Capitulo 28- Gran batalla

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Trisdal se encuentra inmóvil frente a mi, me mira furiosa sin parpadear siquiera pero sus manos no se separan de su cinturón, Milo está inconsciente en el suelo pero por el momento no ha vuelto a ser su muñeco, Elía sigue en su cinturón.

-¿A que estas esperando rayito? -se lame la sangre de sus dedos- empiezo a aburrirme.

-Pronto te divertirás bruja.

-Eso esper... -se lleva la mano a su pecho angustiada y lo aprieta- Duncan -susurra mientras mira a su alrededor.

-¿Ya te has rendido? -le apunto con mi espada.

-Para nada -me mira furiosa- acabáis de enfadarme aún más.

-¿Crees que te tengo miedo?

-Deberías.

-Tus maldades acaban aquí bruja.

Me acerco a Trisdal a gran velocidad, cuando estoy frente a ella le doy una estocada pero esta la detiene sin moverse del sitio, empuja mi espada hacia atrás y nuestras miradas conectan mientras caigo hacia delante, seguido de eso me da un puñetazo en la cara que hace que me aleje de ella rodando por todo el suelo, la nieve se levanta haya por donde paso pero Trisdal se mantiene quieta en su sitio, clavo mi espada en el el suelo y gracias a eso paro de rodar, me levanto de un salto y vuelvo corriendo direccion hacia ella, cuando llego Trisdal me arrebata mi espada con un rápido movimiento de manos, tira mi espada contra el suelo y seguido de eso empieza a golpearme, sus puños chocan contra mi cara una y otra vez, me agarra del pelo acercándome hacia ella hasta que nuestras cabezas chocan con un fuerte golpe, me aleja de ella golpeándome fuertemente en el abdomen, caigo de rodillas al suelo y recibo un rodillazo en la cara, seguido de eso me da una fuerte patada en el brazo derecho haciéndome rodar otra vez por el suelo, hasta que mi cuerpo choca contra un árbol enorme, consigo ponerme de rodillas con las manos apoyadas en el suelo con gran dificultad.

-¿Eso es todo rayito? -dice con ironía- esperaba más diversión -se aprieta los pechos- vamos levanta -me grita mientras se acaricia los pechos.

-Es-esto no ha hecho más que empezar -me levanto lentamente- pre-prepárate.

Alzo mi mano hacia el cielo y este responde, las nubes se iluminan, el cielo grita y este envia truenos a una gran velocidad hacia mi, los truenos me golpean y todo mi cuerpo se envuelve en electricidad, en un parpadeo me encuentro frente a Trisdal, le golpeo en el estómago mandandola a volar, mientras Trisdal esta en el aire aparezco detrás de ella dándole una patada en su espalda enviándola a gran velocidad hacia el suelo, cuando su cuerpo toma contacto con la tierra empieza a levantar una gran cantidad de nieve y polvo, aparezco frente a ella y la agarro del cuello, la elevo y esta empieza a patalear, poco a poco empiezo a estrangularla hasta que clava sus garras en mis brazos obligándome a soltarla, Trisdal cae al suelo de rodillas y rápidamente se lleva la mano a la boca mientras tose, con rapidez le doy una patada en la cara y esta empieza a rodar por el suelo pero esta rápidamente da un salto y se pone de pie llevando sus manos a su cinturón.

-T-te he subestimado -se lleva la mano a la boca y escupe sangre- pe-pero esto no es nada.

-Lo mismo digo.

-Es tu hora pequeñín -coge otro muñeco de su cinturón- protege a mamá -lo lleva a sus labios y lo besa- acaba con ese humano- lo tira al suelo.

Cuando el muñeco toma contacto con la tierra una gran corriente de aire emana de él, toda la nieve a su alrededor se eleva cegandome por completo, me llevo la mano a la cara para intentar ver algo pero no lo consigo, el muñeco poco a poco empieza a crecer y crecer sin parar, mis ojos estan fuera de órbita al ver a ese ser, su cara está deformada, sus músculos son enormes, su cuerpo parece estar cubierto de algún material muy resistente pero lo pero de todo es que esa criatura mide aproximadamente unos 60 metros de altura.

ERA DE DRAGONES 2: La Guerra Del Ying y El YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora