Lo que no te dije y no supiste mirar

Varado en tu naufragio

En tu mirada naufrague y mi cuerpo lo resintió, todo el estrés de sobrevivir a tu tormenta, solo por querer ver ese prometido paraíso, con ganas de viajar por tu cuerpo, comer de la fruta, y sentir cada borde de tu piel, pero fallé, fue más fuerte el ojo de la tormenta, me arrastro, y aún no encuentro la salida, ya no estamos, ni somos, ni puedo ser, ni estar, mi cuerpo se manifiesta, me grita, vete, huye, déjalo ya. 

Suelo escuchar cosas, mi ojo no deja de palpitar, como si algo quisiera salir de él; a veces me quito los pelos, y me rasco constantemente; fumo para tranquilizar la ansiedad, y así olvidar mis pensamientos, pues me sumergen, no distingo la realidad, qué es real; vivo como puedo, vivo internado en mi mente, pues si abro la puerta, todo se quemará y me culparán, los otros, mis otros yo, me insultaran, y sé que ellos no quieren dejarte ir, ni yo, ni nadie; prefieren verte en la pared, escrita en el techo, tú nombre por todo mi cuerpo, sangre que corre a través se chorrea por mis dedos, y es el mejor color para tu lindo cabello. Naufragio, que lindo y tormentoso naufragio, el andar en tus aguas inmóviles, me es tan nostálgico, sigo varado, esperando que la ballena me lleve al cielo, y así cantar con las estrellas de tu cuerpo, sentirme otra vez en armonía; mi cuerpo ya no se quema, pues algo retiene este fuego. Sin ti, polvo, contigo, vida.

Reina de mi locura, acógeme, abdúceme, que tú sensualidad es de otro planeta, tú no mereces esta vida, y yo te daré lo prometido.Cuando la oscuridad de la noche más nos reflejaba, tú y yo a escondidas cerramos el hecho ya nada discreto, de lo que vimos y sentimos en nuestros sueños. Te seduciré a mi mundo, de la única manera que sé, siendo lo que siempre he sido, un chico con problemas y destello de grandeza, en el cual te identificas de la misma manera, pues arte somos, y sentiste la vibra que con ritmos alternos nuestros corazones latían; apenas te vi, supe que no eras de acá y cómo no naufragar si en tus ojos yo vi, las estrellas y algo más.

Mi cuerpo entumecido, ya no siento las inyecciones, pues todas las noches grito tu nombre. Me veo a tu lado, bajo las luces de esta ciudad, salimos juntos pues nunca parece acabar, por alguna razón sigues aquí, inexplicablemente, sin razones, sin hablar de que somos, sin saber a donde vamos y que nos depara la vida. Escuchando canciones, todas me suenan igual y esta es una escena que se repite, tú fumando, yo observando, todo estático, música de fondo, sonidos turbios, incoherentes, zumban; pero aún así te escuchó perfectamente, tú voz, tus labios, tú risa, tus manos, quiero sentirte, te toco, te veo, no reconozco nada, se siente como algo pasado, sin embargo, que bien se sintió, ese último beso bajo la luna, apareciste y desapareciste.

Contigo empezó y contigo terminó, qué buscabas en mi camino, por qué llegaste sin aviso, qué querías, mi cabeza da vueltas, tú risa, tú rara y única forma de ser, independiente, loca, sin miedo, ya no te siento, ahora es como si estuvieras lejos; aunque aquí te veo, te respiro, te fumo y por las noches nos besamos, te veo desaparecer entre colores y destellos, te esfumas como vapor que desprende mi cuerpo, me arrodillo y lloró, lloró de felicidad, pues en algún lugar te volveré a encontrar, porque tú no eres de aquí, nunca lo has sido y yo te seguiré para poder algún día volverte a besar.