Capitulo dieciséis

175 15 4
                                    


A medida los días se tornaban más sombríos también perecía la vaga esperanza en el corazón de McCoy de volver a ver a Lady Raven. Habia sido tema entre el personal durante varios días, y mientras pudo esquivó los comentarios haciéndose el desentendido, nadie tenía porque sospecharlo, y su actitud pulcra no dejaba tampoco que nadie notara su pesar. Continuaba sirviendo con total entrega, siendo intachable en su trato al conde, quien si dejaba ver su decepción a modo de ira. Tanto mucamas como lacayos servían con especial dedicación, acorde a la temporada que se vivía en Lehnsherr Hall, con una boda a prontas, invitados de cuando en vez y con Lord Lehnsherr especialmente minucioso.

- ¿Está todo listo para la partida de Lord Pietro? - preguntó Quill, el valet se quedaría en la casa pero de igual modo habia ayudado con el equipaje. Esperó una respuesta del mayordomo, encargado de traspasar la información desde el conde hasta los sirvientes. Al no tener contestación instó a la señora Frost- ¿Sabe usted si queda algo más por hacer?

-Su señoría informó que el coronel pasará por Lord Pietro a media mañana, de ahí en más no tengo información Peter, pero si la campana de su habitación no ha sonado creo que no deberías preocuparte.

Llegaron desde el comedor Bobby y John, habiendo culminado el desayuno de la familia y habiéndose retirado todos ellos del comedor los lacayos regresaban a sus demases obligaciones.

- ¿Dónde estan las chicas? - preguntó Bobby refiriéndose a Neena y Kitty- ya deberían estar aseando el comedor.

-Perdóneme su señoría- se burló la ama de llaves, suspirando al pasar para encaminarse a la escalera en busca de las muchachas, quienes efectivamente estaban demorando en asear la biblioteca, topándose con el mayordomo, estático y taciturno a la salida de su despacho- y usted señor McCoy, si se siente indispuesto permítame hablar con Lord Lehnsherr para que le excuse por el día de hoy, lleva varios días medio pasmado.

Él quiso responder que no era asunto que le correspondiese a ella, pero no lo hizo. No podía negarle que estaba en lo cierto, pero era otro motivo, parte del mismo gran englobante, lo que le mantenía al margen de la ama de llaves. Lady Raven le habia mencionado que Sir Charles, aquel día en que perdió la total compostura, nombró a la señora Frost. Habiéndose ido la mujer aquella ya no debería tener motivos para preocuparse del plan orquestado por el profesor, ya no tenía sentido, más no lograba sacarse la duda de la cabeza. ¿Por qué mencionar a la arisca mujer?, ¿Cómo se relacionaba ella en el secreto? ¿Acaso sabia los motivos del despido de Sir Charles?, ¿Acaso sabia la verdad tras la muerte de la condesa? Imposible seria interrogarla con semejantes preguntas sin salir, como mínimo, amonestado por Lord Lehnsherr, pero ya nada tenía que perder, y habiéndoselo dejado su amada fugaz como tarea especialmente encomendada, necesitaba cumplirla. Por esto espero a que la señora Frost regresara con Kitty y Neena como jovencitas regañadas por su mal comportamiento, una de cada brazo tras haberlas descubierto holgazaneando en una de las habitaciones vacías del segundo nivel.

-Señora Frost- dijo desde la penumbra de su despacho, cuando ella le miró comprendió que necesitan hablar en privado. Entró en el reducido espacio y tras un gesto del mayordomo cerró la puerta a sus espaldas.

-Dígame... ¿Decidió acceder a descansar este día? Puedo encargarme de todo señor McCoy, bien sabe usted que puedo.

-Lo sé, lo sé perfectamente- respondió él, desprendiéndose de sus anteojos para que nada se interpusiera entre sus ojos y los sorprendidos ojos de la señora. Hace menos de dos semanas habia poseído a Lady Raven en esa misma mesa por última vez, aun se le complicaban los pensamientos si se dejaba llevar por las emociones. Pero aquel eslabón era el único que le podía esclarecer en algo la totalidad del enigma- es por esto que imagino, pudo encargarse de Charles Xavier cuando fue necesario.

Casualidades del destino #X-MEN AWARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora