Capítulo 11: "No siempre existen los finales felices"

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 Sasuke esperó a que la enfermera en guardia se distrajera un rato revisando a los demás pacientes, para poder ir al baño y vestirse con un poco de premura. Tomó las pocas cosas que le quedaban y salió de la habitación.
Ya fuera del hospital, tuvo mucho cuidado de revisar todo lo que hubiera alrededor, se sentía libre al fin. Después de tanto tiempo podía estar en sus cinco sentidos, sin necesidad de pastillas o medicamentos. Bajó las escaleras del metro que se encontraba a tres cuadras de ahí, encaminándose a su casa.
Se sentó lentamente, los mareos eran fuertes, e incluso le hacían jugarretas visuales al ver como todo literalmente daba vueltas. Espero cinco estaciones más, para poder bajar y hacer un transborde en dicha estación para cambiar de línea. Subió a un nuevo vagón, tres estaciones más, y muy pronto estaría en casa.
Por otro lado, los chicos que aún estaban en el departamento de Sasuke terminaron de colocar los espejos de nuevo en su lugar, así como taparlos con mantas blancas. Gaara colocó las piedras que Naruto le había dado en cada una de las esquinas de la casa, de tal forma que, visto desde arriba formarían una pirámide que serviría para mantenerla segura.
Todo estaba listo, Naruto colocó algo de incienso, especialmente en la habitación de los chicos, el baño y la sala de estar, cuando al fin acabaron, rociaron algo más de agua bendita por los rincones de la casa y en ese momento escucharon el abrir y cerrar de la puerta de entrada. Ciertamente a Sasori le recorrió un escalofrío por toda la espalda, e hizo que Naruto y Tsunade de inmediato fuerana a ver qué pasaba, estaban algo preocupados, porque por un momento supusieron que era "algo" de esas cosas; pero su sorpresa fue otra cuando lo vieron.
-¿Qué se supone que haces aquí?
-Sería bueno al menos un saludo, Naruto... hace mucho que no nos veíamos
-¿Qué significa esto Tsunade? –Miraba a la mujer-
-Deberías de sentirte feliz, hoy por fin conoces al verdadero Sasuke –volteaba a ver al chico con una gran sonrisa-
-Nunca he estado mejor que hoy. Después de todo, estoy totalmente cuerdo... -se cruzaba de brazos- todo gracias a ustedes, mientras estuve en el hospital lo recordé todo. Sé cómo deshacernos de esas cosas
-¿Hablas en plural?
-Sí... son dos –su rostro se ponía serio. Me han estado siguiendo desde aquella noche –su relato fue interrumpido por un Gaara descolocado- ya deberían saberlo, ¿no?
-¿Qué haces aquí Sasuke? –No encontraba más palabras para describir su reacción-
-No puedo explicártelo todo ahora mismo, sólo puedo decirte que he regresado y no pienso irme otra vez. Muchas gracias por haber alejado a esa cosa de la casa Gaara –sonreía ampliamente. El otro, no recordaba cuando fue la última vez en que vio esa mueca en Sasuke. No pudo evitar sentirse también feliz-
-Hemos hecho todo lo que Naruto dijo. Aunque mencionan algo de una casa... es dónde...
-Sí Gaara –se notaba la tensión en el ambiente- El hecho es que si bien lograron alejarlos, lo mejor será enviarlos de donde vinieron. Para eso es necesario ir a dónde empezó todo. Esa mujer llamó a mi familia a propósito –guardaba silencio por un momento- y si lo hizo, fue para deshacerse de todos nosotros, pero si yo me salvé, no fue exactamente por pura coincidencia
-¿A qué te refieres?
-Mientras estaba recordando algo... llegó a mi mente algo en específico... yo... no sé cómo decírselos
-¿Sasuke? –Naruto tenía toda su atención fijada en él-
-Todos saben... bueno, Gaara pon atención. –Se colocaba en el marco de la puerta-. Cuando un fantasma se queda en este mundo... pasa por un gran infierno porque piensa que aún sigue vivo, y que nosotros los vivos... somos los que los asustamos, cómo si nosotros fuéramos los fantasmas
-Exactamente... -decía Tsunade-
-Y por eso, después de algún tiempo, se terminan convirtiendo... en algo muy malo
-¿A qué te refieres? –Preguntaba Gaara-
-Cuando un fantasma, pasa un tiempo en este plano, y no logra ascender o llegar a la luz –Sasuke lo miraba- entonces comienza a perder toda su humanidad. Bueno, también existen algunos otros factores, pero el resultado es el mismo. Puede ser rápido o lento, pero cuando comienzan a transformarse...
-Se convierten en demonios –finalizó Naruto-
-¿Qué nos quieres decir exactamente Sasuke? –Le confrontaba Tsunade-
-Cómo recordarás –desviaba la mirada- Itachi murió tres años antes.... –dejaba una pausa, y por la mirada de los dos rubios, se dio cuenta de que ya entendían lo que estaba a punto de decir-
-No me digas eso Sasuke –Tsunade pasó una de sus manos por la frente. Sentía desfallecer por la impresión-
-Sí... ese día me di cuenta, pero no quise creerlo
-Eso es... imposible –Naruto estaba igualmente impresionado, mientras que Gaara, entendía que había algo muy importante, pero no tenía ni idea de que era; sólo algo que involucraba al hermano del moreno. Al darse cuenta, Sasuke terminó lo que había empezado para que el otro chico entendiera-
-Te conté que años antes, Itachi acompañaba a mis padres en los exorcismos, y una noche un demonio... lo mató. ¿Lo recuerdas? –Veía al pelirrojo asentir con la cabeza- pues cuando mi hermano murió las cosas nunca volvieron a ser igual. Pasaron muchas cosas, y mis padres supusieron que por lo sucedido, Itachi no podía tener paz. Hicieron muchas cosas para dárselas, pero el problema era que, cada vez sucedían más y más incidentes que incluso subían de nivel a algo más peligroso... y... -al chico le costaba hablar-
-¿Estás bien Sasuke?
-Lo estoy, es sólo que... de sólo pensarlo me sigue aterrando .trataba de darse valor así mismo- lo que quiero decir, es que esa noche, cuando descubrí que no había uno, sino dos demonios... me di cuenta, que uno de ellos... era Itachi
-¿Qué? –Gaara cayó al piso de la impresión. De inmediato Naruto le ayudó a levantarse. Era obvio que estaba aterrado-
-¿Entiendes lo que digo? –Suspiraba- mi hermano después de su asesinato, al ser de un momento a otro, seguramente pensó que seguía vivo. Nunca pudo haber creído que estaba muerto, y menos de esa manera... pero como lo dije antes, cuando un alma se queda aquí algún tiempo sin encontrar paz. Entonces se convierte en algo malo... y eso le pasó a él. Esa noche, si no morí... fue porque a pesar de que en su mayoría, a pesar de ser tan sólo ya, una masa negra... aun le quedaba algo de humanidad, porque... estoy seguro de que me reconoció. Lo pude ver en el brillo de sus ojos... su mirada, tan llena de sorpresa. No podía creer que me encontraba ahí, no podía creer que era yo... así de simple... detuvo a esa cosa, porque se acordó de mí. Pero seguramente con todo el tiempo que ha pasado, al fin ha caído ante la oscuridad; es por eso, que algo me dice... Que la cosa que te atacó –no dejaba de ver a Gaara- fue él. Y yo tengo que detenerlo; se ha liado a al otro... y nos traerá problemas en tanto no logremos que se vayan de esta dimensión
-Sasuke...
-Lamento haberte involucrado en todo esto. Jamás pensé que llegaría hasta este punto. Pero esa maldita bruja... quiso deshacerse de los mejores exorcistas que existían en el país... pero a pesar de todo, se encargó de unirme a esas cosas... -suspiraba- seguramente hizo un trato con el demonio al que mi hermano sigue, y para pagar la cuenta necesitaba su tipo de moneda...
-El primer primogénito después de Itachi- susurraba Tsunade a lo cual el chico de pelos negros confirmó- Y para acabar con él, hay que mandarlo de regreso a quién lo mandó, o bien... a alguien más
-¿Alguien más? –Decía Gaara- pero, ¿a quién?
-Existe otra forma –reprendía Naruto-
-Pero ¿estás loco? De ninguna manera haremos eso –Tsunade se alteraba- ni lo pienses...
-Tsunade tiene razón Naruto –lo miraba con determinación- no podemos hacer eso...
-Pero será la forma más eficiente...
-He dicho que no... -Sasuke se acercaba a ellos- es momento de ir, pero los llevaremos a donde pertenecen, sin lamentarlo después, ¿de acuerdo? En todo caso, quién tiene que acabar y pagar esta deuda, soy yo...
-Podemos diferir un poco de ello, puede que no sea el momento pero... para ir allá no podemos tener más secretos –miraba al chico con profundidad- me has preguntado muchas veces, por qué me hice sacerdote... aquí tienes mi respuesta –abría los brazos extendiéndolos lo más que podía- cuando me dedicaba a la psicología, llegó un momento donde a los estudiantes, para hacer la clase más dinámica, llevaba algunos de mis amigos a hacer las pruebas de hipnosis. No era lo más profesional, pero me encantaba crear polémica –sonreía añorante- eran tiempos buenos, hasta que comenzaron a pasar cosas raras con eso... y con mi esposa –suspiraba dejando un tiempo en silencio-
Después de un tiempo, me di cuenta de que la mujer con la que compartí tantos años de mi vida, frente a mis ojos era una completa desconocida... cuando ella murió... quedaron muchas preguntas al aire. Así que decidí investigar por mi cuenta... es una historia muy larga pero, básicamente, estaba al borde del colapso y del suicidio. Yo nunca había creído en cuentos de fantasmas, demonios o posesiones... era simplemente imposible. Pero cuando ella se fue, y para no perderme a mí mismo... conforme más investigaba, me daba cuenta de que todo lo que ella me dijo en algún momento era verdad. Siempre decía cosas como que, "algo se acercaba, o había algo malo afuera, que había visto que alguna persona tenía cargando algo malo"... cosas, raras... ella podía ver, sentir y escuchar, porque no era cualquier ser humano... era una médium –agachaba la mirada- así que un día en el afán de querer ayudarla y dar una clase magistral en vivo... las cosas salieron mal –enseguida se recargó sobre la pared- yo nunca me di cuenta, que... un demonio la poseía... yo sólo creía que, era una enfermedad, esquizofrenia, personalidad múltiple, delirios... no sé –se escuchaba tristeza en su voz- revisé con varios especialistas, incluso ahí conocí a Tsunade, siempre tuve la idea de que estaba enferma... pero, incluso ella me lo dijo. Y no quise hacerle caso –la mujer se aproximaba a él para reconfortarlo un poco-
Ese día, mientras estábamos en la sesión... todo iba bien hasta que su rostro se transformó... quise indagar en qué era; muchos de mis estudiantes prefirieron retirarse al poco tiempo. Su voz cambiaba a cada segundo, los tonos eran drásticamente movidos, era algo casi imposible... se estaba volviendo algo insoportable –miraba hacia el suelo- así que decidieron irse a una pausa comercial y mientras todos estaban ahí, perdió el control, parecía tener convulsiones, y de la nada, todo fue muy rápido...
Nunca supe de dónde sacó el arma, sólo recuerdo su mirada cuando la tenía apuntándose a la cabeza... una sonrisa tan macabra, que fue donde entendí que ella... ya no estaba. Esa no era ella, era... otra cosa... y no de este mundo –no podía evitar dejar lágrimas en el suelo- la detonación enmudeció todo el lugar; y después todo se transformó a gritos y dolor... me quitaron mi licencia para ejercer, mi carrera, mi despecho.... Todo... lo perdí todo; ya no tenía nada...
Y fue ahí cuando lo descubrí. Su familia había practicado brujería por años, y la vendieron a los demonios... ella estaba embarazada; por eso la mataron, ni siquiera supo que su abuela era quién la había vendido... recuerdo cuando me decía que sentía que se estaba volviendo loca... aún me reclamo diciendo, ¿por qué no la escuché? Si tan sólo le hubiera creído...
-Naruto...
-Cuando me enteré de todo ya era demasiado tarde... así que ¿a dónde más podía ir? Ya ni siquiera tenía un lugar en el cual vivir... me refugié en la iglesia. Uno de los padres escuchó mi historia, nos había visto en las noticias... y con el tiempo, no pude aferrarme a otra cosa, más que a Dios. Mi fe y la realidad que estaba viviendo, me permitieron convertirme en sacerdote. Y me especialicé en exorcismos...
-No lo puedo creer –decía Gaara- así que lo que vimos hace un rato... esa mujer, ¿era?
-Sí Gaara... tomó su forma para recordarme y torturarme con lo que hice algún día –suspiraba- a lo que quiero llegar con todo esto Sasuke –se impulsaba y ahora caminaba hacia él- es que quiero que sepas que esta lucha no es sólo tuya... el demonio que te quitó a tus padres... es el mismo que me quitó a mi esposa –la mirada de todos se fijó en el rubio... era algo imposible de creer- Ahora, ¿me entiendes? –el chico sólo asintió, y después de todos los secretos al descubierto, cerraron el departamento, sin que se quedara una ventana o rendija abierta. Colocaron crucifijos en zonas estratégicas y con mucha precaución, se dirigieron a donde había iniciado el origen de todo el mal.
-Lo primero que haremos, será buscar en toda la casa, algo que te conecte...
-Se refiere a una foto, o algo que me pertenezca Gaara, siempre hacen eso –el chico le explicaba para que pudiera entender- lo necesitamos para poder quemarlo y desvincularme... algo así
-Entiendo...
-Además necesitamos que se presenten... en ese momento Naruto y yo haremos todo lo posible... pero está de más recordarles –miraba a Gaara- que necesitaremos su fortaleza. Estuviste muy bien con Naruto; quiero que hagas lo mismo aquí. Pase lo que pase, no dudes, ¿de acuerdo?
-De acuerdo –el chico se sentía algo nervioso, le daba miedo arruinar todo lo que habían hecho hasta ese momento. No cabía duda que la falta de información en esas cosas, era su peor enemigo en esos momentos. Incluso Sasuke sabía muy bien que hacer, lucía tan calmado, tranquilo y sereno; que él mismo sentía que no tenía que hacer nada ahí. Pero el querer salir de una vez de todo eso, era su mayor impulso para seguir adelante. Quería tener una verdadera vida con el menor, y no importaría a qué precio... sin duda lo haría.
Una hora más tarde y conforme a las instrucciones del chico, llegaron por fin. A pesar de tantos años, Sasuke recordaba la zona como si hubiera sido ayer... en su mente llovían los recuerdos de aquella noche; cuando corrió casa por casa, cuando lo arrastraron entre la nieve, la casa, el olor del lugar, todo caía como balde de agua. Y al fin, lo sentía... sabía que el demonio estaba cerca; probablemente la cosa esa, sabía también que se encontraba ahí; pero estaría lo suficientemente debilitado como para no hacer nada por un rato. Además aun no oscurecía y eso les daría mucha ventaja.
Estacionaron el automóvil, el rostro de Sasuke era imposible de describir en ese momento, parecía que tenía todas las emociones a flor de piel; estaba a punto de explotar, pero a pesar de eso, no perdieron el tiempo y entraron a la casa.
Naturalmente al estar abandonada, había cucarachas y ratas por todo el lugar, todavía estaban ahí presentes todos los electrodomésticos y cosas precarias que la bruja tenía en ese lugar. La sala, la cocina, las habitaciones, todo seguía igual; además de las manchas de sangre y la carnicería de esa noche, que hacían sentir enfermo a Sasuke; el olor era muy pesado de soportar. Al parecer nadie quiso cargar con el trabajo de la limpieza... al final seguramente, después de lo que sucedió, nadie nunca querría comprar esa casa; de ahí que el estado la abandonó, y la dejó como quedó, después de haber retirado todos los cuerpos.
Gaara sentía asco, y a la vez tristeza; mientras que los otros tres podían sentir la energía de esos demonios, provenían del sótano, no eran muy grandes, pero podían sentirlo. A su vez, Sasuke se enfocaba en buscar lo que necesitaba, no quería prestar más atención a todo lo que sucedió ahí; ante los ojos expectantes de Naruto y Tsunade, que lucían sorprendidos por la fuerza y dureza emocional que el chico había guardado, para tomar un lugar tan importante en ese momento. Ellos también se enfocaron mayormente a lo que necesitaban para seguir con el plan; no encontraron nada por ningún lado.
-Bueno, es hora de ir a dónde nadie quiere bajar –hablaba Sasuke en voz baja- era obvio... viniendo de brujas...
-Para que te digo que no –Tsunade trataba de relajar el ambiente-
-Entonces, vamos –Naruto interrumpió, para que después, sacando una lámpara de su bolsa, abriera la puerta que conducía al lugar de las pesadillas del moreno. Rechinó tan fuerte, que heló la sangre de todos; esperaban ver algo, pero no sucedió nada. Miraron por unos segundos más, para confirmar que estaba todo seguro, así que el rubio alumbró las escaleras, no se veía nada, poco a poco fueron bajando, dando pasos precavidos; habían telarañas por todo el lugar, y un olor a muerte con una tensión asfixiante le daban el plus a todo el lugar. Dejaron la puerta atrancada con un garrote para que no se cerrara y procedieron a inspeccionar el lugar, que era como Sasuke recordaba.
Gaara y Tsunade sacaron sus celulares que tenían luz incluida para seguir alumbrando y entonces Naruto encontró la pared falsa que tanto esperaba. Sasuke ayudó a correrla, y encontraron el altar de magia negra, con un sinfín de fotografías pegadas en toda la extensa pared. Eran tantas que incluso había unas pegadas sobre otras. Dieron una mirada rápida y Gaara al fin la encontró
-Sasuke –hablaba por lo bajo- ahí estás –señalaba una de las imágenes que se encontraba casi cercana al techo-
-Yo, la bajo –dijo Naruto mientras se subía a la mesa asquerosa que se encontraba ahí. Aun había un recipiente con algo bastante echado a perder que no sabían ni siquiera que era, pero por lo que se pudieron dar cuenta, seguramente se trataba de un animal muerto... o alguna parte de él. Había cera de velas negras regada por toda esa madera y algunas fotos ahí mismo que se encontraban tachadas y cubiertas de algo rojo... parecía ser sangre seca de hace muchos años. Flores muertas dentro de agua podrida era lo que también se encontraba, al lado de cráneos pequeños, que seguramente eran bebés que la bruja robó.
El hombre bajó la foto, y la miró por un momento; le sorprendió ver el buen estado en la que se encontraba después de tanto tiempo, pero a su vez notó que había sido usada justamente para maldecirlo-
-Hay que quemarla de inmediato..."está vez habrá un final feliz" –se decía-
-Mientras comenzaré con el ritual –le hablaba Tsunade- Sasuke, ayúdame...
-De acuerdo... ¿Gaara?
-¿Sí?-el chico lo miraba asustado-
-No tengas miedo, todo estará bien... quiero que tú nos ayudes con esto. Ven y coloca tus manos con las nuestras... vamos a hacer lo mismo que hiciste con Naruto
-Yo...
-Exactamente lo mismo, sé que todo estará bien. Con tu ayuda lo lograremos...

Líbranos del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora