Habían pasado 5 años desde la muerta de mí mejor amiga. -Aún me duela su despedida- Ahora yo eh tomado su lugar, tal vez no soy la mejor persona, pero le prometí que la ayudaría a descubrí la verdad.
La quería como una hermana, habíamos crecido juntas, éramos inseparable. Pensamos que esta amistad nunca terminaría pero todo cambio al que día que nos peleamos y ese mismo día ella fue asesinada brutalmente por la liga de los asesinos ... nunca se encontró el cuerpo.
Cada día me cuesta fingir que soy ella, ahora no se quien soy realmente, una impostora o su amiga. Me siento pérdida.
Me despierto por la alarma, me refriego los ojos, dejé escapar un suspiro.
Hoy habrá una gran ceremonia, de....no lo sé. Muchos reporteros, policías y personas importantes. estás "personas" comenzaron sospechar que yo podría estar sustituyendo a la verdadera princesa. Especialmente Batman y Robin que ya se han metido en mis asuntos. Si algo parece que no concuerdan no se cansan hasta saber la verdad son muy inteligente e insoportables. Los llevó vigilando un mes y no me han dejado en paz.
Las personas tiene secretos o ¿me vas a decir qué no?, hasta las persona más santa tienen secretos. Por ejemplo ¿yo? tengo muchos.
Me levanté de la cama con pereza, caminé hasta el baño, hice mis necesidades, bla bla bla bla, lo de siempre, salí del baño, me dirigí al armario y vi dos hermosos vestido uno blanco y otro negro....lo pensé unos minutos y el elijo el negro, muy llamativo por cierto
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¿No creen? Iba a resaltar mis hermosas curvas. Era algo complicado ponerme yo solá, así que llamé a la empleadas para que me ayudarán.
No me podía mover, casi no respiraba, me senté como pude al frente de un espejo, me coloqué la peluca rubia y larga, sí todos los que están en está mansión son mis complices, me hice una media coleta, coloqué los lentes de contactó color celeste. ¿Por qué no podría tener los ojos color marrón?, me maquillé lo mas natural posible, hasta que escuché que golpeaban la puerta.
—Adelante —me puse un poco de brillo en los labios.
—Señorita, ya llegaron.
—Perfecto, ya te puedes retirar.
—¿Señoría, va a usar ese vestido?
—Te dije que te retires.
—Sí, su Majestad —hace una pequeña reverencia.
Se fue cerrando de un portazo la puerta.
Alicia era perfecta con su cabello rubio y largo, su rostro era pacífico, tierno, su sonrisa era perfecta, tenía carísima, alegre siempre se vestía de colores pasteles. Me quede mirando mi propio reflejo, éramos tan diferentes que me sorprender que nos hubiéramos echó mejores amigas. Aparte la mirada del espejo, me levanté de la silla, dejé todos en su lugar para luego salir del habitación y cerrar la puerta con llave, caminé por el largó pasillo, frene en el medió de las escaleras observando a la multitud. siento mí corazón latir a mil kilómetros por hora...
