A la hora siguiente a naturales tuvimos matemáticas. No es una asignatura que me desagrade, pero tampoco es de mis favoritas. Ese día en particular, fueron especialmente divertidas, ya que el profesor nos puso unos problemas del libro y por parejas teníamos que resolverlos lo mas rápido posible, como una carrera contra las otras parejas. Creo que ya os habréis dado cuenta en los capítulos anteriores de que soy muy competitiva, y eso era verdad. Me encantaba la adrenalina de tener una misión para cumplir y un oponente, y creo que eso era lo único que hacia que me esforzara de verdad. Me gustaba que fueran competiciones igualadas, cuando ganabas contra alguien como tu o en algún sentido superior y te sientes un poquito mas fuerte o listo, o cuando pierdes y ves la felicidad en la cara del otro. En definitiva, aunque muchas veces pedía, competir era algo que necesitaba.
En esa pequeña competición, fui con Mars, ya que ella era quien se sentaba a mi lado. Trabajábamos rápido y eficientemente porque nos ayudábamos entre nosotras. Ella era quien decidía que operaciones hacer y como y yo las hacia lo mas rápido posible. En esos problemas era difícil averiguar que hacer y que información era útil y cual solo estaba para fastidiar, y me asombraba al ver a Mars leer solo un par de veces y decir con total seguridad que hacer y como. Yo, en cambio, no destacaba en nada en mates, así que solo intentaba hacer bien las operaciones, aunque sabía que casi un cincuenta por ciento de las veces fallaba. La verdad es que aunque haga faltas de ortografía, mi fuerte son las letras.
Conseguimos acabar bastante rápido los problemas, pero no fuimos los primeros. Esos fueron Max y Silvia, y fueron felicitados por el profe que también les dio un positivo a cada uno aunque sospecho que el único que lo hizo fue Max.
Max era el mas listo de la clase según mi opinión y era buenísimo en matemáticas. Él podía hacer cálculos muy rápido y pensar mentalmente operaciones muy grandes, además de que nunca se equivocaba. A él lo conocía desde primer año de preescolar, y de pequeños fuimos muy amigo. Creo que yo fui la que mas bien observo su evolución. Ya de pequeño era muy inteligente, por ejemplo, él fue el primero en saber leer o en aprender a restar. Su inteligencia fue aumentando con los años y eso le izo cambiar. Yo le admiraba mucho, pero un día los halagos míos y de los profesores se le subieron a la cabeza y empezó a creerse superior a mi y a tratarme como si fuera algo inferior, y se fue alejando de mi. Me apene bastante, él fue un gran amigo, pero sigo teniendo a Mars, Laia, Tania, Iván... y espero que también a Nics.
Quedamos terceros, y yo cogí un libro para esperar a que acabaran los demás, y Mars volvió a escribir en código o dibujar (la verdad es que no veía mucha diferencia entre uno y otro) en su querida libreta
,-Dais, ¿el viernes es el día que ni tus padres ni tu hermano están en casa, no?- preguntó con tono inocente.
-Eee...sí, ¿por?- tarde unas milésimas de segundo en entender por qué preguntaba, luego sonreí- ¿Té vienes a mi casa después de clase?
-¡Claro!-exclamó sonriente- No creo que hubiera podido aguantar toda la tarde con mis hermanos.
El año pasado ya se había hecho común que una fuera a casa de otra, y Mars ya hasta se auto invitaba a comer algunos días que odiaba el menú del comedor, esos eran los mediodías mas divertidos y en los que mi madre nunca cocinaba ni acelgas ni lentejas.
La clase acabó y recogimos todo rápidamente, felices de haber sobrevivido a la primera semana de cole.
,Cuando llegamos a casa lo primero que hicimos fue saquear la nevera y el armarito de todo aquello que fuera comestible. Luego lo pusimos en mesa y encendimos la televisión y buscamos algo interesante. Acabamos viendo un serie sobre policías muy cutre de la que nos reíamos mucho. El capitulo fue bastante corto, y duró algo menos de media hora, pero para entonces nosotras ya habíamos acabado con casi todas la s galletas, un par de bocadillos de jamón y tres vasos de cacao. Recogimos todo mas o menos y Mars cogió todo el tarro de almendras, que era muy grande, y yo toda una tableta de chocolate y fuimos a mi habitación . Ella se sentó en mi cama y yo me quedé el puf. Estuvimos hablando, yo sobre las novelas que quería escribir y ella me contaba historias de ella y de otros de la clase mientras nos pasábamos la pelota de básquet de mi hermano.
-¿Cómo fue el verano?-preguntó Mars
,-Bien, fui a unas colonias que no estaban mal.
- Algún chico guapo- dijo levantando las cejas
,-¿Qué ?- dije atragantándome con el chocolate- No, bueno algunos eran monos pero no
-Que pena, son tan divertidos los romances de verano, ¿pero, paso algo interesante?
-Bueno, compartía habitación con unas locas sin remedio, y mi padre se equivocó de día de venir a recogerme, pero así estuve seis horas mas con los que se quedaban tres semanas...
,Le expliqué todo lo interesante de esas semanas, a veces añadiendo algún que otro detalle no del todo cierto para hacer la historia mas divertida.
,Cuando nos aburrimos, decidimos dar un paseo por el barrio. Mientras andábamos lentamente por las calles, vestidas de la felicidad del viernes, me dio por preguntar una de las tonterías filosóficas , como las llamaba mi hermano. A veces preguntaba cosas muy subjetivas solo por la curiosidad de la respuesta que dan las diferentes personas. Algunos se quedan confusos y responden alguna tontería incompleta, otros muchos responden que no saben o que les da igual sin pensar en eso, diciendo mucho de ellos mismos. Pocas veces recibía respuestas interesantes, y Mars es de las que hacía mejores reflexiones, así que solía preguntarle.
-Mars, como se hace para ser valiente
,-Emmm, bueno, no se- dijo, pero se quedo pensando una mejor respuesta- se es valiente al hacer lo mejor que puedes, o al decir lo que piensas, o al simplemente sobrevivir. Puede que ser valiente sea solo ser tu mismo, eso puede ser una opción, o al no tener miedo.
-Leí por algún lado que se puede ser valiente cegándote de miedo, ¿que crees?
,-Puede, mientras no te dejes llevar por el miedo o lo escondas bien, que mas da que lo tengas o seas un idiota que no teme a nada.
Esa fue de las respuestas que me gustaban
-¿A que vino esa pregunta?
-Me gustaría ser mas valiente
-Ya lo eres mucho
,Le sonreí alzando una ceja
-Mars, no hace falta que mientas, todos sabemos que soy cobarde, pero no esta mal, eso me ha salvado de muchas heridas, ostias y broncas.
,-Pero tu tienes la valentía de ser tu misma y te importa una mierda la opinión de los demás.
,-No tanto. Además, eso de que sirve, recuerdas las colonias del cole en las que por la noche te escapaste con un par de chicas y os reunisteis en un claro que descubristeis el día anterior, aunque los monitores lo prohibieron. Recuerdo que me ofreciste acompañaros, y fui con vosotros unos minutos antes de que me entrara un ataque de algo y me fuera corriendo con la escusa de cubriros para que no os encontraran.
,- Pero nos salvaste de una bronca a todos los demás, cuando te estabas poniendo histérica, oíste a un monitor, y cuando nos vio saliste tu y te inventaste en un segundo que buscabas a la profe que nos acompañaba porque te dolía la garganta, gracias a ti el plan funcionó.
- No me atreví ni de salir de la casa de colonias, si no nos hubiéramos movido no nos hubiera ni visto, salí porque tenía miedo de ir al bosque a las doce de la noche.
- Puede que cada uno sea valiente a su manera, yo no hubiera salido, y te quedo genial la historia, el monitor ese se la creyó sin problemas.
Ya habíamos llegado al portal de la casa de Mars
,- Bueno, hasta el lunes, en el cole ya hablaremos de algo mas alegre- me despedí
,- Ya, estos últimos minutos nos hemos puesto de un pesimismo que ni las novelas románticas imposibles
- Pues mejor que empiece a buscar chistes, esta melancolía no puede ser.
,-Nooo,chistes no, por piedad, prefiero que me torturen a exámenes de lengua, sociales y mates- dijo dramáticamente.
Las dos reímos, y yo volví hacia casa.
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Síndrome de Peeter Pan
No FicciónSoy Daira, pero prefiero que me llamen Dais. En griego significa llena de sabiduría. Esto ya da una pista de lo friki que soy. En esta historia se narra un año de la vida de Dais, en su último año de escuela primaria, y todos los cambios que sufrir...