Capítulo 2.

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Observé cuando se acercó al lago para apreciarlo de cerca, los rayos del sol le pegaban en la frente, se veía aún más hermosa.

Una idea se cruzó por mi cabeza juntó con una sonrisa perversa.

¡Melissa! Grité desde mi lugar.

Corrí tan rápido como pude, que apenas y le alcanzo el tiempo de verme. Ahora estaba sumergida en el lago.

Sacó su cabeza con rapidez buscando oxígeno, no pude evitar reírme por eso.

En cuestión de segundos ahora estaba bajo el agua.

Salí en busca de oxígeno al igual que ella.

Ahora era ella quien se burlaba de mi.

¡Hey! Eso no fue justo. ― Reclamé.

¿No fue justo? Tú fuiste el que me empujo al lago para empezar, ahora aguántate. ― Me tiró agua.

Vamos, admite que fue divertido. ― Ahora yo le tiré agua.

No, no lo fue ahora mi vestido esta arruinando. ― Me tiró agua, y bajó la vista a su vestido. Ups.

Oh lo siento no pensé en eso. ― Reí tirándole agua.

Al menos hubieras avisado.

No iba a ser divertido si lo hiciera.

Eres un tonto. ― Me tiró agua de nuevo. Y así habíamos empezado una guerra de agua.

Sentí un golpe contra mi rostro.

Abrí los ojos de golpe, mis cuatro compañeros me veían muy divertidos, incluso se reían.

Los mire extrañado mientras me tallaba los ojos y me sentaba en mi cama.

Seguían riéndose y no entendía el por qué lo hacían.

¿Qué les pasa? — Pregunté con voz ronca a causa del sueño.

Los cuatro me miraron riéndose bajito.

Es que... Tu...— Alan intentó explicar pero al parecer la risa le ganaba y no podía terminar su oración.

Estabas durmiendo... Y sonreías como bobo enamorado. — Le seguía Freddy ayudando a Alan. — Y como no despertabas no nos quedo de otra que golpearte con la almohada.—Los cuatro rieron de nuevo recordando lo que paso hace unos instantes.

Oh, Melissa, te amo. — Se burlo Alonso.

Los cuatro se rieron más fuerte. Esto me estaba molestando.

Ya basta.

Pero no me escucharon por estarse riendo.

¡Basta! No es gracioso.

Los cuatro dejaron de reír y me miraron.

Vamos Jos, no te enojes, sólo bromeamos.

No seas amargado.(n.a Es normal en él, abeda, sigan leyendo)

No se burlen, no es gracioso.— Los miré serios, ellos bajaron la mirada como niños regañados.

Ya, está bien, lo sentimos.—Se miraron mutuamente y rieron de nuevo saliendo de mi habitación.

Les lance una almohada a cada uno antes de que salieran.

Suspiré y me cambie el pijama por ropa casual.

Cuando bajé al comedor ellos estaban sentados desayunando. Teníamos mucha confianza entre los cinco que éramos como una familia, no teníamos que pedir permiso para entrar en casa de alguno de nosotros, así que era normal encontrárselos de vez en cuando. La mayor parte del tiempo nos la pasábamos en casa de Alonso, o en la mía, aunque también íbamos a casa de Alan, Bryan y Freddy.

Hola, ma. — La saludé besando su mejilla. Me sonrió y me entrego mi desayuno.

Le agradecí y tome el único lugar vacío, junto a Freddy.

Por suerte el desayuno fue tranquilo y sin bromas, bueno al menos no fueron bromas acerca de mí o Melissa.

Esa misma tarde, me dirigí al lugar donde acontecieron los hechos de mi sueño, aquel terreno donde iba años atrás para relajarme. Teníamos el día libre, así que no habían actividades por realizar, por el momento.

Aquel camino había sido remplazado por una gran cantidad de hierba, había pasado años sin venir aquí, y ahora el terreno estaba descuidado. Con las manos intenté arrancarlas, para poder cruzar.

Me tomó mucho tiempo llegar, pero al fin lo logre.
La demás parte estaba igual que la entrada. Suspiré, e hice lo mismo que con el camino.

Antes de que la noche cayera, había quitado casi por completo la hierba. Aún no estaba como antes, pero haría que volviera a la normalidad, no hoy, pero si otro día.

Estaba agotado y moría de sed. Pero no podía irme a casa sin antes ir al lago.

Recordé el camino y fui hasta ahí, esté en cambio estaba limpio, justo como lo recordaba.
A lo lejos pude observar el lago, me apresure y llegue a la orilla, me incline y toqué el agua con las manos.

El recuerdo de mi sueño volvió, una sonrisa se formó en mi rostro.
Observé mi reflejo en el agua, y mi imaginación jugó cruelmente conmigo, podía ver el reflejo de Melissa a mi lado, sonriendo como siempre lo hace.

Parpadeé repetidas veces, y pronto me arrepentí, ahora ya no estaba ahí.

Suspiré cerrando los ojos.

Como quisiera que estuvieras aquí.

Un Deseo 2 » J.C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora