Cuéntame al oído

Capítulo cuarenta y ocho

Acaricio la mejilla de Jesús, está un poco menos hinchada que ayer. Entreabre los ojos y se ríe. Agarra mi cintura impidiendo que me levante y me besa.

-Podría quedarme aquí todo el día dándote besos pequeñaja-Dice dando un último beso en mi mejilla y me río.

-¿Sigues enfadado?-Suspiro y se ríe.

Niega y agarra mi cintura, pf. Está muy serio desde anoche, no quiere ni hablar del tema de lo enfadado que está.

-¿Es por mi padre verdad?-Cruzo los brazos y encoge los hombros-No te hagas el tonto, sé que es por él.

-Por muchas cosas nena, no importa enserio. Dame un beso anda-Sonríe buscando mis labios y suspiro.

Sus labios rozan los míos. Llevo mis manos a su nuca y su lengua choca contra la mía, pf. Se separa de mí y sonríe, pobrecito enserio.

[...]

-¿Qué te pasa?-Agarra mi barbilla y encojo los hombros-No te metas en este tema, tú no tienes nada que ver.

-Lo sé pero aún así me preocupa.

-¿Qué te preocupa?-Susurra y trago saliva.

-Que no te lleves bien con él, Jesús-Suspiro y él se ríe-Eso afectará demasiado. Lo digo enserio.

-¡Ay Mia!-Ríe y me besa la Mejilla-No te preocupes enserio, suele pasar.

Comienzan a pegar en la puerta y suspiro, como sea mi padre juro que le mato. Abro la puerta y abro los ojos, ¿Que hace ya aquí?

-Pero que chico más mono-Dice Carol mirando a Jesús se arriba a abajo y alzo una ceja. Me río y me da dos besos.

Aún mirando a Jesús, hace que se dé la vuelta para verle por detrás, dando el visto bueno asiente riendo.

-Vas a tener que aprovecharme demasiado, en dos días me voy a Londres con mi madre-Dice Carol giñándome un ojo y me río-Oye tu hermano viene de camino.

-¿Tú eres muy adelantada verdad?-Dice Jesús con una risa y Carol asiente con una sonrisa-Madre mía.

Jesús.

Estoy muy pero que muy enfadado enserio, jamás pensé que una persona llegaría a hacerme eso. Dani se ha ido con Carol a dar una vuelta. Carol es muy divertida y espontánea, me gusta para mi hermano, aunque yo no creo que terminen saliendo juntos. Suspiro y me muerdo el labio, me tengo que ir y no quiero.

-Mia-Toco su brazo y se da la vuelta-Me tengo que ir.

Suspira y me besa la mejilla, que adorable.

-Si necesitas algo dímelo-Asiento y sonrío, menos mal que la tengo a ella.

Me agarra la cara para besarme y sonrío, me encanta que ella dé el paso de besarme. Sonríe al terminar de besarme y suspiro, con sólo pensar el tiempo que me queda a su lado me deprimo demasiado.

-Adiós nena-Susurro de nuevo sobre sus labios y sonríe.

-Adiós Jesusín-Se ríe y abro la puerta para irme, adoro que me llame así.

Beso sus labios por última vez y suspiro. Espero a que cierre la puerta para dirigirme a la habitación de su padre, pf. Pego en la puerta y tarda bastante en abrirme, pero al final me abre.

-¿Os vais?-Pregunto cruzando los brazos y él asiente, bien.

-Y Mia también, salimos esta noche-Abro los ojos y suspiro, no joder, no puede ser.