Capítulo 1: Y pensar que todo empezó con solo cruzar la calle.

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-La vida nunca inicia como un cuento de hadas, no puedes elegir si tienes o no una vida feliz, solo pasa, nada ni nadie puede forjar un destino, que te quede claro…

¿Escuchaste esas palabras que reflejan más que nada optimismo y antipático interés por la vida? bueno, eso es lo que mi cerebro entendía. Generalmente yo no suelo tener en mi mente la idea de que la vida es color de rosa o que siempre habrá un arcoiris al final de un día turbio, ¿por qué? preguntarás, ¿no?, bueno la razón es simple, en un mundo lleno de descontrol, caos por doquier, y gobiernos liderados por gente que ni siquiera sabe nada del mundo que los rodea, ¿De verdad piensas siquiera sonreír?, ¡Por favor!, eso dejaselo a gente tonta y cuyo IQ está por debajo del promedio, la humanidad debe entender que no vivimos en un cuento para niños pequeños que siempre esperan un final feliz, solo con madurez y trabajo duro se lograra salir adelante.

¿Qué, te asusta mi forma de pensar? pues, qué más da, no me interesa en lo más mínimo lo que opines de mi vida.

A si, lo olvidaba, mi nombre es Fabián y estudió en la academia Schrodinger, es más que nada para personas que tienen un IQ sobre el promedio, y hablo por todos cuando digo que nada ni nadie podría cambiar lo que yo pienso.

En fin, iniciemos de una vez con esta… ¿novela?, mmm… ya veo, creí que solo tenía que decir lo que pensaba acerca de la vida, pero bueno, qué más da…

Bueno, esta historia comienza un 24 de Noviembre, a eso de las nueve de la mañana, me encontraba en camino al instituto, hasta que me encontré con la persona más rara, torpe, insípida y extraña con la que jamás pensé encontrarme:

♥-¡Con permiso, con permiso, con permiso!

En este entonces, esa rara tipa y yo chocamos, después de recuperarme de semejante caída me levante y entonces le dije:

♠-¡¿Oye que te pasa?!, ¿Acaso no puedes ver por donde caminas?. ¿Eres ciega o qué?.

La chica se levanto, se limpio el polvo que tenía en la ropa y corriendo dijo:

♥-Lo lamento, pero no tengo tiempo para discutir con un idiota y arrogante sujeto como tu, ¡Adiós!

¿Idiota?, ¿Arrogante?, ¿Qué rayos le pasa a esa chica?, ¿Cómo puede llamarme así si ella fue la que choco conmigo?, no se ni siquiera su nombre pero el simple hecho de recordarla hace que me hierva la sangre. Antes de irme noté que la chica olvidó algo, parece un collar de oro en forma de corazón, pero, ¿Qué debería yo hacer con esto? ¿Guardarlo y esperar a encontrarla dentro de 48 años y decirle, ¡Hey, aquí tienes lo que perdiste hace años! y luego nos hagamos amigos? No tengo tiempo para tonterías como esas, pero, por otro lado, si lo dejo aquí puede que se lo roben debido al valor monetario que tiene este collar…

¡Rayos! ya son casi las diez, y si llego tarde no me dejaran pasar, pues vale lo guardaré, ya que no me queda más opción que hacer eso.

Llegué al Instituto casi a punto de que tocarán la campana, tuve la suerte de no llegar tarde, y también la tuve de no estrellarme con otra chica rara. Si me preguntas cómo es mi vida,  te la diré usando solo tres palabras: Disciplinado, tranquilo y enriquecedor.

Sin duda me llena como humano tener una vida llena de conocimiento y tranquilidad ya que una vida de éxito se forja gracias al conocimiento racional de las cosas.

Después de un largo día de satisfactorio conocimiento me encontraba de camino a casa, y ¿Adivinen a quien me topé? ¡Exacto, a la tipa rara!. Estaba como loca mirando de un lado a otro diciendo:

♥-¿Donde estas? ¡Rayos, no lo encuentro!

Yo por simpatía me acerque a ella y le dije:

La vida que empezó gracias a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora