OSCURIDAD Entre Dos Mundos

Capitulo 6

Mi asombro se expandió por la habitación. Las observé sin saber cómo reaccionar. Ambas estaban tan incomodas que incluso Diana tiraba sus pupilas al otro lado.

¬ Déjame adivinar. Es sólo por precaución. - Levante una ceja.

Lynn no parecía entender mi disgusto. Cómo podía ser que le dieran está pastilla a cada persona que llegaba a esté lugar. Eso no podía ser buena idea. ¿Cuántos se habían suicidado con la inmediata opción en sus manos? Acaso les daban la pastilla a propósito para ver si podían sacarse de encima a otro individuo sin ensuciarse las manos." ¡¿Esperaban que yo lo hiciera?! Pues, buena suerte con eso". Lynn continuó.

¬ Su acción es inmediata e indolora. Será como caer en un sueño profundo.- Agacho su mirada y se alejó con la bandeja. Se quedó de espaldas y miró sobre su hombro para dedicarnos un " Las veré más tarde". Sí que era sutil para echarnos. ¿Y por qué todos seguían diciendo que nos veríamos más tarde?

¬ ¿Qué ocurre más tarde? - Le pregunté a Diana cuando salimos de la habitación.

¬ Es una sorpresa.

¬ No soy muy amante de las sorpresas. - Abrí mis ojos lo más grandes que pude para que percibiera con facilidad mi tono sarcástico.

Dibujo una pequeña sonrisa en su rostro.¬ Te lo diré pero tendrás que fingir sorpresa. Está noche te haremos una pequeña fiesta de bienvenida. Sé que no tiene sentido pero imagínate estar tanto tiempo encerrada en cualquier lugar. No es qué nos encontramos encerrados pero siendo nosotros los únicos que habitamos el planeta, es casi lo mismo. Si no fuera por esto no nos vemos lo suficiente. Ni siquiera tenemos comidas para compartir. Vivir aislados no es bueno para nadie.

No dije nada.

¬ Te llevaré a la cabina quiero que conozcas la nave completa.

No entendí como iba a conocer todo quedándome en la cabina pero este lugar ya me había sorprendido más de una vez. Muchas de las cosas que tenía eran bastante impresionantes. Me encantaba lo futurista. En este lugar hasta el inodoro salía de la pared. Era sorprendente.

Sin embargo, el juego de las pastillas seguía revoloteando en mi mente. Luego de tantos años estás tres pastillas se entregaban a cada tripulante nuevo. Entendía y agradecía el uso de la pastilla amarilla. Dios prohíba que alguna vez sienta hambre. La píldora rosa se llevó todas mis palabras. No podía considerar éste un lugar para quedarme como los demás lo hacían, mucho menos un lugar para mantener relaciones. Quizás estaría bien para Lynn, pero no para mí. ¡Cierto! Es otra necesidad humana y mientras uno está vivo la piel le tira pero "¿En este lugar?" Aunque debía ser una buena opción para liberar estrés. Pero fuera de todo esto, necesitaría que alguien me explique el porqué de la píldora negra. ¿Por qué dejan a nuestra disposición una pastilla que puede matarnos? No creo que los Garlacks sean razón suficiente. Está claro que el simple hecho de llegar a éste lugar desconocido te desequilibra de forma automática. Yo al menos todavía no estoy segura de lo que me dicen. Necesito verlo por mí misma. Así que no debería ser una buena idea entregarle a alguien con sus facultades disminuidas o afectadas el poder de una decisión como esa.

Llegamos y la puerta desapareció como por arte de magia. Entramos y volvió a materializarse. Puse mi mano sobre ella y se sentía igual que las paredes. Me di la vuelta y encontré a la parte perdida de la tripulación. Yo estaba contenta de que Júpiter no estuviera ahí.

¬ ¡Hola niña!- Me exalté al ver al grandulón aparecer por mis espaldas.

¬ Álex éste es Rafael. Él se encarga del mantenimiento de la nave y es él que planta cara si nos encontramos en peligro - El grandulón o "wwa", como me gusta llamarlo, hizo una reverencia con su mano y yo le mostré lo que era sonreír a medias al estilo "Max".