---Taichi---
Kei...
Él me protegió.
Siempre está cuando más lo necesito.
Mi amado esposo.
Quería seguir a su lado.
Quería estar con él pero...
Él me dijo que regresará.
Que me pusiera a salvo.
Pero no quiero...
Necesito estar con él.
Al llegar a la puerta me detuve un momento.
No quiero seguir huyendo.
No debo de hacerlo.
Kei me necesita.
No puedo dejarlo.
Lo amo.
Debo de estar con él.
Ser su apoyo.
No puedo dejarlo solo con ese infeliz.
Con ese loco.
Yo debo...
No sabía qué hacer.
Pero no puedo estar aquí.
Yo...
No puedo irme.
No, sí la persona que amo está en peligro.
Volví hasta el lugar y vi a Azumi a punto de enterrarle su espada y tome una de las dagas que estaban en un cuadro y la lancé con fuerza rogando que diera en el blanco.
Y para mi fortuna, la daga se clavó en su mano y Kei le dio una patada en el estómago.
Azumi se cayó al piso y Ken no perdió ni un minuto más.
Tomo sus espadas y una la enterró en su hombro y otra en su estómago.
-Ahg.
Me recargue en la pared mientras observaba a Azumi.
-T-Ta... -tosió- Taichi.
Kei termino de enterrar sus espadas y gruñó.
-MALDITO, MUERETE.
Azumi me miro y me sonrió.
-M-Mío.
-Eres tan patético. –comento mi amado.
-J-Jamás serás feliz. –por la comisura de sus labios se deslizaban hilitos de sangre.
-Púdrete en el infierno. –gruñó.
Ese hombre solo sonrió y cerró los ojos.
¿Acabo todo?
En verdad...
Azumi... ¿murió?
Kei se levantó y limpió sus manos con su chaleco, se lo quitó y lo aventó al cadáver de Azumi.
Él me miro y corrió a mi lado estrechándome en sus brazos.
-Taichi, no vuelvas a hacerlo.
-K-Kei.
-Te dije que no volvieras, -me beso- tenías que estar a salvo.
-No podía dejarte. –solloce.
-Tontito, -beso mi frente- lo único que quiero es protegerte, a ti y a nuestros hijos.
-YO también quiero cuidarlos.
-Taichi, mi amado Taichi
-Te amo Kei.
Él me beso apasionadamente y me volvió a abrazar.
-No hagas más tonterías, no importa si muero yo...
Pellizque sus mejillas con fuerza.
-Sí te mueres ¿Quién nos protegerá?
-Taichi.
-No digas cosas tan egoístas baka. –solloce.
-Mi amor.
-Yo también quiero protegerte, que estés a salvo, por eso volví.
-Lo siento mi amor, perdóname.
-Idiota.
-Tienes razón, -junto nuestras frentes- gracias.
-...
-Gracias por salvarme, por venir por mí.
-Es lo mínimo que podía hacer.
-Cada acción que haces es tan importante para mí. –sonrió.
-Kei, mi amor.
-No llores más Taichi, no quiero que la pequeña se sienta triste.
-¿Pequeña?
-Me encantaría que fuera niña, aunque no me desagrada la idea de que sea otro niño.
Él volvió a besarme y me abrazo.
-Él ya no molestará más, lo juro.
-Lo sé.
-No dejaré que nadie te haga daño.
-¿Es una promesa?
-Con la mano en el corazón.
-Te creo.
-Gracias por todo mi amor.
-Kei.
-¿Sí?
-Eres un idiota. –reí.---Miyagi---
Maldito Eliot.
Sabía que no era de fiar.
Ese imbécil.
Supo cómo jugar sus cartas.
Maldito infeliz.
Hiroki está pasando por algo muy fuerte.
Y ese idiota viene solo a perjudicarlo.
Maldición.
Debemos encerrar a ese imbécil por fraude.
Los agentes que contrate y los detectives de Usami casi lo tienen.
Solo faltan algunos documentos más.
Debo hablar con Usami.
Debemos turnarnos para cuidarlo.
-Miyagi.
-¿Qué pasa Shinobu-chin?
-Estefany no se quiere dormir.
-...
-¿Podrías arrullarla tú? No sé qué tienes pero siempre nuestra niña se duerme contigo fácilmente.
-¿Qué me tratas de decir? –lo mire.
-¿La edad? –rio.
-¿Huh?
-Dicen que las personas mayores duermen fácilmente a los nietos.
-Shinobu-chin.
-¿Sí? –se carcajeo.
-Prepárate porque esta noche te mostrare que no estoy tan viejo.
-¿Eh?
-Ya lo dije.
-S-Sólo bromeaba.
-Yo no.
-P-Pero E-Estefany.
-Como dijiste ella se duerme fácilmente conmigo y no será un problema.
-Y-Yo...
-Así que estate preparado.
-Eso...
-Te amo.
-P-Pervertido.
-¿Ya te lo estás imaginando?
Él se sonrojo y se fue a la cocina.
Yo acurruque a Estefany en mi pecho.
Ya tiene dos añitos y es la imagen de Shinobu.
Aunque es un poco tímida.
Pero cuando conoce más a las personas es muy habladora.
Mis amados tesoros.
Cuando mi niña se durmió la deje en la cama.
-Dulces sueños princesa. –bese su frente.
Camine hasta mi habitación y tome mi celular.
Tenía una llamada perdida de Akihiko. Le marque.
-Qué bueno que contestas.
-¿Qué sucede Usami?
-Debemos proteger a Hiroki, ese maldito de Eliot está tramando algo gordo.
-Me lo supuse.
-Entonces...
-Ya le dije a mis agentes que vigilen su casa, y que si Eliot se intenta acercar lo arresten.
-Bien hecho Miyagi.
Después de aclarar unos puntos, colgué y me recosté.
Espero que todo acabe.
Y que vuelva la paz de antes.
Esa tranquilidad que nos hace falta.
Más a Hiroki y Nowaki.
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Lucha por tu Amor (2° temporada de corazón cautivo)
FanfictionDespués de tanto esperar llega el día más feliz de sus vidas. Nowaki y Hiroki se casarán ya que su amor es más que infinito. Criando a sus hijos... Sin saber que alguien poderoso está tras el castaño, y tal vez otras personas más. Situaciones compro...