Cuando estuvimos todos sentados, la tutora nos pidió que nos presentáramos y dijéramos algo sobre nosotros. Por suerte, empezaron por el otro extremo de la clase. Poco a poco todos iban diciendo alguna tenerías. Un par de chicos dijeron que les gustaba Harry Potter. Otros decían que les gustaba algún deporte o cosas parecidas.
Era el turno de Diego, que dijo que le gusta jugar a futbol. Le seguía el chico nuevo.
- Hola- dijo bajito - Soy Nicolás, pero prefiero Nico. Hemmm, de mayor quiero ser diseñador de moda- dijo con un poco mas de seguridad.
Todos se le quedaron mirando algo raro, no era común querer ser eso de mayor, aunque casi nadie en la clase sabia que quería hacer cuando creciera, así que ya era increíble que lo tuviera mas o menos claro. Y yo tampoco debería hablar, que quiero ser escritora y eso es igual de raro.
Siguieron pasando todos los compañeros hasta que ya era el turno de Mars.
Debería decir algo mas sobre Mars, ya que es un personaje importante en mi vida. En verdad se llama María, pero como me gusta poner motes, le acabé diciendo Mars. Es de las pocas personas de mi clase a las que considero amiga y no solo compañera. Llego nueva hace un par de años, y al principio no nos caíamos bien, me parecía de las típicas chicas egocéntrica que juegan a ser populares, y luego ella confesó que cuando nos conocimos, yo le parecía la típica empollona repelente que si fuera mas pelota saldría rodando. Ahora que ya la conozco, me doy cuenta de que no íbamos tan desencaminadas, es verdad que ella es bastante egocéntrica, y yo soy algo empollona. Nos hicimos amigas gracias a que nuestras madres se cayeron bien, y como pasaban tiempo juntas, nosotras acabamos soportándonos.
Otra curiosidad sobre Mars, es su sorprendente capacidad para saber absolutamente todos (o al menos gran parte) de los cotilleos de la clase y medio colegio y todos estos estaban apuntadas en código en una libreta de la que nunca se despegaba . Es una habilidad sorprendente, y siempre que me entero de alguna historieta de algún compañero, hace meses que ella ya lo conocía. Además, ella odia no saber, así que deduje, por la forma que miraba al nuevo, que estaba haciendo una lista de lo que le iba a preguntar en el patio.
Al yegar mi turno de hablar dije:
- Hola, me llamo Daira, pero prefiero Dais y mi color favorito es el azul- que conste que estaba nerviosa y no sabia que decir. Además, es difícil resumir lo mas importante de tu vida en un par de palabras.
Las horas fueron pasando con una rapidez inusual. La profe estaba de muy buen humor, y nos dejo salir al patio diez minutos antes. Salimos lentamente del aula, menos los que les gusta el futbol, se fueron corriendo para poder pillarse las porterías, mientras que los demás nos lo tomábamos con calma. Yo cogí el bocadillo y el libro y salí con Mars. Vi que el nuevo ( Nico, creo), estaba rodeado por un montón de chicas que se ofrecían para enseñarle el cole, y él acepto acompañarlas.
Fuimos las últimas en salir de la clase porque Mars no encontraba su móvil. Cuando salimos al pasillo, ella giro a la derecha en vez de hacia la izquierda.
- Mars, las escaleras para ir al patio están al otro lado- informe algo confusa
- Ya sé, pero quede con Raquel y Nuria en el rellano- dijo mirándome con lastima
- Aaaa- dije, luego hice una gran sonrisa despreocupada- Pues nos vemos después del patio, ten cuidado de que no te pillen los profes.
Me devolvió la sonrisa y se fue corriendo hacia las otras escaleras. No me moleste en preguntarle si podía ir con ella, ya sabia la respuesta y solo lo hubiera hecho mas incomodo. Ellas tres son mejores amigas, aunque muchas veces se enfadan entre ellas, se traicionan o hay malentendidos. Y además, ellas hablan de secretos muy fuertes, y yo soy muy bocazas, así que entiendo que no quieran decírmelos, y tampoco me molesta. Bueno, al principio sí, pero no son mis problemas, esos secretos, así que tampoco tengo porque saberlos.
Subo al patio de la terraza, que es solo para los de sexto. Allí veo que la otra clase ya han llegado y están haciendo un partido de fútbol clase A contra B. Pienso en que molaría jugar a la cadena, o al pilla pilla, así que doy vueltas por el patio intentando convencer a alguien.
Nadie quiere. Todos responden mas o menos lo mismo. Unos dicen que les da pereza, otros, que es aburrido y la gran mayoría, que es muy infantil.
Me enfado un poco con todos. Estamos en sexto de primaria, no en último año de universidad, y aunque hayamos cambiado de patio, en este tampoco hay colgado un cartel diciendo "prohibido jugar o ser infantil". Me di cuenta de que todos parecían estar jugando a ser mayores, sentados en los bancos hablando de cosas serias o con la nariz metida en el móvil.¿ Para que quieren ser mayores? Es mejor ser niña toda la vida. Los niños no tienen tantas responsabilidades, y no se tienen que preocupar por demasiadas cosas. Si de mi dependiera, seria pequeña para siempre. Leí por algún lado que no querer crecer significa tener el síndrome de Peter Pan.
Así que, damas y caballeros, les informo que tengo el síndrome de Peter Pan, y lo tengo con orgullo. Y yo no creceré, o al menos tardare mucho en madurar y dejar de ser infantil, es una promesa que no romperé.
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Síndrome de Peeter Pan
Non-FictionSoy Daira, pero prefiero que me llamen Dais. En griego significa llena de sabiduría. Esto ya da una pista de lo friki que soy. En esta historia se narra un año de la vida de Dais, en su último año de escuela primaria, y todos los cambios que sufrir...