➽Conociéndonos. Vol1

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Dos erizos corrían bajo la lluvia, disfrutando como las gotas se resbalaban en sus púas ahora medias alborotadas. Reían y se hacían pequeños empujones, les gustaba salpicarse con las gotas o simplemente hacerse chistes el uno al otro.

Su ligera corrida, se podría representar gratamente como si estuvieran danzando en la lluvia. Sus miradas se encontraron y el menor de ambos le sonrió.

―¿Qué haremos ahora? ―Le pregunto con notable vigor, su boca se encontraba seca de la maratón que dieron desde su hogar. Su mano entrelazo la de él con delicadez y precaución.

El mayor solo le correspondió y, muy dichoso, le contesto.

―Solo danzar bajo la lluvia ―Fue lo único que le contesto en esa tarde de gotas cristalinas.

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―Dancemos ambos bajo la lluvia... ―Dispuso en un pequeño susurro muy escurridizo, escapándose muy rápidamente de sus labios. Para dormir plenamente aquella noche.

Y la sonrisa que puso, fue la más mágica de su vida en aquella noche de Luna Llena.

Dancemos bajo la lluvia,

en este día tan nublado.

No nos escondamos 

de su condena,

sería mucho mejor

correr sobre ella.

✹✹✹✹

¿Qué es lo que harías si, en algún momento, se te aparezca la imagen de alguien tan desconocido pero cercano a la vez? Exacto, te encontrarías confuso o simplemente perdido y tratarías de recordar pero en nada te serviría. Si más refuerzas la memoria, de apoco se iría perdiendo.

Un caso algo... particular, le paso a un erizo albino de hermosos ojos Ocres.

Su mirada se encontraba perdida, a sus manos les sentía un ligero temblor y sus mejillas estaban rojas ―Y no, no porque vio a su banda favorita―. Estaba sufriendo un delirio emocional, una etapa difícil en su vida que no asimilo que en añares pasaría.

Una muerte, la muerte de un parentesco de él, de su familia. Alguien que estuvo y no estuvo en su vida, pero por más que no quisiera, podía sentir ese amargo sabor como cuando probas por primera vez la cerveza, amarga y áspera. Trago saliva lo más que pudo, necesitaba ir al baño o, mejor dicho, irse de allí lo más rápido que puedan sus pies.

Aunque, cuando movió la primera ficha, alguien lo interrumpió en plena huida. Algo así como un ladrón internacional siendo atrapado con las manos en la masa.

―¿Silver? ―Pregunto un erizo de un color azul marino. Era alguien que, siempre lo admitiría profundamente, compartió muchas risas y sonrisas con el pequeño blanquecino.

Se paró en seco, el no se daría la vuelta. No quería encarar o dirigirle la mirada a alguien, no por ahora. Se sentía como un ciervo asustado de los cambios tan chocantes y bruscos que le ofrecía la vida y, más el simplemente, no podía con todos los cambios. Necesitaba de un hombro extra en donde derramar sus lágrimas, necesitaba de un cálido abrazo o simplemente algunas palabras de apoyo.

➹Dancemos Bajo La Lluvia  ❥「Shadilver」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora