Cinco años (Otabek x Yurio)

Hermoso

El infeliz quedó en primer lugar, le dolía, quería llorar por cólera y de tan sólo recordarlo lo estresaba. Él se sobre esforzó para tener una coreografía perfecta y sin fallas, le dolía, el resultado le daba a entender que Yurio podría haber hecho más.

¿Acaso no era suficiente?

Se tiró directo a la cómoda cama, y su gata al sentir su presencia se acurrucó cerca de él. La frustración era tan fuerte que no tenía ganas de hablar con nadie y le dolía la cabeza.

Se quedó dormido, con lágrimas inundado su enrojecido rostro.

Despertó al medio día sintiéndose renovado. Encendió su celular notando más de cinco mensajes del mismo chat. Ahora se sentía culpable.

Otabek ¥: ¿Estas bien bebé?

Te sentí deprimido cuando subimos a ver nuestros puestos.

Si quieres, voy a verte Yuri ¿si?

¡Te compraré la hamburguesa que tanto me mencionabas! haz querido comprarla desde hace unas semanas, pero esta lejos ¿no? será un regalo extra para animarte.

Espero que estés bien.

Estaba estacionando mi motocicleta y al ver la carta de un restaurante me acordé de ti ¿Quien vende eso en un restaurante español? (゜-゜)

Buenas noches Yuri.

Al seguir bajando y bajando se encontró más mensajes que hacían su corazón hundirse, no sabía si sentirse feliz o culpable. Nadie le había escrito mensajes preguntando de como se sentía, y menos pasarse el día enviándolos para ver si respondía.

Otabek ¥: Buenos días ;)

¿Como te sientes hoy? ¿mejor?

Recuerda, hoy te estaré buscando en Barcelona, sé que eres algo despistado y no lo olvides.

Tus fans se enteraron que hoy te buscaré, lo siento, se me escapó.

Si sientes que te vigilan, sólo corre y sabré que eres tú (゜-゜)

Te compre la hamburguesa.

Sé que es muy temprano pero aún espero encontrarte.

Hoy almorcé tazón de cerdo de nuevo, je.

Ese era el último mensaje de hace una hora, releyó todos esos durante un buen tiempo y se levantó de la cama dispuesto a cambiarse de ropa. Haciendo todo esto olvidó de desayunar y salió apresuradamente de su casa en busca de Otabek.

Recorrio los restaurantes y nada, los lugares turísticos ni rastro de él. Y en una de esas se topó con una tienda llena de casacas a su gusto, no pudo evitar comprar una de ellas y tomarse una foto que en seguida lo subió a la internet. Con solo esa foto, sus queridas fans llegaron en un instante a rodearlo.

Si sientes que te vigilan, sólo corre y sabré que eres tú

Lo hizo, corrió a esconderse en un callejón escuchando a sus fans oler su aroma. Estaban cerca, Yurio no sabía que hacer en esta situación que lo comenzaba a asustar.

Al oír el sonido de un motor alzo la vista asustado y con el rostro pálido del miedo, pero esto volvió a la normalidad con solo encontrase con esos ojos oscuros al igual que su ropa.

—Te encontré por fin ¿subes?— su voz era como se la imaginaba cuando Solana con él, sin embargo al verlo en persona hacia su corazón retumbar de sentimiento. Otabek, luego de esas palabras extendió su mano esperando la aprobación de Yurio para subir el cual acepto de inmediato.

Las fans viendo a Yurio subido en una motocicleta no dudaron en seguirlos hasta tomarle miles de fotos. La más destacada fue vista y compartida en Twitter.

"El secuestro del hada rusa" lo llamaron así.

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Terminaron parando en lugar donde podían conversar sólo los dos mientras veían el atardecer.

—¿Como amaneciste hoy?— pregunto Otabek girando su vista al rubio prestándole atención a su próxima respuesta —No respondías los mensajes y estaba considerando buscar a Viktor para saber en dónde te hospedabas ¿muy raro no?—

—No se que te hizo pensar que me encontraba mal— le respondió.

—Mi sentido no me falla bebé— alzo sus labios en una sonrisa sincera colocando así su mano en el mentón, haciendo a Yurio tener un leve sonrojo en él —Que lindo— pronunció el azabache.

Con el ceño fruncido y sin saber que decir se le acercó prudentemente intentando decir algo, pero no salia de su boca.

—¿Que pasa?—

—Lo siento— dijo por fin mientras la vergüenza abundaba su rostro —Se supone que hoy te traería lo que planeaba darte al vernos. Lo olvide, lo siento— se disculpó nuevamente volteando la mirada para el lado contrario.

Quedaron en silencio.

Pero Otabek estalló de risa y Yurio solo pidió que parará porque le daba vergüenza que se riera de él —Yuri Yuri— mencionó su nombre terminando de reír y luego de esto tocó su hombro derecho —Perdoname a mi, si esto te resulta incómodo o inesperado—

Miles de ideas pasaron por su cabeza que hacían confundirlo de tal manera que lo comenzó a mirar extrañado.

—Te gusto ¿me equivocó?— y en ese momento la palidez volvió al rostro del joven patinador.

—No se de que hablas— fue lo más rápido que pudo decir.

El mayor miedo de Yurio era confesarse ante Otabek porque sabía que iba a ser rechazado, sabía que su atracción por él no podría seguir por la razón de que era heterosexual.

¿Que se supone que era lo que debia hacer ahora?

—Yuri, veras— comenzó Otabek, se le hacía difícil lo que quería decir.

Va a rechazarme

—No lo digas, lo sé— interrumpio Yurio apartando la mano ajena de su hombro.

Fue allí en donde el rostro de Otabek cambio a uno de sorpresa —¿Quien te lo contó?— pregunto resaltando su impacto —Nunca le conté a nadie que me gustabas ¿cómo lo sabes?— está vez volvió a tomar sus hombros insistiendo una respuesta.

Y realmente Yurio no podía creerselo.

—Espera ¿Que?—

La verdad es que ya no importaba si le daba una respuesta, Otabek bajo sus manos hasta la espalda de Yurio y con esto fue suficiente para darle el abrazo que tanto anhelaba mientras que el ruso aún no respondía de la sorpresa —Yuri— lo llamó por su nombre de nuevo a lo que este solo asintió esperando a que continuará con lo que iba a decir.

—Te doy la mitad de mi vida si tú me das la mitad de la tuya—

Su rostro era hermoso, pero cuando se llenaba con lágrimas de felicidad él no podía evitar borrar cada una de ellas con un beso.