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Justin.

Había llegado con Nicola al restaurante en donde la había invitado a pasar un rato informal, para olvidarnos de todo tema de nuestra carrera como celebridades pero era imposible porque siempre los flashes iban a estar iluminando tu rostro, al ingresar al restaurante habían miles de fotógrafos a la espera de capturar nuestra entrada, típico en ellos, ni siquiera podíamos salir en paz cuando estábamos en nuestros días de descanso, y Nicola no estaba acostumbrada a tener encima de ella a estas personas, no era una actriz tan reconocida, su papel en la película de Transformes había sido el comienzo para ella.

—De verdad, lo siento.— como cortesía acomodé su silla, ella me sonrió en forma de agradecimiento por tal acto.

—No importa.— ella se encogió de hombros mientras observaba el menú.— Ya entendí como tenía que hacer Baldwin al salir contigo, uf, es horrible.

Hice un pequeño sonido con mi garganta, estoy tratando de olvidarla y justamente Nicola tiene que recordármela.

—Oh, lo siento.— ella cubrió su rostro con sus manos.— No quise recordarte a Hails, lo siento. Soy una pésima cita.

Reí negando, era hermosa.

—No, no digas tonterías Peltz.— llamé a un mesero que en seguida se acercó a nuestra mesa.— Puedes traerme una porción de Spaguetti junto con el vino más exquisito del lugar.

El asintió, observe a Nicola quien mordía su labio inferior, se veía sexy.

—Ordenaré una pizza con una soda light.— ella sonrió con vergüenza.— Lo siento, pero no pude resistirme.

El mesero asintió y yo negué en forma de aprobación, tenía una personalidad única, excelente en una chica.

—¿Puedes contarme de tu vida?— pregunte apoyando mis manos en la mesa y observándola fijamente.—Bueno, no te conozco muy bien.

—No hay problema.— ella suspiró.—Mi vida no es tan interesante como la tuya, sólo soy una actriz que empezó su carrera en Transformers, una chica simple.

—Ya veo.— suspire.

El mesero trajo nuestro pedido, comencé a comer mi pedido mientras Nicola no dejaba de cerrar sus ojos por el sabor exquisito en su pizza, según veo es un paraíso para ella.

[...]

—Fué un gusto salir contigo, Justin.— ella sonrió.

Pose mi mano en su cadera, mis labios iban directo a su mejilla pero Nicola se volteó haciendo que sus labios chocarán con los míos inconsciente, el beso no duro mas de cinco segundos que ella se separó avergonzada.

—Que pena—, reí frunciendo mi ceño.

—No pasó nada, Nicola.— sonreí.— Quizás podremos salir para la próxima, si quieres.

—Claro.

Jailey; JB HB [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora