Capitulo 3

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Cuando fui mi segunda vez a la cafetería y conocí a ken, el nadamás me vio y me a bordo de inmediato, dijo que ya sabía algo de mí y que ya le agradaba por ello, como se podrán imaginar sabia del encuentro que había tenido anteriormente con Leo, el chico guapo y sexy que se sentó en mi mesa sin invitación alguna y que en la forma que le hable según lo que le contaron sus compañeras de trabajo, yo había sido muy grosera con él y eso le gustaba.

Ken me conto sobre Leo, me dijo su nombre y que sus compañeras dicen que es modelo ellas lo han visto en varias revistas de renombre, que vivía no muy lejos de la cafetería y también que muy temprano en las mañanas salía a trotar y después llegaba a la cafetería por una bebida, dijo que era cliente frecuente, demasiado serio y que un par de veces a intentado bromear con el pero este no parase tener muy buen humor y por esto no le agrada mucho que digamos. Pero desde esa última vez que lo vi hasta ahora no había ido ni una sola vez a la cafetería y eso que yo me la vivía ahora en ese lugar.

Por eso cuando vi que mi supuesto atacante era él sentí alivio pero a la vez mucha vergüenza, le había dado de golpes y creo que se me paso la mano.

Leo estaba en el piso agarrándose la frente, cuando de repente se levanto y estiro su brazo para darme una bolsa de la tienda de conveniencia,

Leo – de nada.

Fue lo único que dijo poniendo la bolsa en mi mano y dando media vuelta muy molesto. Yo abrí la bolsa y note que eran las cosas que había comprado. Corrí hacia él y me puse en su camino dando una reverencia y pidiendo disculpas. El me miraba bastante molesto, yo me erguí y le comencé a explicar el porqué de mi comportamiento, como es que el señor de la tienda me había informado del hombre sospechoso y lo nerviosa que me puse al escuchar sus pasos.

Leo – te hable tres veces, pero creo que no me escuchaste.

Andy – perdón no escuche, creo que por la paranoia.

Leo – me di cuenta, por eso fue que te tome del brazo.

Andy –perdón, al parecer del miedo y preocupación olvide tomarla bolsay las deje en la tienda, muy amablemente me has alcanzado para dármelas, y yo te eh golpeado.

Leo – no te preocupes, ¿pero traes piedras en el bolso?

Andy – no.

Abrí mi bolso y resulta que la vela que me había dado N estaba partida por la mitad, le había dado tan fuerte el golpe a Leo que rompí la vela, saque la vela para ver que tan mal estaba,

Leo – ¿con eso me diste? Con razón dolió tanto.

Hizo una mueca de dolor mientras tocaba su frente con los dedos, note que estaba comenzando a hinchársele la parte superior de la ceja izquierda.

Andy – creo que deberías poner algo ahí, mi departamento está en ese edificio, te daré algo para la inflamación y supongo que también algo para el dolor.

Leo – no, así está bien.

Andy – claro que no está bien, te eh dado tremendo golpe y lo menos que puedo hacer es atenderte, vamos.

Lo tome de la mano y prácticamente lo arrastre a mi departamento. Yo estaba viviendo en un edificio de departamentos no muy grande, de unos cuatro pisos de altura, sin elevador y que el último piso eran un par de departamentos con terraza, había escogido este ultimo para vivir y aunque me daban miedo las alturas ver ese lugar de descanso me daba tranquilidad y la sensación de familiaridad ya que en mi antigua casa tenía un lindo jardín.

Crazy of you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora