien. Le doy mi palabra.

—Quiero quedarme aquí...¿puedo comer con ella? —pregunto mordiéndome el labio. 

Suspira pasando su mano derecha por su bonito pelo moreno. 

—No debe, pero sólo si come la dejaré pasar. 

—Gracias —le rodeo con mis brazos.

Se queda atónito mientras yo me doy cuenta de lo ridícula que acabo de ser. ¿Cómo he podido tirarme literalmente a sus brazos?

—Perdona, la emoción —me retiro avergonzada. 

En este momento aparece Alex. Mierda. El aire se ha vuelto espeso y empieza a ser incómodo. 

—Te he buscado por todo el hospital, estaba asustado.

—Lo siento —susurro con la cabeza agachada. 

Me abraza y el Doctor tose fuertemente. Nos separamos y volvemos a nuestra posición. Le miro con vergüenza y suspiro. 

—Señorita no se olvide de comer, dentro de un rato vendré a ver como se encuentra su amiga y me la llevaré para seguir haciendo pruebas. 

Asiento sonrojada y ambos entramos en la habitación de mi amiga. Alex se sienta en el sillón y yo ocupo un lado en la cama de mi mejor amiga. Saco la bolsa que me ha dado antes y empiezo a comer poco a poco un bocadillo. Está muy bueno, realmente si que tenía hambre pero solo me había preocupado por como estarían ellos. 

—Ven peque. 

Voy a su lado y me siento en sus piernas dándole la espalda. 

—¿Que te traes con ese Doctor?

—¿Perdón? —me giro para poder mirarle mejor.

—Hay tonteo, he visto como te miraba

—¡Vamos Alex! ¿No estarás celoso, no? —se me escapa una sonrisa. 

—No me has respondido. 

—¿Quieres discutir? Porque puedes irte por donde has venido. 

—No peque, lo siento —apoya su cabeza en mi hombro—, estoy saturado, tengo sueño y quiero estar contigo, pero ver a ese tipo observándote como si te quisiese comer, me ha puesto de malhumor. 

—Sólo ha sido amable y ha calmado mis nervios, yo quería saber como ella estaba... —señalo a Lucía. 

—Podrías haberme llamado para hacerlo yo...

—Alex estabas con Leo, te he esperado y mis nervios aumentaban, sólo quería que estuvieses con el como se merece, no creo que sea para tanto.

—He visto como os abrazabais 

—Era mi forma de darle las gracias por dejarme comer aquí aún estando prohibido.

—¡Vaya bonita forma la tuya de dar las gracias!

—Te estás pasando, será mejor que te marches.

—¡¿Qué?! ¡No! —suspira mirándome fijamente—, lo siento, estoy paranoico, te imagino besando a otra persona y me derrito...

—No entiendo a que se debe todo este numerito aquí, no quiero besar a otra persona aunque me estoy arrepintiendo de haberlo hecho contigo. 

Cierro los ojos porque la he cagado tanto al decir lo que verdaderamente no pienso. Pero me molesta que realmente piense que puedo tirarme a los brazos de otra persona en cuanto el desaparezca dos segundos y no. Solo es un Doctor que me estaba ayudando a entender mejor la situación de mi mejor amiga. ¿Tan difícil es de comprender?

—Me voy —en menos de un segundo me levanta de sus rodillas y va hacia la puerta.

—Espera por favor...

—Ha quedado todo transparente peque, adiós. 

Mierda. Vuelvo hacia mi amiga y me acuesto a su lado. 

Nena, soy verdaderamente gilipollas ¿lo sabías?

--------------------------------------------

Hola caracolassss.

He vuelto, y traigo un capítulo algo complicado y dulzón.

¿Que os parece? ¡Alex muy celoso!

¡Nos vemos en el siguiente! ¡Un besazo. Patri!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 06, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Miradas que hablan solas (Stoneismynamee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora