9 Días Con Lu → HunHan

diez / f i n a l

Felices por siempre.

Luhan y Sehun tomaron un taxi rumbo a la facultad con una maleta a cuestas, resultó que había mucha ropa de Luhan en casa de Sehun y se necesitó un gran equipaje para cargar con ello. Ambos hicieron planes de pasar su última noche juntos, sólo ellos dos y el lugar donde había iniciado todo. Los bonitos recuerdos se hicieron presentes durante el camino al instituto, habían acordado una buena estrategia para pasar tiempo de calidad sin que ambos abandonaran sus responsabilidades universitarias. Sehun tenía clases muy pocas veces a la semana y Luhan tenía libre lunes y martes, tendrían un fin de semana largo en la casa de Sehun y luego Luhan regresaría a su habitación compartida con Jongdae y Minseok, y por cierto, Luhan se preguntaba qué había sido de ellos.

-Estoy seguro de que aún no son nada, Jongdae es muy torpe -comentó Sehun, adulando las facultades de su primo.

-Por otro lado él planeó todo esto, tiene que hacer algo, o sea ¿todo esto del secuestro para nada? -aludió Luhan.

Sehun frunció el entrecejo.

-¿Llamas "nada" a lo nuestro? -manifestó, más Luhan se echó a reír escandalosamente. Sehun era tan adorable cuando se lo proponía.

-Me refiero a ellos, no a nosotros, tonto -siseó, dejando un beso suave en los labios de Sehun un poco antes de bajar del taxi.

Ambos caminaron por el ancho pasillo entre comentarios, subiendo las escaleras hasta estar por fin frente a la puerta de la habitación de Luhan. Estaban a punto de entrar, pero se detuvieron por los extraños ruidos provenientes del lugar, detrás de las puertas.

Luhan, haciendo uso del concepto que él tenía acerca de "privacidad" abrió la puerta dejando al descubierto a un Minseok sonrojado con un Jongdae jadeante encima de él, afortudamente medio vestidos. Ambos chicos miraron al par que acababa de entrar por la puerta, uno muy vivaz y el otro sonrojado.

-Lo ves Sehun, ellos no perdieron el tiempo -cantó Luhan, con tan rozagante sonrisa.

Jongdae, entre la vergüenza el desconcierto, y la molestia, abandonó el lugar arriba de Minseok, y dejó que éste se levantara, para que acomodara su vestimenta.

-Lu, no debes entrar sin llamar -regañó Sehun, rodando los ojos-, pero sí, ellos no perdieron el tiempo. Págame, Jongdae.

Luhan se echó a reír dejando sus cosas en la cama, recostándose en ella para mirar con inquisición al par que había sido descubierto. Sehun le acompañó unos instantes después.

-¡Ay tan rápido se fueron estos nueve días! ¡Los voy a extrañar! -se quejó Jongdae como niño pequeño.

Luhan y Sehun se echaron a reír porque Jongdae no dejaba de ser el torpe compulsivo por todo y que se inventaba locas ideas sólo para tener a Minseok unos segundos para él.

-No tenías que sacar a Luhan de su habitación secuestrándolo -regañó Minseok y Jongdae tembló.

De hecho, lo hicieron todos en la habitación. ¿Acaso Minseok sabía todo el plan de secuestro?

-M-Minseok tú...

-No soy tonto, Jongdae -aludió, pero no estaba molesto-, de todas maneras todos tuvimos nuestras recompensas.