Me despertó el sonido de "algo" entrando por mi ventana a mitad de la madrugada, "Tal vez solo estaba soñando", fue lo primero que pensé...
Pero cuando me incorporé en mi cama y prendí la pequeña lampara que se encontraba sobre mi buró, comprobé que no era un sueño, que no lo estaba imaginando, y que sobre todo, un sentimiento de absoluto miedo comenzaba a apoderarse de mí.
-¿Quién eres tú?- pregunté intentando que mi voz no saliera temblorosa a causa del miedo- ¿Qué es lo que quieres?-.
Delante de mí se encontraba una persona vestida completamente de negro, con la capucha de su sudadera sobre la cabeza, y mirando hacia el suelo, de tal forma que yo no podía mirarle el rostro. Estaba de pie y totalmente inmóvil frente a mi ventana.
No respondió a ninguna de las preguntas que le hice, lo cuál me asustó aún mas.
-Te están buscando a ti, ¿No es cierto-. Mientras hablaba apretaba los puños e intentaba parecer lo mas segura posible- Eres un delincuente y estás huyendo de la policía- las palabras salían de mi boca con dificultad- por eso tratas de esconderte aquí-. Eso último salió mas como una afirmación que como una pregunta.Su silueta era iluminada por la luz de la Luna que entraba a través de mi ventana.
Observe con detenimiento como levantaba la vista, ladeaba la cabeza hacia un lado y se llevaba la mano derecha hasta la altura de su cabeza, tomando la capucha con ella y quitándosela en un solo movimiento.
Pude apreciar como su oscura y larga cabellera caía sobre sus hombros. Sus ojos, ¡joder!, tenía unos impresionantes ojos color esmeralda -los cuales ahora me era posible mirar claramente a pesar que la luz de la lampara era sumamente tenue- que se fijaron intensamente sobre los mios. La boca entreabierta y con un rictus de dolor que intentaba reprimir.
Yo simplemente me quedé helada al darme cuenta que era una chica.-No soy ninguna delincuelte- su voz era ronca y seductora. Sus palabras eran pausadas y seguras.
- Entonces ¿Porqué estás huyendo de la policía?-. Una vez mas no me respondió.
Su respiración estaba bastante agitada.
Fijé mi vista en el piso y vi una mochila color gris en él... -¿Qué hay en la mochila?- pregunté de inmediato.
- No hay nada- Su respuesta fue inmediata.
- Entonces no te importará que mire- me acerqué rápidamente e intente tomar la mochila.
-¡Ya te dije que no hay nada!- Se agachó apresurada para retirar la mochila de mi alcance.
Forcejeamos un poco y de un momento a otro sus piernas se doblaron y cayó al piso sin siquiera tener tiempo de meter sus manos para amortiguar la caída.
-¡Aaaaaghh!- Soltó un grito de dolor- ¡Mierda!
- ¿Qué te pasa?- su grito de dolor me había asustado muchos pero lo único que pude hacer fue sentarme junto a ella para tratar de ayudarla.
- ¡Es la maldita pierna!- respondió apretando los dientes- Bueno, en realidad son ambas piernas, pero la derecha está mas lastimada.
Puse mi mano sobre su pierna y me sobresalte al notar como quedaba empapada de sangre de inmediato.
-¿Qué fue lo que pasó?- pregunté preocupada.
- Me dispararon. Pero no creo que sea tan grave- respondió restándole importancia.
-Eso no lo puedes saber tú- limpie la sangre en mi camiseta y seguí analizando la herida- dejame revisarte.
Me levanté para prender la luz de mi habitación.No tenía idea de quién era esa chica. No sabía si era una delincuente, una ladrona, o quizás hasta una loca homicida.
Lo único que tenía claro era que tenía que ayudarla. Estaba perdiendo sangre y to era la única persona que podía hacer algo por ella.
-Iré por un botiquín para curarte la herida- la miré una vez mas. Ahora mas clara con la luz de la habitación encendida. Su espalda estaba regargada en la pared. Apretaba la mandíbula para reprimir el dolor y cerraba los ojos.- Trata de sacarte el pantalón- seguí diciendo antes de salir de la habitación-, si no puedes hacerlo ahora que vuelva te ayudo.
Abrió los ojos y los dirigió hacia mí.
Su mirada era terriblemente intimidante y yo no era capaz de descifrar si con ella intentaba asesinarme o agradecerme.
Regresé con el botiquín en la mano y me senté junto a ella nuevamente. Todavía no se había quitado el pantalón y yo no le veía mucha intención de hacerlo.
Coloqué mis manos sobre el botón de sus jeans...
-¿Puedo?- le pedí su autorización una vez que me di cuenta que ella ni podría hacerlo sola.
Me miró y únicamente asintió en forma de respuesta.Era una persona tan misteriosa. Con una mirada tan penetrante que sería capaz de intimidar al mismísimo demonio.
Esa cara de chica seria y dura. Tan a la defensiva.Desabroche sus jeans y los baje poco a poco, con mucho cuidado para no lastimarla en el proceso. Ella sólo cerraba lis ojos y soltaba ligeros quejidos de dolor cuando sin querer tocaba las partes lastimadas.
- Ya está- dije cuando por fin logré sacarlo.
- ¿Estás segura de que sabes cómo curar una herida?- preguntó sin mirarme.
- Bueno, no soy medico ni nada pero mis padres me hicieron tomar un curso en el colegio por si alguna vez era necesario- me miraba como si le importara una mienda lo que estaba dicuendo-, se un poco mas que lo básico y se también como actuar en estos casos.
-Está bien... Sólo- hizo una pausa. El dolor en su voz era evidente-, haz que deje de doler.
-Lo haré- mi respuesta fue segura. Vas a estár bien.
Le sonreí pero no hubo respuesta de su parte así que preferí enfocarle en mi que estaba haciendo.
El disparo que tenía en la pierna derecha solí había sido un rozón y ka bala ni siquiera se había quedado dentro, sin embargo había perdido sangre debido al impacto.
Lo primero que hice fue desinfectar la herida. Luego pasé un analgésico en spray y finalmente la vendé para detener el flujo de la sangre.
- ¿Qué te pasó en la otra pierna?- la cuestioné al ver que también la pierna izquierda estaba bastante lastimada. Llena de golpes, moretones y algunos raspones que habían logrado pasar por encina de sus jeans rotos.
-Me caí de la moto cuando intentaba escapar de la policía- sonrió ligeramente. Parecía mas una burla que una sonrisa.- Por cierto, siento haber destrozado tu jardín y haber derribado gran parte de tu ridícula cerca.
- ¡¿Que hiciste qué?!- me sobresalte de inmediato. Debía estar bromeando. Si mis padres se daban cuenta cuando llegaran_ si es que llegaban como lo habían prometido_ harían un escandalo.
- La moto iba demasiado rápido y no puede detenerla- está vez hablaba mas seria.
Moví la cabeza negando un par de veces y respiré profundo.
- No puedo creerlo- hice una pausa y luego preferí cambiar de tema-. ¿Porqué no mejor me hablas sobre algo. Así yo puedo pensar en algo que no sea mi estropeado jardín y tu puedes distraerte del terrible dolor que sentirás cuando deposite el alcohol en tu otra pierna-.
-¿Porqué no mejor hablas tú?- cuando hablaba hacía parecer como si cada palabra fuera importante. Deteniéndose en cada una de ellas. Tranquila y segura.- Yo no soy muy buena con eso-.
- Bueno, me llamo Camila- le ofrecí mi mano derecha-, Camilla Cabello- ella solo me miraba como si mi gesto le pareciera ridículo y estúpido, así que bajé mi mano un poco apenada.
En lugar de continuar con mi patética presentación, vertí mas de la mitad de la botella de alcohol sobre sus múltiples heridas. Ella cerró lis ojos y se mordió el labio inferior en respuesta.
- Te agradezco por ayudarme Camz- habló una vez recuperada del punzante dolor.
-¿Camz?- que ella me pusiera un apodo me parecía algo muy extraño y hasta cierto punto gracioso.
-"Camila" "Cabello"- dijo intentando imitar mi voz en una clara burla- Camz es mas corto, y mucho menos pretencioso-.No discutí ante tal comentario. Solo me limite a neguar con la cabeza mientras abría un tarro con un analgésico en gel que me encargue de extender con cuidado sobre su pierna.
No se porque ella evitaba a toda costa mirarme mientras yo tomaba el gel, lo calentaba frotándolo entre ambas manos, y luego lo esparcía lentamente en su muslo. Veía como miraba hacia el suelo, hacia cualquier otro punto indefinido, o simplemente cerraba los ojos.
-¿Puedo saber cuál es tu nombre?- pregunte mientras frotaba de nuevo el gel entre las palmas de mis manos.
- Lauren- su respuesta fue seca.
-¿Sólo Lauren?- pregunté curiosa, buscando averiguar más.
- Sólo Lauren- Finalizó sin más.
- Bueno, pues mucho gusto Lauren- impulsivamebte extendí mi mano en forma de saludo una vez más, y para cuando me di cuenta de mi error e intente retirarla avergonzada, ella también había extendido la suya para finalmente estrecharla fuertemente con la mía.
- Mucho gusto Camila- dijo. Y por primera vez desde que entró por mí ventana, me sonrió_ era una sonrisa ligera, algo nerviosa y casi imperceptible que parecía costarle mucho-, mientras me miraba a los ojos y asentía con la cabeza.
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Beautiful Eyes
Fanfiction"Todo el mundo viene con cicatrices, pero tú puedes amarlos igual... Te dije que no era perfecta, tú me dijiste lo mismo"