Capitulo cinco

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Al día siguiente, tras la partida del coronel rumbo al cuartel de la costa, Lady Lorna no lograba contener las ganas de hablar a solas con su padre y así poder hacerle entrega de la olvidada carta. Aprovecho la instancia del té, encontrándose a solas con Lord Lehnsherr ya que los mellizos aun no regresaban de pasear por los jardines. Cuando el mayordomo les permitió privacidad la joven rompió el silencio, hablando tan veleidosamente como le fuera posible.

-Note que ayer una de sus cartas quedo olvidada durante el desayuno padre, y me tome la libertad de conservarla para usted- saco la carta desde el bolsillo de su delantal de bordar, leyendo el nombre de quien esperaba se transformase pronto en su cuñado. El conde la recibió sin decir nada, sorprendiéndose al descubrir que luego de años sin contacto, el marqués Summers le mandaba a comentar algo. Rompió el sello y leyó el contenido con tal semblante indescifrable que a Lady Lorna esos minutos le parecieron horas- ¿algo interesante padre? - se arriesgaba a una respuesta negativa por la osadía de preguntar, pero llevaba tanto tiempo cargando la ansiedad que ya no media sus actos con tal de volver a ver pronto a su amado.

-interesante sin dudarlo, aunque también extraño- él miro a su hija menor, preocupándose un segundo por la notoriedad de su entusiasmo, pero dejando luego de sospechar segundas intenciones para empezar a considerar la petición leída- El marqués y la marquesa Summers nos piden hospedaje vacacional, pero expresan fervientemente que no desean entorpecer nuestra vida quedándose en Lehnsherr Hall - la visita de los marqueses pondría sin duda a la casa en boca de todos, cosa conviene considerando que si Lady Crystal aceptaba la invitación no faltarían instancias sociales y buena compañía para que su hijo aplicara un gratificante cortejo- les acompañara su hermano menor, Lord Alex Summers.

- ¡Lord Alex Summers! - la joven no se esforzó en mostrar recato, su padre conocía la amistad que había forjado con Alex Summers, hermano menor del marqués, en los bailes previos al inicio de la guerra. Lo que él y todos desconocían era el desbordante amor que la pareja se profesaba, sin poder más que confiar en que el marqués aprobara la polémica unión. El hermano de uno de los más importantes nobles del país con la hija bastarda de un conde con mala reputación- ¿qué pasara padre? ¿puedo organizar un baile a su llegada? - con la emoción propia de la juventud, Lady Lorna no podía dilucidar las conjeturas que la mente de su padre, con la preocupación constante de la ruina económica, estaba orquestando.

-mandare abrir Portlane Abbey inmediatamente para recibirlos ahí, pero no pueden esperar que mis empleados cumplan dobles funciones, sino que deberán traer los suyo- se levantó para llamar con la campanilla a McCoy, quien apenas había llegado al pasillo de sirvientes cuanto tuvo que subir de nuevo- claro que puedes organizar un baile privado, invita al coronel Howlett, a sus amigos, a todo el mundo. Pero mantente alejada de Lord Alex Summers, esta es una gran oportunidad para que Wanda siente cabeza también- se levantó solemne y se marchó a su despacho para responder la petición, encontrándose en el camino con el mayordomo. Pidiéndole acelerado que enviara personal a abrir su segunda propiedad hasta que los marqueses enviaran a los sirvientes propios.

Lady Lorna, tan atónita como apenada, prefirió callar su dolor para luego hablar el asunto con su hermana, o quizás callarlo sin más.

Dos días completos pasaron desde entonces, Lord Pietro en lugar de mostrarse taciturno y triste se encontraba bastante entusiasmado, en especial por el baile que organizaba su hermana menor para dentro de una semana. No tenía noticias del coronel Howlett y aunque esperaba con ansias conocer cada detalle de su ocupación, estaba tranquilo. Habían acordado mantener correspondencia en las semanas que no pudiesen verse, siempre y cuando el acto se tomara con la calma y propiedad necesarias. Los sirvientes se encargaban de hacer relucir la casa en plenitud, dándole el doble de trabajo a las mucamas en la limpieza profunda de cada cuarto, intentado devolver al apagado Lehnsherr Hall la gloria de la que algún día pudo jactarse el conde.

Casualidades del destino #X-MEN AWARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora