-"Líbranos del mal..." era una frase que mi madre solía usar cuando algo malo pasaba. Desde siempre podría decir que mi familia ha sido desdichada, por decirlo de alguna forma.
Generalmente, la mayoría de las personas, son incautas al no creer en..."cosas que van más allá de lo normal", pero para una vida como la mía, y en una familia como la mía; ese tipo de cosas, eran de lo más habituales.
¿Por qué? el hermano de mi padre era sacerdote, pero papá...hizo cosas que no debía, y se metió con quién no debía... mi tío se encargaba de investigar y realizar exorcismos; a veces con el permiso de la iglesia; otras ocasiones por debajo del agua, con ayuda de papá, e incluso con la de mamá...o la mía propia. Desde que tengo memoria, la familia en general siempre ha sido...¿cómo explicarlo? ¿tal vez, sensible o hipersensible? a cosas que no todo mundo ve, o que no todos sienten. Mamá y yo, siempre hemos sido los más suceptibles a todo lo que sucede a nuestro alrededor. Pero eso trajo problemas a la larga; o al menos en ocasiones...era cuando Mikoto tomaba su rosario entre las manos, y rezaba, y rezaba, y no debajaba de hacerlo, hasta que lo que fuera que estuviese ahí, se fuera de la casa.
Pero, supongo que siempre hay excepciones, y, en aquel día, los rezos de mis padres, no fueron escuchados...
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-¿Estás seguro Fugaku?-le preguntaba la mujer, con una voz crispada, tan áspera, que podía sentirse el dolor, y el miedo que sentía en esos momentos tan cruciales-
-Mikoto, te prometo, que será la última vez
-Eso ya lo has dicho antes, estoy harta de esto. Simplemente no puedes estar jugando con estas cosas, ni con nostros....son cosas que no podemos controlar, date cuenta, yo...
-Te prometo, que será la última vez. Después de esto, dejaré que mi hermano se encargué de sus problemas
-Pero...no sólo hablo de eso, y lo sabes vez
-Deja de alterarte, mujer...
-Si no hubieras hecho eso ahora mismo Itachi...
-¡Cállate¡ -notablemente se escuchaba un timbre de voz ronco y molesto, en el esposo de la mujer, que preparaba algunas figuras santas, una biblia y al parecer, un frasco de plástico, el cual seguramente tenía dentro de él, agua bendita- no hables más de Itachi, yo siempre cargaré con eso y...
-¿Y crees que me es suficiente? eso no me regresará a mi hijo...
-¿Mamá?
-Ya cállate -sonaba en un susurro, aquella orden que le daba Fugaku a Mikoto; sólo volteó a mirarlo con mala cara, para después girar de nuevo al rostro de un menor de ojos negros, y piel blanca, que si bien, no era del todo un niño pequeño, aún guardaba rasgos y gestos de uno.
-¿Qué pasa mamá?
-No te preocupes Sasuke, todo está bien, sólo estamos platicando
-¿Platicando?
-Mamá y yo tenemos que ayudar de nuevo a tu tío
-Habías prometido que ya no lo harías...
-Te juro que será la última, también se lo he prometido a tu madre
-¿Tardarán mucho?
-No lo sé hijo mío, tal vez toda la noche
-Necesitamos que nos acompañes...
-¡Fugaku¡
-Papá...no...
-Necesito que vayas...
-No puedes exponer así a Sasuke
-¡Tienes que ir¡ -golpeaba una mesa- has ido siempre, esta vez no tiene porque ser diferente...
-Tu hermano mismo dijo que esta vez no...
-No importa lo que él diga, el hecho es que Sasuke tiene que acompañarnos. Es por lo que justamente hoy quiero que vaya
-¡¿Pero piensas exponerlo a esas cosas?¡ ¡¿estás loco?¡
-Deja de discutirme Mikoto...así que arréglate de una vez Sasuke, no quiero llegar tarde
-Pero...
-Hazle caso a tu padre -le acariciaba el rostro- estaremos bien, no te preocupes...-lo rodeaba con sus delicados y cálidos brazos, brindándole un poco de conformidad y confort, que su padre no podía brindarle- cúbrete bien, está haciendo frío
-Es una noche muy oscura mamá...
-Lo sé Sasuke, lo sé...
Subimos al coche, no sin antes prender unas varitas de incienso a la foto de Itachi, mi hermano. Había fallecido, cuando yo aún era muy pequeño, no recuerdo gran cosa, pero... lo extrañaba en ese momento y hasta la fecha sigue siendo así. Mamá cerró la casa, caía la nieve a borbotones, se escuchaba el ruido de las pisadas al pasar por toda esa nieve; escuché el ruido del motor, un sonido tan áspero, oscuro...daba miedo. Tenía miedo, mucho miedo, no era como en otras ocasiones, esa era diferente, lo sentía diferente, veía en mi madre, miedo, un miedo bien fundamentado...se respiraba tan pesada la atmósfera...
El ruido de la nieve al golpear el carro...estaba cayendo una tormenta...el viento soplaba demasiado fuerte, parecía que iba a arrancar los árboles, sus ramas rechinban, unas con otras, no había nadie en las calles, todo estaba muerto, parecía que estábamos muertos.
La atmósfera era tan grande, tan asfixiante...que consumía cada parte, cada célula, cada respiración y cada pensamiento...
Al llegar a la dirección, la casa que se miraba a medias por la densa nieve, parecía que estaba a punto de caerse a pedazos; estaba tan vieja, y sin luz propia. Definitivamente era un barrio pobre, desolado y bastante lejano. No había señal para celulares, no había cables de luz. Parecía un lugar inóspito, donde nadie quería estar...y aún así papá tocó a la puerta; mi tío abrió con premura, parecía desesperado, detrás de él, una señora un poco mayor...su mirada rogaba e imploraba por ayuda, lo necesitaba a gritos; incluso la vela que tenía en la mano; temblaba tanto que no sabía si era por el miedo, el frío o ambos. Sus manos tan faltas de vida, parecía que fuera a morir de un momento a otro...tan huesudas, con la piel arrugada...se sentía la muerte en ella.
Bajamos al sótano, la anciana no dejaba de verme en ningún momento...mis padres hablaban entre ellos, se susurraban no podía escuchar nada. Toda la casa rechinaba, no entendía bien lo que pasaba; vi que se estaban preparando como siempre, pero incluso en mi tío, noté algo muy diferente, algo estaba pasando y no era nada bueno...en el mismo sótano, había una segunda puerta; al parecer, estaba detrás de esa puerta.
Mi padre y mi tío se colocaron a cada lado de la puerta, papá puso su mano en la manija, la abrió lentamente y....
-¿Cuál es su emergencia?
-Todos...todos están...
-¿Puedes escucharme? ¿en dónde te encuentras?
-Están muertos...
-¿Hijo, puedes decirme en dónde estás?
-No sé...es...lejos
-¿Quiénes están muertos hijo?
-Todos...
-¿Quiénes son todos?
-Mamá...papá...todos...
-¿Sabes qué pasó?
-Yo....
-Del otro lado de la línea, sólo se escuchó un grito, un gran grito....y la llamada se cortó-
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-¡Sasuke, despierta¡
-¡No, no, no¡
-¡Sasuke¡ -el chico abrió los ojos de golpe, y de la misma forma se levantó de la cama; con un rostro que no demostraba más que terror y horror puro-
-Tranquilo ven
-............
-Sólo fue una pesadilla, soy yo...
-Gaara....
-Sólo fue una pesadilla... ¿la misma de siempre cierto?
-Siento, que está acabano conmigo...
-Hey, -hablaba con calma y suavidad- ven aquí -lo alentaba- déjame abrazarte
-No sé que me está pasando últimamente...
-Tiene que ver -lo abraza- con que se cumplirá otro año, ¿no te parece?
-Supongo que es por eso....
-¿Te sientes mejor?
-Quédate así, un rato más, ¿quieres? -le respondía Sasuke mientras estaba acorrucado en los brazos amplios de Gaara. Estaban ya sobre la cama, y en lo que Sasuke se tranquilizaba, optó por darle un poco de agua.
Gaara notó que aún seguía asustado; si bien casi diario el menor tenía pesadillas, esta ocasión...era diferente. Precía que de verdad, con cada sueño, con cada desvelo...Sasuke estaba desfalleciendo-
-¿Mejor?
-Mucho mejor...gracias -volteaba a mirarlo con mayor tranquilidad-
-Me alegra...
-¿Crees que sea bueno, seguir viendo a la psicóloga?
-¿Sientes que has avanzado?
-Algo...
-Entonces creo que deberías seguir yendo...
-Esto es sólo...una recaída ¿verdad?
-Claro que sí, cariño -besaba su frente con suavidad-
-Me da miedo....
-Todo estará bien Sasuke, no te preocupes...ya han pasado muchos años
-Pero si esa cosa regresa...
-Debió de haber venido antes; tu mismo me lo dijiste, si es así...entonces no tendría porque aparecer ahora...
-Sólo quiero olvidarme de todo...
-Sabes que, no podrás hacerlo -le revolvía el cabello- pero yo te puedo ayudar a vivir con ello...
-Lo sé...-suspiraba-
-¿Sasuke?
-¿Dime?
-No terminarás como ellos -le susurraba suavemente a su oído, con una ternura y empatía, que hacía a Sasuke, bloquear brevemente sus oscuros recuerdos, haciéndolo perder un poquito el piso, como si flotara, como si de verdad el mundo no existiera-
-Yo...
-Claro que no...estaremos bien, te lo prometo
-De acuerdo....
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Líbranos del mal
FanfictionSi bien Sasuke, actualmente posee una vida "normal" después del incidente que no logra recordar, hay algo oscuro que ha regresado para atormentarlo por los errores del pasado, ¿qué será?