CAPITULO 24- Peligro inminente

106 15 58
                                    


(Luna)

Lo único que escucho desde el castillo son todas las explosiones procedentes del campo de batalla, Aisha y Rayan han movilizado a las pocas tropas que hay dentro de la ciudad para evacuar a los ciudadanos, Leinhard a abierto varios portales hacia Arual donde la mayoría de los ciudadanos están siendo evacuados y los que no querían abandonar la ciudad se encuentran en el refugio de la iglesia, en estos momentos me encuentro en la sala del trono junto con Aisha, Rayan y Sairus.

-Estamos perdiendo a muchos de los nuestros -dice Rayan preocupado mientras mira por el balcón- esta claro que en esta guerra estamos en una clara desventaja.

-Los números no ganan las batallas si no los hombres que se encuentran en el campo de batalla peleando por lo que ellos aman y estos soldados están dando su vida por proteger a su ciudad y a los suyos -dice Sairus intentando tranquilizar a Rayan- los jinetes están junto a ellos y gracias a ese muro que han levantado por el momento estamos a salvo.

-Esas bestias son enormes -me agarra del brazo Aisha- seguro que estarán bien -me mira- ¿como te encuentras?

-Bueno -llevo una de mis manos a mi barriga- necesito sentarme.

-¿Va todo bien? -me pregunta preocupado Sairus.

-Pues diría que este no es el mejor momento pero -miro hacia el suelo- he roto aguas.

-Esto no puede estar pasando -dice Rayan nervioso mientras se mueve por toda la habitación sin parar- ¡¡que vamos a hacer!!

-¡¡Rayan tranquilízate!! -le grita Aisha- a ver Rayan tu avisa a Leinhard necesitamos transportar a Luna lejos de aquí, Sairus te quedas al mando de todo.

-¡¡Esperad, esperad!! -les grito enfadada- yo de aquí no pienso moverme sin mi marido, mi marido y nuestros amigos se están jugando la vida y yo no pienso abandonarles, de aquí no me muevo.

-Pero Luna entra en razón -dice Aisha nerviosa- si te quedas y das a luz aquí eso es lo que ellos están buscando, sabes que lo único que quieren es a tu hijo y no tengo ni idea de por que y todo esto me esta matando, mis soldados están muriendo ahí fuera, tu hijo esta en peligro y no puedo hacer nada por ayudar a los soldados -me agarra de las manos- pero pienso hacer todo lo posible por protegeros a ambos.

-Aisha -le miro a los ojos- se que estáis muy preocupados por mi y por mi hijo -miro a los demás- pero yo confío plenamente en los jinetes y si por lo que sea consiguen llegar hasta aquí se que nos protegerán con uñas y dientes incluidos vosotros, por eso no pienso dejar a nadie atrás, además si lo único que quieren es a mi hijo me seguirán vaya donde vaya.

-Luna cariño -dice Sairus mientras pone una de sus manos en mi barriga- os protegeremos con todas nuestras fuerzas y si no quieres marcharte de aquí solo nos queda una opción -mira a Rayan y Aisha- vosotros dos llevaros a Luna a vuestros aposentos y protegerla, llenar las puertas de guardias y llevaros a Leinhard por si consiguen entrar en el castillo el sera vuestra ruta de huida.

-Tienes razón -me coge en brazos Rayan- Aisha, dejemos a Sairus encargarse de todo aquí nosotros protegeremos a Luna.

-Esta bien, iré a buscar a Leinhard.

-No te preocupes por eso cariño, el ya nos esta esperando en nuestros aposentos.

-Sairus -se acerca a el y le agarra las manos- haz lo que tengas que hacer para proteger a todos, lo que hagas sera la opción correcta.

-Confía en mi.

-Eso hago -dice Aisha

Salimos de la sala del trono y nos dirigimos hacia los aposentos del Aisha y Rayan, cuando salimos a los pasillos los guardias a nuestro alrededor nos siguen, subimos las escaleras hasta llegar a sus aposentos, cuando entramos los guardias se quedan en la puerta protegiéndolas, Rayan me deja sobre su cama mientras que Aisha y Leinhard traen agua del baño y sabanas, las contracciones son cada vez mas seguidas.

ERA DE DRAGONES 2: La Guerra Del Ying y El YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora