El recuerdo de aquella vida ya era lejano. No pasaron más de dos semana antes de que tuviera que ser alejada de otra familia, no existo más en sus mentes, pero en la mí se quedan como pequeñas piezas del rompecabezas de acciones que debo cumplir para que el Nous no ponga fin a mi patética existencia.
Caminar bajo la lluvia es algo relajante, siento que el frío me cala los huesos pero sé que no me pasara nada. Los coches pasa a un lado de mí y salpican agua de los charcos que se han hecho, la intención se ve en sus ojos desde lejos, y las risas se escuchan después de poco. Contrólate, no lo hagas, no es una orden. Pero no existe regla que diga que no puedo divertirme en venganza de acciones atroces hacia mi. Entro a mi cabeza y creo la imagen, hago un chasquido con mis dedos y escucho a lo lejos como se estrella el coche. Contengo la risa es imposible no reírse ante una venganza tan perjudicial. Me encamino por el bosque, nadie sospecharía de mi pero prefiero mantenerme alejada del ruido que harán las ambulancias. Los árboles desaparecen y solo queda ante mí el color negro. «Oh no» pienso. «Treinta y tres» dice su voz grave «No deberías usar tus habilidades para eso Xi» su tono suena molesto, «No quería a matarlo, solo quería asustarlo, pero no puedo predecir los resultados, solo realizó las acciones» digo en mi mente, sé que él lo escucha. «No tienes que decirme que puedes y no hacer, eso ya lo tengo muy claro. No puedes hacer esto cada que quieras y por lo que veo los medió no justifican tus acciones... Tú te lo buscaste Xi», tan pronto como termina de decir eso siento como mi cabeza siendo forzada contra el suelo, una mano invisible me mantiene contra el suelo negro y frío, siento como mis dientes chocan entre sí, escucho su rechinar y romperse, la sangre no tarda en llegar. El dolor es inimaginable, y no puedo gritar, la mano me dejar ir hasta que mi mandíbula no está en su lugar. «Espero no oír de ti en un tiempo, hago esto por tu bien» y desaparece la voz de mi cabeza. Poco a poco el negro de mi alrededor se desvanece y me encuentro recostada en la hojarasca del bosque, abrazo mis piernas esperando que mi cuerpo se recupere, y ponga mi cara como debería de estar. Después de 15 minutos mi cabeza está como si nada le hubiera pasado «Algo bueno desertó de toda esta mierda al menos» sé que ya no me escucha, no siento su presencia en mi cabeza.
A lo lejos de escuchan las sirenas de una ambulancia. «Creo que ya es un poco tarde para eso» pienso
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Ánimus
Fantasy1. Obedecer a Nous 2. No revelar tu raza 3. Olvida quién fuiste Si alguna de las anteriores reglas es violada ten por seguro que estás muerto.