Saeran [1]

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Narrador omnisciente.

La fiesta iba a empezar dentro de dos horas y ella aún no sabía siquiera que llevar.
«Algo elegante, formal, pero que sea simple.»
Hace una mueca.

—¿Formal pero simple? —suspira.

Se tumbó en la cama y miró su teléfono móvil viendo un mensaje con el nombre Unknown. Se asombró al verlo. Lo cogió y vio como el mensaje decía:

Unknown: Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que hablamos. ¿Me recuerdas? Espero que sí, porque sino me sentiría mal/
Unknown: Hoy será un gran día para nosotros.

No tardó en responder algo asustada.

(t/n): ¿Nosotros? ¿Quienes?

Unos segundos mas tarde recibió respuesta.

Unknown: Tú y yo.
Unknown: Seremos felices en Magenta, (t/n).

No dudó en pregunta de nuevo.

(t/n): ¿Magenta...?
(t/n): Seven no estoy para tus bromas y dime, ¿qué me pongo?
Unknown: No me llames como ese bastardo. Yo soy mejor.
Unknown: Yo no abandono a la gente.
Unknown: Ni siquiera a ti.
Unknown: Te veías preciosa en ese café de la esquina del centro de Seul. Eras tan preciosa que la luz de tu belleza iluminó mi vida agreste.
Unknown: Por eso te elegí a ti, para no perderte de vista nunca.
Unknown: Sé todo de ti, te conozco mejor que nadie...
Unknown: Vendrás conmigo, seremos felices. Lo hago porque te quiero. Te amo (t/a) (t/n).

Salió del mensaje para llamar a Seven, quien contestó en menos de lo que canta un gallo.

—¡Seven Zero Seven ya esperaba volver a hablarte!
—S-Seven —comienza ella con voz algo asustada.

Al pelirrojo no parecía querer estar de bromas por lo que prosiguió serio pero con ternura.

—¿Ocurre algo, (t/n)?
—Yo... —comienza—. Seven, Unknown me ha vuelto a hablar.

Escuchó ruidos al otro lado de la línea y luego sonido de teclados. Sabe que Seven había dejado el móvil a un lado de la mesa para estar con ambas manos en su ordenador. Claro que la llamada estaba en altavoz.

—¿Qué te dijo? —preguntó esta vez un poco más serio.
—Me dijo que iba a ser un gran día para él y para mí —murmura nerviosa—. Que íbamos a ser felices en Magenta.
—¿Magenta? —repite Seven—. Me suena de haberlo escuchado antes... Incluso de leerlo...
—Seven... —dijo algo preocupada—. Pensé que eras tú haciéndome una broma, pero de repente dijo que no lo llamara así, que no era como tú... que él no abandonaba a las persona... y al final me dijo... me dijo te amo y mi nombre completo...

Se quedó callado por varios minutos preocupando a (t/n).

—Luciel... hoy es la fiesta y... tengo miedo —murmura.
—No te preocupes, (t/n), no pasará nada. Le preguntaré a V si puedo ir a recogerte para que no vayas sola y así no corras peligro —informa, aliviando un poco a (t/n)—. Te mando un mensaje si accede o no.
—¿Y si no?
—No irás a la fiesta. Te quedarás en el apartamento de Rika hasta que yo vea que ya no hay peligro. No vas a salir ni para comprar nada.
—Pero... Seven...
—Lo siento, debe ser así, más que nada para protegerte, pero no puedo. No puedo arriesgarme. Aún no hasta que vea que es necesario. Por cierto, no le digamos nada a nadie sobre lo ocurrido y menos a los de RFA, ¿vale? No quiero involucrarlos y tampoco preocuparlos.

Mystic Messenger x lectora [shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora