Ánimus

Prólogo

Tres marcas, tres líneas rectas paralelas y exactamente iguales, grabadas a fuego sobre mi tobillo izquierdo, aparecieron hace años, cuando tenía dieciséis, treinta años antes.
Me encontraba bañándome y mi pierna izquierda empezó a dolerme, a quemarse básicamente, cuando la vi, esta tenía un color rojo intenso y mi piel estaba quemada, intente gritar, pero una presión en mi garganta impidió que lograra salir algún sonido de esta. Caí al suelo, mis piernas dejaron de responderme, la presión en mi garganta era mayor y perdí la conciencia.
Después de un tiempo que desconozco desperté en el piso de mi baño, el dolor en mi pierna seguía, pero está ya no estaba roja, ni siquiera tenía indicios de alguna vez haber sufrido alguna quemadura, solo quedaron esas marcas, esas tres líneas que me condenarían. Una sombra paso frente a mi, y se fue tan repentinamente como apareció, dejó caer un sobre frente a mi sellado por la letra "N".

"Bienvenida a Ánimus"