Historias Cortas Para Una Larga Noche.

#1 - Danza poetica.

Piso 4 de ese edificio de apartamentos, este chico preparaba su cena observando el reloj constantemente, a las 6 PM siempre ella ensayaba, la chica del piso 4 del edificio de apartamentos cruzando la calle, la que justamente su ventana coincidía con la de el, como si fuera inevitable.

Sentado de la forma mas natural entre bocados apaga la luz y solo observa, la ve venir entrando a la habitación, su cara llena de tristeza, pero hermosa, es algo que intrigo un poco ya que su sonrisa era costumbre. Mientras la chica dejaba sus cosas en la mesa, el abrigo en la pared, el chico desde ese refugio a la distancia pensaba, imaginaba su vida, sus sueños, su amor, sus decepciones, imaginaba todo de lo que ella se despojaba cuando simplemente se concentraba en bailar.

Tres semanas desde que el chico se había mudado y esa noche sintió esa presión en el pecho como si el alma dijera que esto es algo que a lo mejor no debería dejar pasar. Su momento de reflexión se corto cuando ella cerro las cortinas, nunca lo hace, a lo mejor es una señal, solo media silueta creada por la lámpara de la sala quedaba de aquella chica y esta después de algunos minutos comenzó a bailar, de forma tranquila y poética, de un lado hacia otro, una forma como nunca aquel chico había visto, y fue lo que lo rompió, "pienso demasiado" pensó, puede ser una de esas historias que los libros nos venden solo para creer que no debemos cambiar la forma benevolente como ciertos ingenuos tratan al amor. Así que tomo su abrigo, cerro la puerta y con una sonrisa tomo el ascensor, de aquellas caras que solo tenemos al ver lo que necesitamos al alcance.

Ahí estaba el, cruzo la calle y subió por el ascensor, se detuvo un par de minutos a pensar el diálogo increíble que podrían sostener, a como jugador de ajedrez con las variantes calculadas y listo para que ella no pudiera escapar con algún cliché. Frente a la puerta toco. Solo la musica seguía sonando, ni indicios de que alguien se acercara a abrir, toco un par de veces y por mera curiosidad probo la manilla de la puerta y esta se abrió.

Bueno, a lo mejor así debe ser, madre susto el que se llevara, pero no puedo resistir pensó, avanzo poco a poco hacia la musica la vio asomarse mientras el aparecía por la esquina. Ahí estaba ella, hermosa y con su sonrisa, con una soga al cuello, con los pies en el aire tambaleándose de un lado al otro. Perfecta.