Capítulo 1

9.9K 342 17
                                    

En el estudio de grabación todo estaba en orden. Los camarógrafos hacían sus respectivas pruebas para chequear que todo estuviese bien mientras el equipo de iluminación se centraba en lo suyo. Verónica no tenía de qué preocuparse. Sabía que su equipo de trabajo era excelente y ella... pues ella era una periodista estrella, sin duda. Una de las mejores en su labor.

Este día era diferente, no sería cualquier entrevista; eso era lo que la tenía tan nerviosa. Treinta minutos... Solo faltaban treinta minutos y todo daría inicio, tendría que volver a verla. Su corazón latía desbocado, era la primera vez que entrevistaría a su gran amiga: la exitosa Samantha Landers, una reconocida cirujana, ferviente activista en la lucha contra el cáncer de senos. Pero lo que tenía tan nerviosa a Verónica no era tanto el volver a ver a su vieja amiga; era el tema tan delicado que debían tratar.

—A sus lugares —anunció producción—; en quince minutos iniciamos, Vero.

Esta asintió con la cabeza y se encaminó hacia el escenario. Sus manos sudaban frío a causa de la ansiedad y sentía como si su corazón palpitara en su cabeza. Sentía su cerebro a punto de explotar y se imaginaba que aquella vena que cruzaba por su frente colapsaba y estallaba ocasionando una fuente de sangre al salir de ella. OK, no. Verónica sonrió ante la idea de aquel descabellado pensamiento. Definitivamente, estaba viendo demasiadas películas de ficción.

Se acomodó en uno de los sillones dispuestos en el pequeño recibidor simulado del estudio, respiró hondo, una, dos, tres veces. Samantha seguro había llegado. Este tema era algo crucial, tanto para su carrera como para la de su amiga. Con la sociedad subnormal donde se encontraban y la constante discriminación por parte de los religiosos, la comunidad LGBT era constantemente señalada, acusada y acosada. La transmisión de hoy podía acabar definitivamente con su programa o subir el rating y brindar un apoyo directo a toda una comunidad que por años se sintió excluida del mundo por tener una preferencia sexual diferente a lo que era considerado normal.

—Estamos listos, Verónica —anunció el productor—, cuando gustes.

—Bien —sonrió—, empecemos.

Verónica se puso de pie en medio del escenario. Ya era el momento, estaba nerviosa, pero no dejaría que eso le ganara. La programación de hoy debía dar la talla, al igual que todas las anteriores.

—¡Buenas noches, mis queridos televidentes! —inició con una sonrisa—. Bienvenidos a su programa Tabúes, en donde lo que parece prohibido y aberrante es más normal de lo que ustedes piensan. Hoy trataremos un tema importante en nuestra sociedad, un tema que continúa afectando a un grupo más de lo que debería: la homosexualidad.

»Algunas personas piensan que el homosexual se hace y, a pesar de que diversos estudios han debatido esta teoría, existen personas que se continúan alarmando ante la presencia de alguien que forme parte de la comunidad LGBT. Aunque todas las opiniones son válidas siempre que no se irrespete al individuo en cuestión, seguimos observando que a un homosexual en la calle se le señala, discrimina, agrede o excluye. Incluso algunos opinan que el sida es el castigo divino para ellos. ¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar en lo que pueden sentir estas personas al respecto?

»En la actualidad, gran parte de la comunidad heterosexual se ha mantenido apoyando fervientemente a sus amigos y familiares homosexuales. No solo luchan de la mano con ellos por sus derechos, sino que los apoyan abiertamente sin miedo a ser igualmente rechazados. Para desarrollar este tema, hemos invitado a la médica y cirujana Samantha Landers, quien, como sabrán, ha estado activamente mezclada con campañas en apoyo a la lucha contra el cáncer de senos y contra la discriminación, apoyando la equidad de género. ¡Démosle la bienvenida con un fuerte aplauso!

Matiz - Un amor marginadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora