Capitulo 4: Lavanda.

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—Bien venidos sean todos, este es mi departamento— Masculló LuHan, pateando una lata de cerveza que estaba en el piso. —Tomen asiento, ahí hay sillas y el sillón— Xiumin se sentó en una silla y SeHun en el piso a jugar con Yang.

—Eres un sucio ebrio LuHan— Dijo irritado Xiumin.

—Solo bebo de vez en cuando y solo es una no me trago Diez en un día.

—La soledad te ha pegado duro cariño, deberías de considerar regresar a Corea, es hora que estés a la cabeza de la compañía como corresponde.

— ¿Qué?, tu padre ¿ya no es capaz de mantener todo en su lugar?

—Mi padre no es inmortal querido, que harás... que Dios no lo quiera pero... si mi padre muere, ¿Cómo te harás responsable de la empresa si no tienes experiencia? — Mascullo cruzando una pierna,

—Para eso estas tu Min, para que me expliques todo como mi mano derecha— Respondió con una pícara sonrisa— Pues... que conveniente— Espetó Xiumin aventándole un calcetín sucio que estaba en el respaldo de la silla en la que estaba sentado— No tienes vergüenza— LuHan se encogió de hombros y prendió la calefacción para que el departamento de calentara y fuese más acogedor, después de que este fuera más cálido se sentó en el sofá tomado el control remoto para ver la televisión, Xiumin le miro asombrado, y a la vez molesto, Yang dejo los brazos de SeHun y fue directo con LuHan, el chico rubio cenizo se paró del suelo yendo a donde el sofá acurrucándose a un lado de Lu, Xiumin se sintió celoso, pero lo ignoro, cogió una cobija de la mochila y se fue a la habitación del muchacho castaño a dormir. LuHan y Yang se quedaron dormidos mirando la TV, SeHun no tenía sueño, así que se puso de pie y comenzó a limpiar, a él también le desagradaba un poco lo sucio del lugar, había ropa sucia en todos lados, la cocina apestaba a comida podrida, en la mesa habían desenas de platos y vasos desechables, ese era el trabajo más sencillo con una bolsa de basura bastaría para deshacerse de los platos sucios, lo más horrible era la caja de arena de Yang, parecía que no se la habían cambiado en meses. *Manos a la obra* pensó SeHun.

4 Horas después.

Xiumin abrió los ojos, y la peste de comida procesada de gato se había ido, se incorporó estirando los brazos por encima de su cabeza y sonrió. Ya se sentía un poco más cómodo, el ambiente olía a lavanda. Al voltear a su derecha, SeHun se encontraba en la cama con él, estaba dormido y con la ropa empapada, él es el que tenía el olor a lavanda, parecía que lo habían utilizado de trapeador, las manos las tenía como pasa y el cabello desordenado y negrísimo. Lo tapo con la cobija que se cubría y se puso de pie para encontrar a LuHan. Salió de la habitación cerrando la puerta de tras de sí, miro el sofá y ahí se encontraba Lu con el gato obeso en su abdomen. No pudo evitar mirarle con amor, era tan bello al dormir, se acercó despacio para no despertarle, besándolo en los labios casi como en un susurro. LuHan al sentir el contacto sonrió entre sueños, y Xiumin repitió su acto besándolo con levedad. El castaño abrió los ojos al sonreír y el rubio le sonrió también. LuHan envolvió los brazos en el cuello de Xiumin abriendo la boca para recibir la contraria, ambos hombres se besaron con pasión; Yang salto del sillón dejándolos solos.

SeHun escuchaba ruidos de respiración por fuera de la habitación, salió de la cama gateando y por la puerta emparejada miro el sofá, miro a ambos hombres haciendo algo que lo hizo sonrojarse, pero jamás apartarse y dejar de observar.

LuHan yacía desnudo de la cintura para arriba al igual que el otro hombre, Xiumin besaba con desespero el cuerpo del castaño atacando precisamente los botones rosados del contrario, con la boca mordía el derecho y con la mano zurda pellizcaba el otro pezón, mientras que con la diestra masajeaba el dolorido miembro de LuHan, El castaño se sentía atrapado y excitado al mismo tiempo, apretaba con las uñas nos hombros del rubio, gimiendo a la vez más agudo. Xiumin se desabrocho el pantalón, haciendo que LuHan se pusiera nervioso — Mnhg... ah- Min— Jadeo LuHan arqueando la espalda, el rubio ya tenía su mano en la cabeza del pene del castaño, lo helado de los dedos le Xiumin hicieron que LuHan sintiera mil sensaciones de frio y caliente. SeHun sabía lo que hacían ambos, no era tonto ambos estaban comenzando algún ritual de apareamiento hardcore o algo así, era muy diferente a lo que él conocía, se estaba llenando de curiosidad, quería hacer mil preguntas, practicar aquello si era necesario.

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