Jensen Ackles tiene su familia, pero su relación con su esposa no es la mejor, sintiendo un vacío en su vida, inesperadamente llega Jared Padalecki, un hombre que empieza a llenar ese vacío poco a poco. ¿Que tanto tendrán que sacrificar para poder...
Jared habia estado viviendo algo muy extraño en los últimos días, después de haber llevado a Justice al doctor, los días posteriores Jensen lo miraba de manera diferente, sentía la intensidad de su mirada, podría jurar que a veces lo tocaba de repente (parecían accidentes) pero empezaba a creer que no era asi, aunque tampoco queria ilusionarse, pero algo había cambiado.
- Estoy demasiado cansado – expresó el rubio dejando el monton de papeles en el escritorio.
- Podríamos terminarlo mañana... los urgentes ya están listos
- Si, Dios si... vámonos, quiero distraerme
El castaño asintió simplemente siguiendo a su jefe, esa noche estaba frío así que fueron a un lugar donde vendían café para llevar, los compraron, Jared se sorprendió al darse cuenta que el ojiverde sabia exactamente la orden de café que el tomaba.
- ¿Por qué te sorprende? Básicamente pasamos al menos 8 o 9 horas diariamente
- Lo se, es solo... nada, olvídalo
Jensen le sonrió y siguieron caminando, llegaron a un pequeño parque, para esas horas y con la temperatura tan baja no habia casi nadie, asi que simplemente se sentaron en una banca que daba vista a una pequeña laguna.
- Esto es agradable después de una tarde tan pesada... - dijo Jensen con tranquilidad.
- Estoy de acuerdo
El silencio gobernó el momento, ambos tomaban su respectivo café, Jared miraba por segundos de reojo a su compañero, este parecía estar en una armoniosa tranquilidad, era bastante agradable verlo así, sin ningun estrés en sus hombros.
- Ha sido un tiempo ya...
- ¿Tiempo? – preguntó confundido el castaño.
- Desde que llegaste a trabajar conmigo
- Si... casi cinco meses ¿Quién lo diría?
El rubio suspiro y terminó su café, dejó a un lado el vaso y miro de frente al mas alto, Jared se congeló en ese momento, en los ojos verde esmeralda del vicepresidente habia una gran determinación, esta intimido al castaño.
- Jen.. ¿sucede algo?
- La verdad es que si, ni siquiera sé por donde comenzar, así que no hablaré
Jared lo miro confundido y entonces pasó, los cálidos labios del rubio estaban sobre los suyos, aquel fuerte sentimiento de la otra noche en su cumpleaños se repitió, pero esta vez con mas intensidad, no se detuvo a pensar en preguntas o consecuencias, correspondió el beso, llevando sus manos al cuello del mas bajo para profundizar el beso, sintió la lengua de su jefe en la suya, era algo exótico y placentero, era un beso único, con la persona que amaba pero que nunca imaginó volveria a tener la suerte de besar nuevamente.
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- Jensen... - empezó a hablar mientras abría los ojos.
- Lo sé, sé lo que me dirás "¿Qué significa?" "¿Estas seguro de esto?" "Es incorrecto" y lo tengo bastante claro... pero nunca he sido de los hombres que se callan lo que sienten Jay... y desde hace tiempo, quizá desde el día en que te conocí algo se conecto entre nosotros ¿o me vas a decir que no? – le preguntó conociendo la respuesta.
Esto no pasó desapercibido para el mas alto - ¿Lo sabías, cierto? Lo que siento por ti... - le dijo mas que en una pregunta, en una afirmación.
- Eres fácil de leer, la manera en que me mirabas te delataba, pero no importa, eso me ayudó a darme cuenta también de mis sentimientos, pero creía estar confundido por tantos problemas con Danneel... sin embargo, el día que Justice tuvo el accidente, todo se aclaró, porque cuando supe sobre su estado, solo podía pensar en ti, en que necesitaba tu apoyo, el de nadie mas, ni siquiera cuando mi esposa me abrazó me sentí seguro, hasta que llegaste tu, fue como si de repente todo estuviera bien, que todo estaría bien
Las palabras del rubio dislocaron por completo a Jared, este no podía creer lo que escuchaba, no sabia como sentirse, feliz, eufórico, preocupado, confundido, mas enamorado aun.... No lo sabia.
- Jen... desde el principio fuiste alguien especial para mi, claro que me sorprendiste pues eres demasiado apuesto – confeso sonrojándose un poco, el rubio lo miro con ternura – pero cada día te conocía un poco mas y me fue imposible no enamorarme, a pesar de saber que no eres libre, me enamore demasiado, Jensen... ¿Qué vamos a hacer?
El vicepresidente suspiro y miró al cielo como si buscara la respuesta en él, después de unos minutos en silencio, regreso su mirada a la de Jared – Te quiero, y deseo tanto estar contigo Jay... pero debo serte honesto, quisiera divorciarme de Danneel... pero no puedo, mi pequeña aun es demasiado chica, no se como reaccionaria mi esposa al saber que la dejo porque me enamorado de alguien, no se si pondría a mi hija en mi contra, y mi padre es algo asi como homofóbico, podría intentar destruirte Jay y de paso a mi, dañándome con mi propia hija, no puedo dejarla hasta que mi niña tenga la edad para no ser manipulada, solo podría prometerte eso, que en cuanto mi hija tenga la edad para entender... entonces, podríamos ser libres – le explicó con un nudo en la garganta, porque temia que el castaño no querría arriesgarse.
Y no podía culparlo.
Jared se quedó en silencio, mirando la expresión expectante del hombre del que se había enamorado, la sinceridad con la que había hablado, no queriendo engañarlo, no pudo evitar sonreír, y aunque en el fondo sabía que no era correcto, que ser amantes era algo en cierto modo cruel, para su esposa, para ellos incluso, aun sabiendo eso, no tenía la fuerza para dejar ir algo que ansiaba desde el día en que conoció al vicepresidente.
- Te quiero Jen, Dios... no pensé enamorarme de alguien de esta manera tan rápido, pero te quiero y aunque sé que será difícil, quiero estar contigo
- ¿Estas seguro? No podremos caminar tomados de la mano, ni presumir que estamos juntos, ni...
Fue callado por los labios del más alto, a los pocos segundos se separó – Lo único que quiero es estar contigo, así que está bien – le dijo seguro de lo que decía.
Jensen sonrió ampliamente – no tienes idea lo feliz que me hace escucharte decir eso, y te juro Jay que valdrá completamente la pena – le aseguró con una sonrisa, Jared no dudaba ni un poco de ese hombre, lo conocía perfectamente para asegurar que jamás lo decepcionaría.