5

10.4K 1.4K 733
                                    

La dura lección de YoonGi había devuelto la razón a NamJoon.


Al día siguiente, cuando se reunieron en la sala de ensayo, hizo que se sentaran todos en circulo y dio un largo discurso de disculpa en el que, en resumidas cuentas, lo único que hizo fue pedir perdón, destacar que ellos eran más importantes que cualquier otra cosa y que no dudaran en hacerle ver que estaba cometiendo errores, porque para eso eran como una familia.


Se suponía que eso debía tranquilizarles. Después de todo, NamJoon volvía a ejercer sus deberes como líder correctamente; su baile seguía siendo tan desastroso como siempre, pero ya no cometía errores en las coreografías; volvía a ser el monstruo del rap que había sido siempre, e incluso estaba componiendo de nuevo para su mixtape.

Para cualquiera que le viera diría que aquellos días de enamoramiento absurdo habían terminado, era como si nunca hubiera sucedido. NamJoon fingía que nunca había sucedido.

Pero JiMin veía que detrás de esa seriedad y concentración, NamJoon estaba deprimido.


Sus sonrisas eran fingidas y forzadas, dedicadas a tranquilizar a los miembros. Estaba callado y distante, a penas participaba en las conversaciones y las comidas en grupo pasaban sin que nadie escuchara ni una palabra de RapMon. Por las mañanas le costaba un tremendo esfuerzo levantarse de la cama, porque seguramente habría sido incapaz de dormir por la noche. Y lo que hacía pensar que estaba peor de lo que aparentaba, no iba a buscar a JiMin para hablar y encontrar consuelo en él y su aura sanadora.

JiMin pensaba que ésta nueva situación era peor que la anterior, porque aunque el grupo se veía afectado en menor medida, NamJoon era el que estaba socavando su propia moral.


No podía quedarse de brazos cruzados mirando cómo RapMon cavaba su propia tumba. JiMin tenía que hacer algo, tenía que ejercer su poder sanador sobre él costase lo que costase y para ello había desarrollado tres técnicas infalibles. JiMin las llamaba «Técnica definitiva en tres niveles para conseguir arreglar (y alegrar) a NamJoon-hyung».


Técnica definitiva Nivel 1º, «Jiminnie koala sonrisas regala».

La técnica de primer nivel era más sencilla que el mecanismo de un chupete y consistía meramente en colgarse del individuo al que quisiera animar. En realidad, ésta técnica funcionaba a la perfección con cualquiera de los miembros de BTS.

En NamJoon solía tener un efecto positivo inmediato cuando estaba un poco decaído y necesitaba cariños. Si lo cogía a tiempo, era la forma más fácil y rápida de que NamJoon empezase a reír y recobrara los ánimos.


Cuando empezó a poner la técnica a prueba, tenían práctica de baile. JiMin estaba decidido a conseguir que NamJoon regresara a ser el líder carismático de siempre, y tenía un montón de energía positiva para dar y regalar.

Lo más importante era conseguir transmitir esa energía, y el contacto era la mejor forma de contagio. Cada vez que había un descanso y paraba la música, la sala de baile se llenaba de agudos «¡NamJoon-hyung!», y JiMin corriendo como una flecha para abalanzarse sobre el callado líder, estuviera donde estuviera: limpiándose el sudor, bebiendo agua o revisando su móvil. JiMin se lanzaba y se aferraba a alguna parte de su cuerpo, a la cintura, al brazo e incluso a la pierna si hacía falta, consiguiendo que NamJoon lo arrastrase por el suelo de la habitación provocando las risas de todos, mientras JiMin limpiaba la tarima con su cuerpo.

Converse High | MinJoon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora