AMIGOS CON DERECHOS

Capitulo 18

-¿Vas a despertar o tengo que echarte agua?-acarició mi mejilla- Anny, debemos ir al colegio.

-No vallamos.-voltee mirando hacía el otro lado.

-Pero tienes que ir, luego te castigaran.-me destapó.

-¿Y si nadie se entera de que no vamos?-lo mire de reojo.

-Alguien se enterara.-sonrió.

-No, si vamos a algún lugar donde nadie nos vea, no pueden enterarse.-solo quería estar con el, no importa donde sea.

-Esta bien, pero tenemos que pasar por tu casa para que crean que necesitas ropa para el colegio.

-Okey.-me senté en la cama y lo mire- ¿Qué hora es?

-Las 7:00 am.

-¿Puedo ducharme?-pregunté levantándome de la cama.

-Claro que puedes, pero no tardes mucho. Hace frío y te puedes enfermar así que te daré algo abrigado.-me sonrió y luego entré al cuarto de baño.

Me di una corta ducha y cuando salí vi que me había dejado ropa abrigada de el sobre la cama. La tome y me la puse, luego cepille mi cabello y baje para ver que Poncho estaba haciendo waffles en la cocina.

-¿Te gustan?-me sonrió sirviendo unos en mi plato.

-Si. Se ven ricos.-le sonreí.

-No te queda mal el jogging-cambió de tema- pero sigue siendo mío.

-No creas que quiero robarte toda la ropa que me prestas ¿eh?-sonreí y comí un pedaso de eso que tenía en mi plato.

-Toma.-sirvió un vaso de jugo y se sentó a mi lado a desayunar conmigo.

Desayunamos y luego subimos a que Poncho fuera por sus cosas, al bajar tomó las llaves de su auto y nos subimos.

-Bien, repasemos.-sonrió encendiendo el motor.

-Si, vamos a mi casa, buscamos mi ropa y mi bolso ah y me dejas cepillar mis dientes, luego nos despedimos de mis papás si es que están y nos vamos, pero no al colegio.

-¿A dónde vamos?-comenzó a conducir.

-Ahora a mi casa y luego no se, después vemos.-volteó a verme y me sonrió, luego volvió su concentración al volante.

Encendí la radio para ver si había algo bueno y sonaban canciones de navidad ¿en septiembre? Pensé estupefacta.

Cuando llegamos nos bajamos y abrí con las llaves de mi casa.

-Hola.-sonreí a mi familia que se encontraba desayunando.

-Hey, hijita.-dijo mi mamá levantándose de la silla.

-Hola mami.-besé su mejilla.

- Poncho, hace tanto no te veía.-lo abrazo, pobre Poncho*pensé yo*- estas hermoso, cada día mas apuesto.

-¿Poncho me acompañas arriba?-lo estaba salvando de mi madre.

-Claro.-subió junto a mí.

-Bien-abrí el armario- ¿Qué me pongo?

-Abrígate porque hace frío.-se sentó en mi cama. El siempre cuidándome.

-Claro, pero ya no soy una niña para que me lo digas.

-Okey, tranquila.-rió mirando un porta retrato en mi mesa de noche.-Oye, antes en este tenías una conmigo.-me reprochó.

-¿En donde?