08.

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오명 eight page.

Como todos los viernes, me dirigí hacia la parada de autobús para regresar a casa. Mientras esperaba alguien se sentó a mi lado, y ese alguien no era nadie más que Jimin.

No entendía que hacía ahí, jamas tomaba el autobús de regreso. Pero ahí estaba, a sólo unos cuantos centímetros de mí.

Era imposible apartar la mirada. Estaba recostado sobre el respaldar del banco con los párpados caídos, no había que examinarlo demasiado para notar que que se encontraba exhausto. Si él llegaba a abrir los ojos, sin duda estaría muerta.

Finalmente miré en dirección hacia el suelo y solté un largo suspiro. En lo que pude darme cuenta que Jimin se había reincorporado en su lugar al ver llegar el autobús.

Alcé la mirada encontrándome con la suya puesta en mí y por si fuera poco, me dedicó una cálida sonrisa.

Quería sonreír también, pero la expresión de sorpresa seguía plasmada en mi rostro desde que dejó a la vista sus perfectos dientes blancos. Negó con la cabeza con expresión casi que divertida en su rostro y luego subió al autobús.

Me alarme y rápidamente me puse de pie para subir también.

«¿Por qué me haces esto, Park? ¿Acaso esa es tu señal?»

Tomé asiento en el fondo del autobús, mientras que Jimin en el centro. Llevaba auriculares puestos y había recargado su cabeza contra la ventana.

Busqué dentro de la mochila el móvil junto con los audífonos e imité sus acciones sin dejar de verlo. Al cabo de un rato observándolo, me quedé completamente dormida.

Al despertar no lo pensé dos veces y lo busqué con la mirada. Pero me llevé una gran decepción al encontrar el asiento vacío.

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