Capítulo 7.

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Anochecía... Ron y Harry estaban a punto de darse por vencidos.

-Harry.... Aquí no hay nada- dijo Ron sentándose en un tronco. Habían recorrido todo el bosque, menos mal no se habían encontrado a ninguna criatura- pensó.

-Debe estar por aquí cerca...- dijo Harry mirando hacia lo lejos, donde ya no se podía visualizar nada; la oscuridad estaba llenándolo.-Ron... ¿ahí no era donde vivía Aragog?

-Cómo olvidarlo...- dijo irónico, recordando una de las experiencias más traumantes de su vida.

-Más hacia allá- dijo señalando hacia su derecha.- se encuentras los threshals.- dijo haciendo un mapa mental. – y el rio cruza cerca de allí.

-¿Hay un rio?- Harry se adelantó y alargó cada vez más el paso. Ron iba a la velocidad que podía. Al llegar pudieron visualizar un riachuelo. –Yo esperaba algo enorme y hermoso la verdad- dijo Ron jadeando.

-Ahí hay una cabaña...- dijo Harry observándola, el humo salía de la chimenea, pero la oscuridad invadía el resto de la cabaña. –Vamos.- dijo abriéndose paso entre los arbustos.

-¿crees que debamos tocar la puerta?- preguntó Ron con la varita en ristre. Pero no pudo alcanzar a tocar ya que Anne-Bell, con el cabello suelto y con un trapo de color verde menta que le quedaba muy corto apareció por la puerta con una enorme sonrisa.

-Señor Potter- dijo mirándolo con esa sonrisa amable que no esbozaba desde hacía años. –Señor Weasley- dijo aún más sorprendida.- Por favor, pasen.- ellos estaban asombrados, apenas y cruzaron miradas. Pensaban que tendrían una gran pelea... pero obtienen galletas. Se sentaron en la mesa asombrados de que al ser una cabaña abandonada, no fuera fea... estaba llena de flores en jarrones y telas de todos los colores cubriendo las ventanas. –Perdonen la oscuridad- y con un movimiento de su varita, unas pequeñas lámparas que se encendían con ramitas en ellas, iluminaron la habitación.

-Los he visto venir...- dijo sentándose en frente de ellos, con elegancia, pero manteniéndose serena.

-¿Es usted la señorita Anne-Bell?- dijo Harry mirándola seriamente.

-Sí señor, soy yo.- dijo, y Harry miró a Ron quien se atragantaba con las galletas. –Buena idea tráelo...- pensó.

-Está decepcionado...- dijo Anne. Como vio la cara de Harry, abrumada y decepcionada, continuó.- sé que le han dicho cosas malas sobre mí señor Potter... pero quiero que sepa, que los problemas van más allá de mi comportamiento... el cual ahora considero inapropiado. No puedo negar lo que hice.- dijo levantándose y caminando hacia la ventana.- pero ellos son los monstruos, no yo.

-¿A qué se refiere?- preguntó Harry, curioso. Había algo en esa niña que le recordaba a Luna Lovegood.

- Yo... si puedo ver el futuro, el pasado.- Ron dejó de comer y miró atónito a la niña que no dejaba de mirar a los threshals más allá- Ellos me han... torturado- dijo mirando por la ventana.- ellos me aprisionaron, cuatro años- dijo tocando la ventana con sus dedos.- ellos no le han contado toda la verdad señor Potter.- dijo volteándose.

Hubo un silencio. Harry se levantó y se acercó a Anne... ella le extendió los brazos.- no me importa ir presa, no sería nada nuevo para mí. Pero hay algo que usted necesita saber...- Harry miró a Ron, quien asintió con la cabeza.

-Tienes veinte minutos- dijo sentándose, seguido por Ron.

-Yo soy hija de Lord Voldemort y Bellatrix Lestrange.

-¡ESPERA!- soltó Ron – La profecía es cierta...- dijo mirándola. – Sabia que te parecías a alguien que conocía- Harry lo miró. ¿En serio era tan estúpido de creerse eso? Increíble...

-Tú los mataste... y estoy orgullosa de eso, si, es verdad que... siempre he querido una familia- dijo con los ojos llenos de lágrimas. Algo dentro de Harry se conectó con ella... ¿Y si lo que decía era verdad?- Sé que fueron malos, se lo que hubiera pasado si no lo hubieras vencido. Pero mi hermana... ella no piensa lo mismo.

-¡¿HERMANA?!- gritó Ron. Estaba procesando todo tan positivamente que Harry quería estrangularlo.

-Su nombre es Delphi, y he venido al Reino Unido a buscarla... bueno... eso fue antes de que me encerraran y que cuando por fin la encontrara me tratara de asesinar.

-A ver si comprendo...- dijo Harry ordenando sus ideas. Pero antes de que dijera algo más ella continuó hablando – la nube negra que ese centauro vio sobre tu hijo Albus, no es culpa del inocente.- dijo serena dándole vueltas a su varita en la mesa.

-¿Cómo sabes...- Anne continuó. – Sé cómo saldrán las cosas Harry Potter. Si decides o no creerme, si decides o no. Todo se basa en eso. Además, tu hijo si corre un gran peligro, no puedo predecirte el futuro y decírtelo a voluntad. Tu más que nadie sabe lo terrible que pueden ser las modificaciones en el espacio tiempo.- dijo agrandando los ojos.- lo que te puedo decir, es que debes confiar en que te diré lo que necesites saber- Harry recordó a Dumbledore.-Necesitas confiar en tu hijo... no importa cuántas veces desees que fuera diferente. Eso lo mata por dentro; peor que la depresión más severa; perfora su alma más que una maldición. Potter... es tu hijo, él te odia, no puedo negártelo. El mismo te lo dijo... sé que lo intentaste, pero desde aquella noche en que fue sorteado en Slytherin... no volvió a ser el mismo. Es tan incomprendido, que su único amigo, juzgado mal... es, inconmensurable el daño que le estas provocando. Está roto, y a veces, aquello que está roto, no es posible arreglarlo. Pero tú, tienes tiempo para hacerlo...- Hubo un silencio el cual Ron cortó diciendo.- ¿Debemos arrestarla Harry?- Harry no apartó la mirada de Anne, quien tampoco la apartó de él.

-Tienes los ojos de Bellatrix- dijo finalmente.- ¿puedes... hacer algo que ellos podían hacer? Ya sabes...- carraspeó.- ¿hablar parsel?... ¿volar?- preguntó recordando a su enemigo.

-Todas esas cosas las puede hacer mi hermana.- después de relatarles las historias que ella poseía en su memoria de su hermana haciendo "rarezas" Ron dijo. –Wow... pero puedo preguntar ¿Cómo es que ves el pasado?... ¿Voldemort podía hacer eso?- dijo dirigiéndose a Harry quien alzó los hombros. – Yo podía ver a través de él- aclaró Harry.- pero jamás vi el futuro ni el pasado...

-Tengo la hipótesis de que mi madre podía hacerlo. Pero estaba tan cegada por el amor, el poder y la sangre... tenía otras prioridades. Que jamás se dio cuenta de su... podríamos llamarlo verdadero talento.

-Anne-Bell... ¿podrías ayudarnos? Si alguna vez te necesitamos... debes prometer que estarás aquí. Lejos del alcance del ministerio. Si es cierto todo lo que nos has dicho esta noche...- hizo una pausa. La cicatriz le dolía.- ¿Cómo es que me duele la cicatriz de nuevo?

-Solo vete Harry Potter... haz elegido sabiamente.- dijo antes de ver como los dos hombres salían y tras desaparecerse en los arbustos, todo se volvió negro.



Delphi miraba a Albus, le sonríe. Le está enseñando, y entra Scorpius. Los observa con recelo. El suceso se mezcla con otro.

-Un giratiempo.

-El ministerio de magia.- dice Delphi.- El giratiempo lo tiene la ministra de magia.

Hermione está haciéndole unos hechizos a su estantería. Y tras las pistas, se esconde un giratiempo.

-Mañana será...- decía su hermana a los dos amigos quienes sonreían.

Volvía a ser ella. La mesa dejó de verse como una mancha café y entonces, el destino estaba por cumplirse. –Buena suerte.- dijo Anne antes de caer sin fuerzas y sin alientos al suelo.


El legado Maldito // Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora