Cuando fui mi segunda vez a la cafetería y conocí a ken, el nadamás me vio y me a bordo de inmediato, dijo que ya sabía algo de mí y que ya le agradaba por ello, como se podrán imaginar sabia del encuentro que había tenido anteriormente con Leo, el chico guapo y sexy que se sentó en mi mesa sin invitación alguna y que en la forma que le hable según lo que le contaron sus compañeras de trabajo, yo había sido muy grosera con él y eso le gustaba.
Ken me conto sobre Leo, me dijo su nombre y que sus compañeras dicen que es modelo ellas lo han visto en varias revistas de renombre, que vivía no muy lejos de la cafetería y también que muy temprano en las mañanas salía a trotar y después llegaba a la cafetería por una bebida, dijo que era cliente frecuente, demasiado serio y que un par de veces a intentado bromear con el pero este no parase tener muy buen humor y por esto no le agrada mucho que digamos. Pero desde esa última vez que lo vi hasta ahora no había ido ni una sola vez a la cafetería y eso que yo me la vivía ahora en ese lugar.
Por eso cuando vi que mi supuesto atacante era él sentí alivio pero a la vez mucha vergüenza, le había dado de golpes y creo que se me paso la mano.
Leo estaba en el piso agarrándose la frente, cuando de repente se levanto y estiro su brazo para darme una bolsa de la tienda de conveniencia,
Leo – de nada.
Fue lo único que dijo poniendo la bolsa en mi mano y dando media vuelta muy molesto. Yo abrí la bolsa y note que eran las cosas que había comprado. Corrí hacia él y me puse en su camino dando una reverencia y pidiendo disculpas. El me miraba bastante molesto, yo me erguí y le comencé a explicar el porqué de mi comportamiento, como es que el señor de la tienda me había informado del hombre sospechoso y lo nerviosa que me puse al escuchar sus pasos.
Leo – te hable tres veces, pero creo que no me escuchaste.
Andy – perdón no escuche, creo que por la paranoia.
Leo – me di cuenta, por eso fue que te tome del brazo.
Andy –perdón, al parecer del miedo y preocupación olvide tomarla bolsay las deje en la tienda, muy amablemente me has alcanzado para dármelas, y yo te eh golpeado.
Leo – no te preocupes, ¿pero traes piedras en el bolso?
Andy – no.
Abrí mi bolso y resulta que la vela que me había dado N estaba partida por la mitad, le había dado tan fuerte el golpe a Leo que rompí la vela, saque la vela para ver que tan mal estaba,
Leo – ¿con eso me diste? Con razón dolió tanto.
Hizo una mueca de dolor mientras tocaba su frente con los dedos, note que estaba comenzando a hinchársele la parte superior de la ceja izquierda.
Andy – creo que deberías poner algo ahí, mi departamento está en ese edificio, te daré algo para la inflamación y supongo que también algo para el dolor.
Leo – no, así está bien.
Andy – claro que no está bien, te eh dado tremendo golpe y lo menos que puedo hacer es atenderte, vamos.
Lo tome de la mano y prácticamente lo arrastre a mi departamento. Yo estaba viviendo en un edificio de departamentos no muy grande, de unos cuatro pisos de altura, sin elevador y que el último piso eran un par de departamentos con terraza, había escogido este ultimo para vivir y aunque me daban miedo las alturas ver ese lugar de descanso me daba tranquilidad y la sensación de familiaridad ya que en mi antigua casa tenía un lindo jardín.
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Crazy of you.
Fiksi PenggemarEscribir es mi pasión y despues de un tiempo largo de desesperación tomo medidas para cambiar el rumbo que está tomando mi vida. Nunca pense estar tan lejos de casa, ni las cosas que viviría al estar aquí, todo es diferente y creo que yo tambien est...