Seduceme. (damian wayne y tu )

Encuentros

Salíamos de una fiesta. Las calles estaban vacías y el  frío se adueñó de ellas, desde esa entrevista todo esta muy tranquilo lo cual es bastante sospechoso, sabía que si elegía este estilo de vida nuca estaría completamente en paz, mientras yo están unida en mis pensamientos no me había percatado que una camioneta negra se estaciono enfrente de nosotros. Unas  personas encapuchadas salieron de la misma, sujetándome de los brazos

Me separaron de Damián a la fuerza, bajé la cabeza aunque me obligaron a ver como lo  golpeaban.

—¡Ya basta! ¡Malditos! —grité.

—Mira lo que has provocado mocosa, esto es tu culpa.... Sáquela de mi vista.

Me pusieron un pañuelo en la boca y mis ojos se empezaron a cerrar, para que después todo se volviera oscuro.

Desperté en el medio del bosque seguían siendo de noche, me levanté despacio, estaba descalza. Caminé sin rumbo, después de haber cambiado tanto me encontró con cuatro chicos parados mirándome fijamente, dí unos pasos hacía atrás..cuando...

—¡Oye! tú, ven, acercarte no te haremos daño cariño  —extendió su mano la cual rechacé— Soy Ian, un gusto. —levantó su mano llevándola al Pecho, inclinándose  hacia adelante.

Ian

Cabello rubio cuán unos cuantos  picos, de ojos verdes, de 1,75 cm de altura, en su mano derecha llevaba un hacha.

—Hola, yo soy Aron. —de su manga sacó una rosa.

Aron

cabello negro de ojos marrones oscuros, altura  mm... no lo sé, es alto como Ian, en cada mano llevaba dagas.

—Hola hermosa, llámame Evans. —dio un paso adelante.

Evans.

cabello blanco, ojos  verdes, altura igual que sus amigos y como arma un látigo negro.

—Hola yo soy Lían. —el chico se encontraba apoyado en un árbol
.... Tiene el cabello rojo, ojos marrones oscuro, él era el único que me daba escalofríos, tenia como arma una ballesta, al parecer él era el líder, todos estaban de trajes.

—¿Qué pasa preciosa, te comió la lengua el gato? —dijo Lían.

—¿A qué esperamos? —Aron dio unos paso hacia mi, pero Lían lo detuvo.

—Aún no, no seas impaciente, todo a su tiempo, primero  hay que explicarle que hace ella aquí, iré  al grano, nos pagaron para que te matemos. —dijo Lían.

—¿Y ustedes creen que va a ser fácil matarme? Pues están equivocados.

—Sólo por que me caes bien te daré 5 minutos, será mejor que empieces a correr. —dijo Evans.

Sin dudarlo Salí corriendo metiéndome más profundo en el bosque, hasta que un cuchillo se clavó en un árbol que estaba al lado mío.

—¿¡Dónde estas pequeña zorra!? —escuché demasiado cerca.

Me oculte atrás de un árbol, arranque la daga, me asome y ahí estaba Aron, caminando hacia mi.

Nos mirábamos fijamente, el sostenía sus dagas con firmeza, se acercó rápidamente a mí, yo empecé a esquivar sus ataques.

Sujete su brazo atraiéndolo hacía mi, con mi codo lo golpeé en la boca y el retrocedió tambaleante.

Arrojó uno de sus cuchillos hacía mi, yo me cubrí con mi brazo protegiéndome.