Capítulo 10

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Detuve la motocicleta y ella finalmente levantó la cabeza de mi espalda y relajó el agarre de sus brazos en mi cintura.

-¿Llegamos?- preguntó con una adormilada voz. Al parecer se había quedado dormida.

- Así es- le respondí riendo un poco.
Me parecía muy tierno el hecho de que se hubiera dormido durante el trayecto... Y muy estúpido también, es decir, se pudo haber caído.

-¡Oh, demonios! - casi gritó luego de abrir bien los ojos y percatarse donde estábamos-, está muy alto.

-Es logico- le respondí asintiendo-, estamos en el puente mas alto de la ciudad.

- ¿Y que hacemos aquí?- su voz sonaba nerviosa.

- Apreciar la vista- me encogí de hombros-, me dijiste que te encantaba la noche, y observar el cielo. Desde aquí puedes tener una hermosa vista de ambos.

- Realmente es muy alto- me pareció que estaba algo asustada.

- Podemos irnos si quieres, no tenemos que...

- ¡No!- negó de inmediato y trató de forzar una sonrisa-. Esta bien, de verdad.

Me acerqué a ella que por mas que intentaba parecía no ser muy buena disimulando e incluso había comenzado a temblar. La tomé de la mano sin pedírselo. Solo la apreté fuerte entre la mía y entrelacé nuestros dedos.

A ella no pareció incomodarle así que no me preocupé.

-¿Quieres sentarte?- su cara de confusión era digna de admirarse, y su mirada buscaba disimuladamente alguna clase de asiento.

-¿Sentarme?- volvió a mirar una ultima vez pero su búsqueda fue inútil- ¿En dónde?

- Me refería a sentarnos en la orilla del puente, yo lo hago todo el tiempo. Solo debes dejar tus piernas colgando y...

-¿Estás loca?- levantó ambas cejas en señal de asombro y abrió los ojos como platos-, ¿De verdad haces eso?

-Claro que si. Siempre que vengo a éste lugar.

Mientras la distraía hablando, caminaba hacia la orilla, aún con su mano entre la mía sin que ella lo notara.

-Es mas seguro de lo que piensas.

Di un par de pasos mas al tiempo que ella me seguía insegura, pero sin detenerse.

El puente tenía una pequeña vaya de seguridad que nos llegaba hasta la cintura. Tenía franjas verticales y diagonales encima que formaban perfectos rombos. Pero lo suficientemente separadas para que nuestras piernas pidieran entrar por ahí y columpiarse en el vacío mientras estábamos sentadas y el hecho de que el resto de nuestros cuerpos nunca entraría por ahí, nos daba bastante seguridad.

Tomé su mano con fuerza para ayudarla a sentarse, dejándo que se tomara el tiempo necesario. Dudaba algunas veces, luego me miraba, sonreía y volvía a intentarlo y así en repetidas e innumerables ocasiones.

Debo decir que después de casi 5 minutos en los cuales seguía haciendo lo mismo, ya había y comenzado a perder la paciencia.

-¿Estás bien?- pregunté luego de ver como sus manos comenzaban a sudar y después me soltó para limpiar ambas manos en sus Jeans.

Si- respondió tomando una gran bocanada de aire-, no pasa nada... Está muy alto, eso es todo.

-¿Estás segura de que...

-¡Ya!- me sorprendió un poco el tono con el que lo dijo-, solo sentemos y ya.

Me reí ante la forma en que reaccionó y eso pareció darle valor.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2017 ⏰

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