Capítulo 11 : El Grimorio de Familiares

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Luego de la intensa primera clase del Maestro Flame, nos dirigimos hacia el comedor donde nos darían nuestro almuerzo. No está demás decir que el pobre fue llevado a la enfermería por dos estudiantes, ya que según nos dijo se sentía un tanto mareado. Aunque no sé cómo influye eso en que haya gritado como un maniaco...

El comedor estaba en la primera planta siguiendo un gran pasillo hacia la derecha. Era un inmenso salón con mesitas brillante de cristal y asientos de pieles, las cocineras estaban detrás de unos mostradores de madera e iban sirviendo comida de un lado a otro, a gusto de los estudiantes.

No estaba de más decir que la comida era deliciosa, un conjunto de ensaladas, sopas, platillos de fondo y postres de todos los sabores... Habían muchas cosas para elegir. Me sorprendió ver que sirvieran helado y me pregunté cómo era posible que lo hicieran sin una mejor tecnología, pero cuando Calia me dijo que la acompañara a buscar su postre, pude ver la respuesta rápidamente... Magia.

Atravesamos el gentío de personas y nos sentamos en una mesa en la que habían muchos niños que parecían de la edad de Calia. Me apresuré a subir a la silla de un solo salto, y al parecer ninguno de ellos me había notado ya que al aparecer del suelo y sentarme en la silla, varios de ellos se sobresaltaron, por no decir que fueron todos.

Comenzamos a comer despreocupadamente, después de todo las mesas son libres de usar por cualquiera. Pude distinguir nuevamente que ningún familiar se encontraba acompañando a sus maestros, lo cual me hizo pensar... ¿Es raro que esté siempre acompañando a Calia?¿Quizás debería ser como los otros y quedarme en la habitación?

No, definitivamente eso sería desagradable. Por una parte me gusta estar cerca de Calia, así es más fácil protegerla, pero por otro lado también es muy divertido ya que siempre veo y aprendo cosas nuevas. Tomé un poco de sopa usando la lengua, era un poco molesto la verdad, si pudiera me tomaría esta sopa de un sorbo, no como un gatito bebé lamiendo lenta y tiernamente...

Me giré para ver a mi alrededor, y me sorprendí al ver que no había nadie. Todos los niños en nuestra mesa se habían ido, dejando sus platos intactos y dejándonos a Calia y a mí completamente solos. ¿Es tan desagradable mi prescencia...?

-(Calia): No les hagas caso Seiryū, estoy feliz de que me acompañes a comer. Ahora qué tal si nos adelantamos... ¡Y hacemos una competencia de quien se come primero el helado! 

-(Yo): Jajaja... Por supuesto. ¡Pero que conste que soy un experto...! 

Comenzamos a comer y casi al instante el pocillo de cristal que estaba lleno de helado quedó vacio.

-(Ambos): F-Frío... 

Había olvidado esta sensación... ¿"Cerebro congelado", eh? Nos reímos sin parar ignorando el hecho de que todos nos miraban con aire despreciativo. Dejamos las bandejas en los mostradores de madera, y me incliné levemente antes de irme tratando de dar las gracias.

-(Cocinera 1): ¡Vaya!¡Llevo años trabajando aquí y nunca había pasado algo como esto! ¿Tu también comiste pequeñín? 

-(Cocinera 2): Callate Elda, es solo un bebé dragón, no es como si fuera la primera vez que le servimos a un familiar. Es poco usual, pero no tiene nada del otro mundo.

-(Cocinera Elda): Si es verdad... Pero Ruri, podría jurar que ese pequeño acaba de inclinarse... ¿Acaso estaba dándonos las gracias?

Por fin alguien que tome en cuenta mi amabilidad. Creo que el papel de dragón malvado no me queda después de todo... Pero sigue siendo divertido asustarlos de vez en cuando jejeje...

-(Cocinera Ruri): Eso es imposible. ¿Es un dragón, sabes? La última vez que le servi comida a uno... ¡Me escupió el plato de comida en la cara y trató de lanzarme fuego! 

Seiryū: El Despertar De Una Leyenda (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora