Amor sin fronteras

*7*

-Emm... Hola soy Ann- dije tímida.

-Y yo soy Harper-dijo Harper rápidamente.

-Hola chicas llegaron- dijo Luck bajando de las escaleras.

-Oye Luck no me dijiste que las chicas que vendrían serían tan lindas -comento Stefan.

Sentí como mis mejillas se ruborizaban, esperó que Stefan no haya notado eso. Vi como a Harper le brillaban los ojos.

Luck nos guio hasta el patio trasero donde estaba la piscina era gigante, dejamos nuestras cosas en los asientos y el mayordomo trajo algunas bebidas y botanas para pasar el rato.

-¿Y Stefan es tu?-pregunto Harper.

-Oh claro, él es mi primo viene de Argentina-respondió Luck.

-Si todos los chicos son así de guapos en Argentina me voy a tener que mudar allí-comento Harper.

-Oh espera yo soy un excepción - dijo sarcásticamente

-wuau que linda excepción- dijo Harper zambulléndose en la piscina

-Métanse o le tienen miedo al agua- dijo Harper salpicándonos.

-Nunca cambiaras -dije riendo

-Nunca- dijo como una niñita.

Nos metimos todos, menos Luck ya que estaba hablando con su madre, que no sé dónde se había ido

-Luck vuelve a la cama- grito Harper, haciendo enojar a Luck.

Stefan parecía buen chico ya nos había caído bien a mí y a Harper.

Ya habían pasado unos 30 o 40 minutos y salimos de la piscina tomamos algunos refrescos y subimos a la habitación de Luck.

El cuarto de Luck era bastante grande, era como el típico cuarto de un adolecente. El color de las paredes era de un azul marino.

Había algunas prendas de ropa tiradas por el piso, una televisión enorme con una consola debajo de esta, un montón de juegos apilados en una estantería y al lado algunos libros y comics. La cama era enorme y en una de las paredes había miles de fotos de él con sus padres y su familia, también había una foto de un paisaje creo que era en Argentina, era hermoso.

-¿Y qué hacemos?-pregunto Harper.

-Qué tal si jugamos un videojuego-propuso Stefan.

Después de jugar un buen rato a un juego de deporte.

Bajamos, ya era tarde y Stefan y Luck empezaron a murmullar

-Oigan chicas se podrían quedar a comer- dijeron al mismo tiempo

-no creo es muy tarde- dijo Harper

Después de convencer a mi madre y a la de Harper comimos allí en el mismo salón que comimos antes. La familia de Luck era muy agradable y graciosa comimos fideos, justamente mi comida favorita .

Volvimos a su pieza y comimos helado.

Al cabo de 10 minutos se largó a llover, como aún no se largaba tan fuerte, con Harper decidimos ir a mi casa ya que quedaba a la vuelta, saludamos a los chicos y a los padres de Luck y nos fuimos.

Habíamos llegado a casa un poco mojadas, mi mamá no estaba ya que se encontraba en el trabajo, como se había largado muy fuerte y empezó a caer piedras, la madre de Harper la dejo quedarse en casa.