Ya sabemos que los hijos de los villanos mas temibles de todos los tiempo son enviado a auradon como una especie de redención, por las atrocidades que sus padres hicieron en el pasado, por la cual fueron desterrado en una isla encerrados en un domo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Carlos entra a la casa, hay se encuentra un enorme cardero lleno de un gumbo situada en el medio de la habitación, que era lo único que se podía ver, el se sintió atraído por el olor, así que se acerco un poco mas, flotado arriba del cardero había una cuchara de madera, que tenia tallado la frase "Agárrame", Carlos se sintió tentado en hacerlo.
Pero se negó, la puerta tras de el se cerro, con un fuerte azote y el lugar se ilumino, con una enorme cantidad de velas, en un rincón aparece una anciana, de tez morena, de corta estatura con uno lentes de sol, un enorme pañuelo sobre su cabeza, sobre su cuello descansaba una serpiente.
- ¿Quien es usted?,- pregunto Carlos evidentemente asustado.
La mujer se acerca el, con una enorme sonrisa.
- Mi nombre es mama odie y tu eres Carlos no es así.
Carlos asiente con la cabeza.
- Por tu silencio debo suponer que si,- dijo ella,- ya que no puedo ver si mueves tu cabeza para decir que "si" o "no".
- ¿Es usted ciega?,-pregunto el.
- Mas ciega que un topo mi querido muchacho,- dice la anciana muy alegre.
- Oh, lamento oír eso,- dijo Carlos.
Mama odie, lanza una carcajada.
- Si te digo la verdad, yo no, ¿sabes por que?.
- No
- Por que mi ceguera me permite ver el aura de la personas, por ejemplo, tu, mi querido muchacho, alguna vez te han dicho que tu aura es mas verde que el jardín mal fértil y brillante que podría existir.
- Una vez unas hadas me comentaron sobre mi aura, pero en lo personal no creo mucho en eso.
- El hada puedes ser muy parlanchinas, pero no mentirosas, si ella dijeron que tenías algo especial es por que lo eres,-dijo la anciana.
- ¿Usted es la dueña de esta casa?,- cuestiona Carlos viendo el lugar.
- No, mi querido muchacho, no vivo aquí solo le estoy cuidado la casa a una amiga, yo en realidad vivo en barco atrapado en la copa de un árbol que se encuentra en un pantano.
- Comprendo, ¿Dónde se supone que estoy?.
- Estas a la afueras del reino de camelot.
- ¿¡camelot!?, ósea el reino de los caballeros de brillante armadura y una mesa redonda, ese camelot.
- Eso es correcto,- afirma ella.
El rostro de Carlos se puso pálido.
- ¿Cómo es que llegue aquí?.
- El portal que cruzaste fue abierto en esta dimensión y por eso estas aquí.
