Lluvia Negra

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Valera-Trujillo. Nochebuena 2022.

En el orfanato José Miguel, se celebra el aniversario de la fundación; el comedor rebosa de alegría, una gran cena navideña; las luces de navidad en su incansable palpitar, anuncian la llegada de Santa Claus. Entre los niños resalta uno, está en la mesa más alejada del grupo; su nombre es Emilia; de su cuello cuelga un collar ligero y delicado, tan fino como un cabello, tan fuerte como el acero, el cual sujetaba una joya de color azul; distraída, observando a través de la ventana cómo la luna atenúa su resplandor ocultándose en las nubes negras de los andes; las cuales, anuncian el tormento de la lluvia negra. De pronto, Emilia nota que su joya brilla en el resplandor obscuro de la muerte; el ambiente del comedor se sume en melancolía, las mojas anuncian a los niños que ya es hora de dormir.

En la pared de los dormitorios hay un reloj, los niños duermen en literas, hay dos por cada habitación; el de Emilia no es la excepción, ella esta despierta cuando el reloj marca la media noche, su melancolía desaparece cuando de su joya sale un aura azul celeste; con su mano tapa el brillo, corre fuera de su habitación, se esconde detrás de las cortinas del recinto del segundo piso; allí observa detenidamente cómo es la abrumadora aura de la joya, distraída y en mundo, no es consciente de lo que ocurre al otro lado de la ventana; un ser de corpulencia alada, con mirada intensa, en una sinfonía de mal augurio; contempla como Emilia observa su joya; el ser desenvaina una espada blanca y la extiende al cielo, en un cantar de santos ríos, su espada emite una onda expansiva que hace quebrar los vidrios de la ventana donde está Emilia, los fragmentos caen sobre esta, ocasionándole cortaduras; ella yace en el suelo y alza su mirada a donde está el ser

—¿Quién eres? — Dijo Emilia entre sollozos

—Mi nombre es Angelus Mortis, el que porta al usuario de la muerte. Vengo a llevarte a la sala de angustia, donde yace Santa Claus, puesto que a este le quedan pocas horas de vida.

Emilia se coloca de pie, camina sobre el vidrio roto, sus pies descalzos ensangrentados; se acerca al marco de la ventana, donde Angelus la toma entre sus brazos y emprenden vuelo hacia las profundidades de las montañas de Trujillo. Al llegar, Emilia observa el desastre; Santa Claus yace ensangrentado al lado de los restos de su trineo y los cadáveres de los renos. Angelus deja a Emilia junto a Santa Claus; este mira y extiende su mano y toma la joya de Emilia

—Ahora es tu turno— dice Santa a Emilia.

La joya se eleva dando giros sobre sí misma, brillando en la muerte, brillando en la lluvia negra; Santa muere y Emilia recibe el deber de anunciar la llegada de la lluvia negra. Angelus lleva de regreso al orfanato a Emilia, sumida en la melancolía de la obscuridad. La esperanza encerrada está, dentro de la joya de Emilia, la cual, acostada en su habitación, observa como caen las gotas de lluvia sobre la ventana, gotas de muerte, gotas de melancolía y lluvia negra. FIN.

Lluvia Negra: La muerte de Santa Claus. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora