Lo que no te dije y no supiste mirar

"Entre amor y odio, no sé donde estamos"

Te odio, te odio tanto, te odio porque te amo, y es tanto ese amor que me duele, duele no estar contigo, duele no hablar contigo. Verte por las mañanas es mi tormento, tu sonrisa mi delirio, el cabello en tu rostro cayendo delicadamente, me recuerda al roce de mis dedos al acariciarte; y ahora cuando te veo todo eso regresa, todo lo bueno, bonito, todo ese amor, regresa en dolor, mis ganas de querer abrazarte, de querer gritarte, de querer besarte, de discutir otra vez, de llorar juntos, de ser tu soporte, tu respaldo, tu protector, compartir la frustración que sientes cuando no te dejan hacer algo, cuando la vida es injusta contigo, cuando tus problemas se vuelven míos y los míos tuyos, cuando luchamos juntos contra el mundo, cuando nadamos contra corriente, soplamos los vientos más fuertes, hicimos todo juntos porque ya no estábamos solos, ya no éramos un individuo, éramos una pareja, un todo.
Ahora me siento tan sólo, el fuego se separó y tú fuiste al lado contrario, no pude decidir si seguirte o seguir, te invite a venir conmigo, pero decidiste seguir tú sola, dijiste que por ahora ya no podíamos seguir juntos, que buscamos cosas diferentes, pero que al final volveremos; aún cuestionó lo que me dijiste, no me cabe duda que quiero estar contigo, pero, por qué partiste, por qué no intentamos ir juntos, por qué no fuimos complices, por qué sólo nos apoyamos, por qué fuimos soporte y no un impulso a nuevas cosas, nuevas aventuras, tan sólo espero que en tu camino no te enamores de nadie como de mi, que te guste quien te guste, experimenta, pero que al final volvamos a amarnos, aprender del pasado, y justo cuando nos volvamos a topar, darnos todo lo que debimos darnos, amarnos hasta que no se pueda más, odiarnos hasta que duela, buscar el equilibrio, divertirnos, impulsarnos a hacer locuras, a tomar decisiones, a vivir, a ser locos entre los locos, porque entre el odio y el amor la línea de separación se perdió en nuestra relación.